El ex banquero Mark Carney asumió formalmente como primer ministro de Canadá el viernes, lo que lo coloca en posición de luchar contra los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump que podrían devastar la economía canadiense, dependiente del comercio.

Carney planea viajar a Londres y París la próxima semana para  fortalecer sus alianzas en Europa en medio de una tensión sin precedente con Estados Unidos.

'CBC News' informó que Carney reestructuraría su gabinete para negociar con Washington. El ministro de Finanzas , Dominic LeBlanc, se trasladará a la cartera de Comercio Internacional, con especial atención a la relación entre Canadá y Estados Unidos, y será reemplazado por el actual ministro de Innovación , François-Philippe Champagne. Una portavoz de Champagne declinó hacer comentarios. La oficina de LeBlanc no estuvo inmediatamente disponible para hacer declaraciones.

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Carney aplastó a sus rivales en la interna liberal que lo consagró como reemplazante de Justin Trudeau después de nueve años de liderazgo.

Carney, ex director del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, argumentó con éxito que su posición como alguien ajeno al tema y con experiencia en afrontar crisis significaba que era la mejor persona para enfrentarse a Trump y sus pretensiones de anexión.

 Carney que estaba listo para reunirse con Trump cuando "hay respeto por la soberanía canadiense". También dijo que mantendría vigentes los aranceles de represalia sobre los productos estadounidenses hasta que Estados Unidos muestre algo de respeto hacia Canadá.  

Carney que estaba listo para reunirse con Trump cuando "hay respeto por la soberanía canadiense". También dijo que mantendría vigentes los aranceles de represalia sobre los productos estadounidenses hasta que Estados Unidos muestre algo de respeto hacia Canadá

Carney debe nombrar un gabinete que probablemente no durará mucho en el cargo, ya que fuentes del Partido Liberal afirman que convocará elecciones anticipadas en las próximas dos semanas. Si cambia de opinión, los partidos de la oposición afirman que se unirán para derrocar al gobierno liberal minoritario mediante una moción de confianza a finales de marzo.

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Una vez convocadas las elecciones, Carney estará muy limitado en lo que puede hacer políticamente porque la convención dicta que no puede tomar decisiones importantes cuando se postula para un cargo.

Las encuestas de opinión actuales sugieren que será una carrera reñida con la oposición oficial, los conservadores, y que ninguno de los partidos obtendrá suficientes escaños para formar un gobierno.