
Brasil vota en una elección a la que ambos sectores en pugna la definen como "la más importante de la historia". De un lado consideran que es la forma de terminar con un proceso autoritario que puede profundizarse si tiene la posibilidad de continuar y, del otro, afirman que es la manera de "frenar al comunismo".
Como sea, el escenario de polarización es innegable y la mayorÃa de los electores prefieren que la contienda se resuelve en primera vuelta. En ese sentido, en la previa del comienzo del proceso electoral las encuestadores IPEC y Datafolha, publicaron sus últimos sondeos. La primera ubica a Lula con 51 por ciento de los votos válidos contra 37 de Jair Bolsonaro, mientras que la restante posiciona al ex presidente con 50 por ciento de los votos válidos, por delante de los 36 de Bolsonaro.
A un dÃa de la elección, Lula y Bolsonaro midieron fuerzas en San Pablo
Ambos escenarios dejan a Lula muy cerca de la victoria en la primera vuelta que, de concretase, serÃa la primera vez desde 1998 cuando empujado por el éxito del plan Real, Fernando Henrique Cardoso derrotó a Lula y logró la reelección.
Lula brindó una rueda de prensa y reconoció que "cree que habrá victoria en primera vuelta" pero abrió el paraguas y dijo que "pase lo que pase, estaremos en la avenida Paulista celebrando". En la conversación con medios nacionales e internacionales el lÃder del PT insistió en la importancia de ir a votar e intentó seducir a los indecisos que, según los sondeos, se acercan al 14 por ciento.
El tema de la participación preocupa al PT por dos motivos. Por un lado, temen la violencia polÃtica registrada en los últimos meses pueda mermar el voto de los sectores más vulnerables, los que cobran hasta dos salarios mÃnimos que votan a Lula en un porcentaje superior al 60 por ciento de los votos. "Estamos pidiendo que no vayan identificados a votar y que se alguien les pregunta para presionarlos digan que votan por otro candidato", confió una fuente del PT a LPO.
Asimismo, el segundo elemento tiene que ver con el transporte. El gobierno pidió restringir el sistema de transporte público pero fue rechazado por el Tribunal Superior Electoral quién instó a los municipios y Estados a garantizar el servicio como si fuera un dÃa laboral. Esto también es clave para el traslado de los votantes más pobres que conforman la base electoral petista.
"No alcanza con derrotar a Bolsonaro, hay que derrotar al bolsonarismo"
Al mismo tiempo, en las redes sociales bolsonaristas están agitando para que los camioneros (sindicato aliado del bolsonairsmo) o directamente los militares se movilicen a Brasilia para "evitar el fraude". Esto no significa que suceda algo en ese sentido pero agrega tensión e interrogantes a lo que puede pasar una vez que se conozcan los resultados.
Como relevó LPO, Lula y Bolsonaro cerraron sus campañas en San Pablo, donde midieron fuerzas y respaldaron a sus candidatos a gobernadores que competirán en segunda vuelta por el control de uno de los estados más fuertes del paÃs.
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