La relación de Lula y Maduro se encuentra en un puto de no retorno. Si bien las relaciones formales se mantienen, el diálogo entre ambos está cortado por la posición del líder venezolano ante el fraude electoral del 28 de julio y cuyo resultado no fue reconocido por Brasil.
El pedido del brasileño para que se presenten las actas electorales para demostrar la transparencias de las elecciones cayó en los oídos sordos del régimen chavista y por eso, la mediación brasileña se congeló.
En ese marco, el asesor para asuntos internacionales del Gobierno brasileño, Celso Amorim, se declaró en contra de la entrada de Venezuela en los BRICS.
El ex canciller dijo en una entrevista con CNN Brasil que "yo no defiendo la entrada de Venezuela. Creo que hay que ir despacio. No sirve de nada llenar (los BRICS) de países, de lo contrario pronto se creará un nuevo G-77".
Amorim señaló que el ingreso de nuevos miembros al foro "tiene que ser muy bien estudiado" dentro de un contexto mundial "polarizado y multipolar".
"Hay que tener una concepción estratégica de las admisiones. Recuerden que el mundo está viviendo guerras con el potencial de convertirse en guerras mundiales. Así que los criterios de admisión son más importantes que el propio país", agregó.
Preguntado sobre Venezuela, el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, quien encabeza la comitiva brasileña que participará esta semana en la cumbre de líderes de los BRICS, en Kazán (Rusia), dijo a los periodistas que "todos los países candidatos tienen opciones" de formar parte del grupo.
Lula convocó a una reunión de urgencia para tratar la situación de la embajada argentina en Caracas
Entre los Estados que manifestaron públicamente su interés de ingresar en el foro, formado actualmente por nueve países, figuran Cuba, Venezuela, Turquía, Azerbaiyán y Malasia, entre otros.
Cabe recordad que en diciembre del 2023, los BRICS aprobaron en la cumbre de Sudáfrica los ingresos como miembro plenos a Arabia Saudita, Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Argentina. En ese momento, la presión para el ingreso argentino no fue de Brasil sino de China, ingreso que fue rechazado con la llegada al poder de Milei.
Hay algunos de los países del grupo emergente evalúa que Venezuela podría ingresar por su poderío petrolero pero las chances son muy bajas.
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