
La polÃtica de aranceles de Donald Trump se está convirtiendo en un boomerang que podrÃa afectar los planes iniciales de la Admnistración Republicana. Ya dio muestras de esto cuando Wall Street forzó a retroceder con los aranceles para implementar una pausa de 90 dÃas en medio de la caÃda de los mercados.
Esta situación debilitó al arquitecto de esta polÃtica, Peter Navarro y el secretario de Comercio, Howard Lutnick e hizo pagar un costo alto al propio Trump, como reveló en exclusivo LPO.
A pesar de esto, Trump mantuvo la pelea comercial con China hasta llegar al absurdo porcentaje de tres cifras para los productos importados del gigante asiático. El lÃder republicano imaginó una una guerra similar a la del primer mandato pero se encontró con China mucho más preparada a la confrontación y dispuesta a "luchar hasta el final".
Los movimientos de la potencia liderada por Xi Jinping fueron rápidos, tanto a la de los aranceles estadounidenses como en la de fortalecer el vÃnculo con su zona de influencia como es el sudeste asiático e incluso con aliados de Washington como la Unión Europea, Japón y Corea del Sur.
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El pronostico de los analistas es que la estrategia arancelaria llevará al mundo a una gran recesión con fuertes similitudes como la crisis de 2008 o la Gran Depresión de 1930.
En paralelo, Trump tiene como misión reindustrializar el paÃs, es para eso que pensó e implementó esta guerra comercial con los aranceles como instrumento principal. Sin embargo, eso tampoco se está logrando.
En los últimos dÃas, medios de Estados Unidos aseguran que Trump se reunió con los dueños de los grandes supermercados que alertaron que este camino puede disparar la inflación en los alimentos. La suba de precios de los alimentos y del combustible es una sentencia de muerte para cualquier presidente en Estados Unidos, en el caso de Trump un fracaso de aquello que decÃa que Biden no fue capaz de resolver.
Para Trump, los aranceles también son la entrada para revertir el déficit, con lo cual, su fracaso llevarÃa a su modelo económico a una crisis profunda. Otro elemento es la caÃda en las encuestas que, según la última publicada por The New York Times, el presidente ya está en 51 por ciento de imagen negativa en menos de 4 meses de gestión.
Con todo esto, Trump dio marcha atrás con la idea de intervenir en la Reserva Federal y afirmó que los aranceles contra China podrÃan disminuir "significativamente".
El Washington Post publicó este jueves que las empresas chinas devolvieron aviones Boeing, redujo la soja estadounidense, suspendió los envÃos de productos fabricados en China a compradores estadounidenses y disminuyó las exportaciones a las potencias del norte.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que no se estaban llevando a cabo conversaciones con la administración Trump sobre comercio y reiteró que PekÃn no negociará bajo presión estadounidense.
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Esto es clave para la nueva diplomacia china que no se sentará a negociar bajo las reglas de Trump y no está dispuesto a discutir un reparto territorial que implique quedarse únicamente en su zona de influencia. "Los chinos no se van a ir de Latinoamérica bajo ningún punto de vista", revela a LPO una fuente que conoce al detalle la diplomacia china.
Según el Washington Post, Xi Jinping, apuesta a que puede unir a la sociedad y las empresas chinas en torno a la idea de que esta es una lucha crucial para la nación. "El liderazgo chino ya está indicando que la gente debe unirse para contrarrestar la arremetida arancelaria de Trump, reduciendo la dependencia de la economÃa china respecto a Estados Unidos y haciéndola más autosuficiente mediante avances tecnológicos y el consumo interno", publica el periódico norteamericano.
"El mundo está experimentando cambios nunca vistos en un siglo. Estados Unidos intenta intimidar a China, tal como lo hicieron las potencias occidentales en el siglo XX", dijo al Post, Zongyuan Zoe Liu, miembro senior del grupo de expertos del Consejo de Relaciones Exteriores. El mensaje que los funcionarios esperan que galvanice a la opinión pública: la administración Trump está intentando contener a China y "este es el momento de unir a la nación", continuó Liu.
El despliegue de China sobre regiones afectadas por los aranceles de Trump es parte del nuevo tablero que mira el Partido Comunista. China ha acelerado sus contactos diplomáticos con el Sudeste Asiático y otros socios comerciales con la esperanza de construir un frente unido contra Estados Unidos.
También avanzó en la reducción de las tensiones con la Unión Europea, y las conversaciones para levantar las sanciones impuestas a los legisladores europeos -un obstáculo clave para reactivar las negociaciones comerciales- están entrando en su fase final, según declaró esta semana a la prensa un portavoz del Parlamento Europeo.
En el caso de Corea del Sur, PekÃn ha ordenado a los fabricantes surcoreanos que no exporten a Estados Unidos productos que contengan tierras raras de origen chino.
El diario estadounidense remarca que "quedar completamente aislado del suministro chino de estos minerales podrÃa ser enormemente perjudicial para los intentos de Trump de impulsar la manufactura estadounidense".
"Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y asesor de Trump, declaró esta semana en una conferencia telefónica sobre resultados que la producción de robots humanoides de su compañÃa podrÃa retrasarse si la empresa no obtiene licencias para los imanes de tierras raras chinos", continúa el texto.
La economÃa china sufre una prolongada crisis inmobiliaria, altos niveles de deuda de los gobiernos locales y una deflación persistente pero con una tasa de crecimiento anual del 5,4 % superior a la esperada durante los primeros tres meses de este año y estimulan a China a resistir la presión estadounidense.
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Andy Rothman, director ejecutivo de Sinology, una consultora con sede en California dijo al WP que "la economÃa china puede estar desacelerándose, pero quien esté sentado en Washington pensando que la economÃa china está al borde del colapso no está prestando atención",
"La tolerancia al sufrimiento que se causará es mayor en China que en Estados Unidos", dijo Rothman. "En EE. UU., hay tantos artÃculos de consumo... que no hay reemplazo inmediato. ¿Está la gente dispuesta y en condiciones de pagar el doble por zapatos para sus hijos?", añadió.
El panorama para Trump es complejo. Si continúa por este camino expone su modelo económico a una gran recesión con aumento de precios y empuja a históricos aliados de Washington a los brazos de Xi Jinping. Por el contrario, si cede y acepta que China no regirá bajo sus reglas estarÃa reconociendo su propio fracaso y el declive de Estados Unidos como potencia hegemónica.
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