La PolicÃa Federal de Brasil detuvo a 4 soldados del Ejército y 1 policÃa investigados por su participación en un supuesto plan para asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y a Alexandre de Moraes, ministro de la Corte Suprema y en ese entonces titular del Tribunal Superior Electoral.
Según la información que publicó Globo, la conclusión de la investigación era que la intención era matar a Lula mediante envenenamiento o utilizando productos quÃmicos para provocar un colapso orgánico. A su vez, Geraldo Alckmin serÃa asesinado para que no hubiera ninguna posibilidad de que se convirtiera en presidente, también deberÃa ser por envenenamiento.
Alexandre de Moraes, considerado uno de los mayores enemigos de Bolsonaro, serÃa primero detenido y luego ejecutado. Según el plan, su muerte serÃa causada por una bazuca (la AT-4) que se utiliza para destruir vehÃculos blindados u objetivos muy fortificados, como edificios.
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El plan debÃa ser llevado a cabo por soldados conocidos como "Black Kids", las fuerzas especiales del ejército brasileño. Tras el asesinato del candidato ganador, Bolsonaro firmarÃa un decreto que establecerÃa el Estado de Defensa en Brasil.
Entonces comenzarÃa la operación que los golpistas llamaron "Puñal Verde y Amarillo" que incluÃa una estructura organizativa para un Gabinete de Crisis liderada por los militares, el General Augusto Heleno Ribeiro Pereira y el general Walter Braga Netto. Hoy son los primeros apuntados por la investigación y podrÃan quedar detenidos.
El 8 de diciembre de 2022, el General Mario Fernandes dijo en un audio que Bolsonaro habÃa aceptado el plan final. Al dÃa siguiente, Jair Bolsonaro ajustó y escribió el decreto golpista. El decreto fue ajustado para ser aún más "pesado" previendo el uso intensivo de las Fuerzas Armadas.
El 15 de diciembre, miembros de la organización criminal se posicionaron en lugares estratégicos, pero esa misma noche la misión fue abortada, sin que nadie sepa el motivo de la decisión.
En medio de las movilizaciones a la Plaza de los Tres Poderes, uno de los investigados, el general Mário Fernandes, entonces secretario ejecutivo de la SecretarÃa General de la Presidencia, visitó el campamento golpista en Brasilia y se sacó fotos. Estos registros se repiten durante los dÃas siguientes del mismo mes y funcionan como prueba del rol de los militares en la trama.
"Se trata, en rigor, de una verdadera planificación con caracterÃsticas terroristas, que describe todos los datos necesarios para la ejecución de una operación de alto riesgo. El plan tiene muchos detalles, con indicaciones sobre lo que serÃa necesario para su ejecución, e incluso describiendo la posibilidad de que ocurrieran varias muertes, incluidas las de cualquier personal militar involucrado", afirma el documento la PolicÃa Federal.
El mismo dÃa, agrega, "el documento fue impreso por el investigado Mário Fernandes en el Palacio do Planalto y posteriormente llevado al Palacio do Alvorada, lugar de residencia del Presidente de la República, Jair Bolsonaro".
Los registros del Palacio da Alvorada indican la presencia de Fernandes en el edificio ese dÃa. Según los investigadores, ese dÃa se celebró una reunión en la residencia del general retirado Walter Braga Netto, entonces candidato derrotado a vicepresidente en la lista de Bolsonaro. Según la PF, fue después de la reunión que el grupo investigado comenzó a monitorear los movimiento de Alexander de Moraes.
"En esta reunión fue presentado y aprobado el planeamiento operativo para la acción de los 'niños negros. Los golpistas acuerdan ir a la casa de Braga Netto, "en el 112". La impresión muestra a los estafadores concertando una reunión en la casa de Braga Netto", remarca la PolicÃa.
Por la policÃa, además de Braga Netto, estuvieron presentes en la reunión el teniente coronel Mauro Cid, que entonces colaboraba con órdenes de Bolsonaro y dos de los detenidos en el operativo de este martes: el mayor Rafael Martins de Oliveira y el teniente- Coronel Hélio Ferreira Lima.
Según el entonces comandante del Ejército, general Freire Gomes, ese dÃa Bolsonaro presentó un proyecto de decreto que preveÃa un "estado de sitio dentro de las cuatro lÃneas" de la Constitucion que le daba el poder absoluto a las Fuerzas Armadas. Esa misma estrategia se buscó el 8 de enero pero Lula terminó decidiendo la intervención de Brasilia.
El borrador del golpe, según la PolicÃa Federal, fue impreso en la Casa de Gobierno y aclaran que De Moraes no fue asesinado por la sesión del 15 de diciembre de 2022 fue reprogramada. "Los golpistas estaban preparados y listos para matarlo", dice la investigación.
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En el Partido de los Trabajadores apuntan directamente a Jair Bolsonaro. La presidenta del PT, Glesi Hoffmann, dijo en sus redes que "todos los autores del plan para asesinar a Lula, Alckmin y Moraes fueron ministros efectivos o interinos de Jair Bolsonaro. El complot fue discutido y aprobado en la casa del candidato a vicepresidente de Bolsonaro. El plano de Punhal Verde Amarelo fue impreso en el Palacio do Planalto, donde tenÃa una oficina, y llevado a Alvorada, donde se escondÃa".
"El mayor beneficiario de los crÃmenes y del golpe serÃa Jair Messias Bolsonaro. ¿Y ahora quieren decir que él no tuvo nada que ver? Brasil sólo tendrá paz y estará libre de terroristas de extrema derecha cuando todos paguen por sus crÃmenes, empezando por el jefe", cerró.
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