El gobierno de Brasil tiene en evaluación llevar a cabo una operación para rescatar Nicolás Maduro en caso de una invasión de Estados Unidos ordenada por Donald Trump.
El sitio brasileño especializado InfoDefensa publicó un artÃculo en el que sostiene que "el ala polÃtica del gobierno brasileño consideró la posibilidad de rescatar a Maduro, pero esto no conllevó la planificación ni la participación del Ministerio de Defensa ni de las Fuerzas Militares brasileñas: Ejército, Marina y Fuerza Aérea".
Se trata de un tema muy sensible que podrÃa aumentar la tensión de Lula con Trump y las Fuerzas Armadas de Brasil, que no comparte lo que se conoce como Operación Imeri.
"El nombre, tomado de la cordillera que divide Brasil y Venezuela por tramos casi inhóspitos de la Amazonia, simboliza el punto de encuentro entre dos realidades distintas: por un lado, la democracia brasileña, aún imperfecta pero floreciente; por el otro, la autocracia criminal y narcoterrorista de Nicolás Maduro, cuyo régimen se sustenta en la corrupción, la represión tiránica y las alianzas con cárteles transnacionales", detalla InfoDefensa.
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Otro punto que plantea el artÃculo es que la operación serÃa "una respuesta directa a la progresiva represión de Washington contra el narcoterrorismo en América Latina". Donald Trump ordenó el despliegue de tres destructores con misiles guiados en el sur del Caribe, acompañados por un contingente de aproximadamente 4.000 militares estadounidenses.
En este contexto surgió la Operación Imeri que fue concebida como un plan de evacuación selectiva. Según el sitio brasileño, las conversaciones iniciales tuvieron lugar entre el canciller Mauro Vieira y el canciller venezolano Yván Gil, en reuniones aparentemente informales en el marco de la cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA/CELAC) en Bogotá, los dÃas 21 y 22 de agosto de 2025.
Extraoficialmente, con la mediación de asesores militares, se planteó la posibilidad de rescatar a Maduro y a parte de su liderazgo, entregándolos a la custodia brasileña antes de que cayeran en manos del Comando Sur o de grupos armados de resistencia.
El plan tendrÃa dos vertientes complementarias. La primera movilizarÃa doce medios navales y aéreos de la Armada de Brasil, incluyendo el Portahelicópteros Multipropósito Atlántico, fragatas clase Niterói y el buque de muelle BahÃa. Esta fuerza, apoyada por destacamentos de Operaciones Especiales del Batallón de Operaciones Especiales de la Marina y el Grupo de Buzos de Combate, podrÃa establecer un corredor marÃtimo de evacuación.
Formalmente, según la Constitución Federal de Brasil, el despliegue de tropas brasileñas en el extranjero en guerras, conflictos u operaciones ofensivas requiere la autorización previa del Congreso Nacional. Sin embargo, InfoDefensa dice que "la maniobra polÃtica del gobierno de Lula clasificarÃa la operación no como una intervención o acción militar, sino como un ejercicio militar combinado en aguas internacionales".
El avión de carga estarÃa tripulado por aviadores experimentados de la Base Aérea de Anápolis y llevarÃa a bordo un destacamento combinado de Operaciones Especiales, compuesto por personal militar del Comando de Operaciones Especiales del Ejército (COpEsp), el Comando de Operaciones Especiales Navales de la Armada (CoNavOpEsp) y el PARA-SAR de la Fuerza Aérea.
En otro tramo, el artÃculo brinda detalles del supuesto plan y revela que "estas unidades, ya desplegadas en la región amazónica como parte de la Operación Atlas, se desplegarÃan para llevar a cabo una misión de infiltración rápida. El plan preveÃa un aterrizaje de asalto en una pista previamente seleccionada: el KC-390 aterrizarÃa a velocidad reducida, sin detenerse por completo, lo que permitirÃa la evacuación inmediata de Nicolás Maduro y sus allegados".
Al mismo tiempo, continúa, "la aeronave realizarÃa una maniobra de giro en U sobre el eje de la pista y reanudarÃa el vuelo sin pérdida de tiempo, minimizando la ventana de exposición. El destino serÃa la Base Aérea de Boa Vista en Roraima (el vuelo de ida y vuelta de Boa Vista a Caracas es de aproximadamente 3.000 km; para un vuelo de ida y vuelta desde Manaos, es de 5.000 km), donde sectores del Ministerio de Relaciones Exteriores planean aislar una zona segura".
"Desde allÃ, Maduro serÃa trasladado a una instalación segura, bajo vigilancia permanente del Estado brasileño, en una maniobra que se presentarÃa al mundo como "cooperación humanitaria", pero que, en opinión de Estados Unidos, no serÃa más que una acción para salvar a un dictador narcoterrorista y proteger su red de poder", remarca.
Finalmente, Infodefensa plantea que "la llamada Operación Imeri no representa una "acción humanitaria", sino un intento deliberado de evitar que Maduro y sus cómplices sean capturados, juzgados en tribunales estadounidenses o neutralizados mediante operaciones de precisión del Comando Sur".
"Al plantear la posibilidad de utilizar los recursos de las Fuerzas Armadas, la estrategia lulaista busca proteger a un régimen criminal de la responsabilidad internacional. Sin embargo, es la firmeza de Estados Unidos la que marca el rumbo del hemisferio: Washington demuestra que ningún esfuerzo clandestino podrá obstruir el curso de la justicia, y que la caÃda de Maduro es sólo cuestión de tiempo, un paso decisivo no sólo para Venezuela, sino para la seguridad de toda la región", concluye.
Resulta complejo que una maniobra de este calibre pueda desarrollarse sin que Lula pague un alto costo polÃtico de la misma forma que las consecuencias para Trump, Venezuela y la región en un hipotética operación estadounidense en territorio sudamericano podrÃa ser desastroso.
LPO pudo confirmar con fuentes del gobierno que lo que sà existe es una preocupación por la escalda dado que Brasil y Venezuela comparten fronteras y hay intención de Lula y su entorno de aportar soluciones a la crisis interna. Sin embargo, desde la elección fraudulenta del 28 de julio del año pasado, la relación entre Lula y Maduro quedó dañada.
La respuesta de Itamaraty fue contundente e hizo uso del derecho a réplica. AllÃ, publicó un comunicado en el que "el Ministerio de Relaciones Exteriores informa que carece de fundamento fáctico. En cuanto a la mencionada reunión entre el ministro Mauro Vieira y su homólogo venezolano, el artÃculo contiene información falsa, ya que el tema ni siquiera se mencionó en la conversación entre los cancilleres durante su encuentro en Bogotá, en el marco de la reunión ministerial de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) el 21 de agosto".
"Este Ministerio reitera la necesidad de que el sitio web, en futuras ocasiones, y en cumplimiento de la ética y las normas básicas del periodismo, realice una verificación de la información falsa que reciba de fuentes anónimas antes de publicar información relevante relacionada con la polÃtica exterior brasileña", responde.
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