El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) está llevando un proceso de reestructuración interna que reaviva la disputa entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Esto comenzó el 23 de abril con un Congreso que definirá los integrantes mediante la consulta a las bases partidarias para definir las secretarÃas y los integrantes del Consejo Consultivo.
Independientemente de la burocracia, lo que marca esta elección es la correlación de fuerzas entre Maduro y Diosdado que, como anticipó LPO, ya tuvo sus episodios de disputa en la definición de candidaturas para las regionales y municipales y en la designación de las autoridades de la Asamblea Nacional. En todas estas pujas, Maduro impuso a los suyos.
Maduro fue elegido como presidente por aclamación en un trámite que duró "tres segundos", según las palabras del propio Jefe de Estado. Lo mismo para Cabello, que seguirá siendo el número dos y el resto de los nombres de la dirección nacional. La pelea es más silenciosa, menos pomposa y subterránea, por las SecretarÃas y los alcances de ella.
Diosdado Cabello siempre concentró la hegemonÃa en el partido y la logÃstica que implica la relación con los movimientos sociales que se movilizan a favor de Gobierno. Al mismo tiempo, presidió la Asamblea Nacional, la Constituyente y contaba con la lealtad de las Fuerzas Armadas Bolivianas. Con el correr del tiempo, Maduro lo desplazó de la conducción del Poder Legislativo, renovó los altos mandos militares de la mano del poderoso ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y busca quedarse con la mayorÃa partidaria.
El sociólogo e investigador venezolano, Damián Alifa, dijo a LPO que "Diosdado es prácticamente el jefe operativo, pero tiene a la mayorÃa en contra. Igual hay que esperar como se distribuyen los cargos y están divididos en cuatro. Es decir, no va a ser tan fácil como que todos se van a alinear contra Diosdado".
"Diosdado Cabello era el jefe absoluto del partido prácticamente. Cuando se hicieron las internas, en noviembre, se iba a determinar por la base a los candidatos pero Maduro tenÃa la última palabra en algunos casos para equilibrar. Es decir, cuando le tocó a Maduro meter, corrió el solo con todo el costo polÃtico de, por ejemplo, quitar a un candidato y poner a otro. Creo que Maduro no quiere eso y decidió hacer una dirección nacional donde tenga más presencia su gente", añadió.
En el conteo previo hay unos 20 lugares a favor del presidente venezolano, entre 12 o 13 a favor de Diosdado y un grupo que va a jugar con cierto equilibrio. Maduro buscara que los dirigentes cercanos al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodriguez, la vicepresidenta Delcy RodrÃguez, la esposa del mandatario, Cilia Flores y las juventudes, alcancen la mayorÃa de los espacios.
Las elecciones regionales en Venezuela agudizan la interna entre Maduro y Diosdado
Para el especialista que está siguiendo de cerca el proceso partidario, "ahà pueden haber diferencias marcadas. Los de Diosdado son todos con Diosdado a muerte y ahora vienen decisiones importantes en torno a las secretarÃas". Uno de las áreas en pugna es la SecretarÃa de Internacionales en donde Maduro puso al hermano de Hugo Chávez, Adán, pero es un espacio que quiere también Jorge Arreaza (ex canciller y candidato en el histórico bastión chavista, Barinas) y Julio Chávez, ex diputado, aliado de Diosdado y que no tiene ningún vÃnculo familiar con el clan Chávez.
Alifa sostiene que "no hay una fecha de definición. Creo que van a ir área por área. Al chavismo le cuesta cada dÃa más ponerse de acuerdo. Eso se evidenció con el tema del Tribunal Supremo de Justicia que duraron semanas para poder designarlos, en medio de la pugna interna".
Por último, Damián Alifa planteó que "en cuanto al tema del rol del 2024, yo creo que es muy pronto para decirlo. Pero creo que Maduro quiere tener el más amplio margen de maniobra posible para tomar decisiones controversiales dentro del chavismo: en materia económica, en materia de relaciones exteriores, la relación con EEUU, y de cara a las elecciones presidenciales".
En relación a esas medidas controversiales, Alifa explicó que se trata de "la ley de hidrocarburos, acercamiento con EEUU y aceptar ciertas condiciones, y en materia electoral, pues quién sabe, desde postergar o adelantar las elecciones, hacerlas al estilo Ortega o hacerla buscando varios candidatos fuertes de la oposición. No sé, pero sin dudas, necesitará el mando completo".
La última jugada de Maduro fue impulsar cambios en los organismos de base y en las instancias medias del partido. "La relevancia de esto es que desde hace tiempo, Maduro no daba este tipo de órdenes. Puede, cambiando la composición de los órganos de base, reducir el control de Diosdado", concluyó una fuente consultada por LPO que está inmersa en las negociaciones.
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