El Congreso peruano aprobó la reforma constitucional que habilita el adelantamiento de las elecciones en medio de la crisis social y política desatada tras la salida y detención de Pedro Castillo. La votación terminó con 93 votos a favor, 30 en contra y 1 abstención.
De esta manera, los comicios quedarían programados para abril del 2024 tanto para el cargo de presidente como para la composición del Parlamento. A diferencia de la votación anterior, además de los bloques de la izquierda, el proyecto lo votaron los legisladores del bloque de derecha Renovación Popular y el fujomirismo.
"La izquierda peruana movilizada aprovecha el caos, al que ellos mismos contribuyeron"
Esto no estuvo exento de polémica, ya que, Renovación Popular condicionó la votación al cese en sus funciones a los miembros del JNE y los jefes de la ONPE y la RENIEC, tres organismos de fiscalización de los procesos electorales, lo que despertó sospecha en relación a la transparencia.
Los motivos del cambio de postura está relacionado a la presión social de las manifestaciones pero también al calculo político. Tanto Renovación Popular como Fuerza Popular (fujimorismo) consideran que pueden ser alternativa en medio del hartazgo social y las protestas ante la ausencia de partidos de izquierda fuerte.
Rafael López Ailaga fue electo como alcalde de Lima en octubre de 2020 y fue candidato a presidente. Es un referente ultra-católico y derecha con un discurso anclado en el orden, seguridad y valores. Mientras tanto, en el fujomorismo sueñan con una nueva chance para Keiko tras tres elecciones perdidas de forma consecutiva.
La nueva presidenta de Perú quiere adelantar las elecciones para frenar la crisis
Fuentes cercanas a la negociación en el Congreso aseguran que "la derecha gana tiempo votando un pacto para 2024 cuando el pedido de la población es para 2023". "Gana el establishment político, por lo sueldos y porque son capaces de hacer cualquier de acá al día de las elecciones, son 19 meses", agrega.
Otra cuestión que queda en evidencia, indica esta fuente, es la subordinación del gobierno de Dina Boluarte con el Congreso. "No hay que descartar que este vínculo termina con Boluarte perpetrándose en el poder. Estamos entrando a una fase autoritaria", advierte.
En paralelo, la marchas continúan en el interior del país y acumulan 28 muertos por la represión de las fuerzas de seguridad. Anoche asesinaron a un joven de 19 años en Ayacucho, uno de los focos más fuertes de las protestas.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.