
Jair Bolsonaro se sentó en el banquillo de los acusados y tuvo su primer cara a cara con el juez de la Corte Suprema, Alexander De Moraes, que investiga su responsabilidad como lÃder de una organización criminal que intentó hacer un golpe de estado contra Lula.
El ex presidente negó haber participado en cualquier intento de golpe de Estado o plan para arrestar a las autoridades. Admitió, sin embargo, haber discutido con asesores y comandantes militares alternativas "dentro de la Constitución" para intentar revertir el resultado de las elecciones de 2022.
Bolsonaro dijo que "las conversaciones fueron bastante informales, no se propuso nada, 'vamos a decidir'. Fue una conversación informal para ver si existÃa alguna posibilidad de una disposición constitucional que nos permitiera lograr el objetivo que no se logró en el TSE. Esto se descartó en la segunda reunión", declaró y reconoció que no habÃa suficiente apoyo para una ruptura institucional. "No habÃa un clima, no habÃa una base mÃnimamente sólida para hacer nada", afirmó.
También negó cualquier plan para arrestar a las autoridades. "Las Fuerzas Armadas, cuando se les asigna una misión legal, la cumplen. Una misión ilegal no se cumple. En ningún momento nadie me amenazó con arrestarme", detalló.
Comenzó el juicio por el intento de golpe a Lula y en el bolsonarismo se preparan para una condena
Al ser preguntado sobre las reuniones con el entonces comandante de la Marina, el almirante Almir Garnier, Bolsonaro respondió: "En ningún caso Garnier puso tropas a mi disposición. Si continuáramos con el estado de sitio, las medidas serÃan diferentes".
También afirmó que trató con los comandantes temas como las protestas de camioneros y las multitudes frente a los cuarteles. Según Bolsonaro, el tema central era el uso de la GarantÃa de la Ley y el Orden (GLO) en caso de disturbios. "Nunca salirse de las cuatro lÃneas (de la Constitución)", enfatizó.
Bolsonaro también habló sobre el aislamiento que experimentó tras su derrota electoral. "Sà hablé con militares, en aislamiento, para intercambiar información sobre la situación, porque cuando se pierden las elecciones se crea un vacÃo inimaginable. Conocemos a nuestros amigos precisamente en ese momento. Poca gente te busca, la gente busca distancia. Este vacÃo se llenaba a menudo con visitas y conversaciones amistosas entre algunos generales de las Fuerzas Armadas y yo", detalló.
Respecto al brigadier Baptista Júnior, entonces comandante de la Fuerza Aérea, planteó: "Hablamos con la gente después de dejar el poder, o cuando lo perdemos. Él siguió con sus asuntos. Nunca llamé a nadie, lo invitaron".
La estrategia de Bolsonaro fue mostrarse moderado y hasta se disculpó con Moraes y el resto de los jueces por acusarlos de estar involucrados en actos de corrupción durante las elecciones. La declaración se produjo después de que Moraes cuestionara directamente a Bolsonaro sobre una reunión con embajadores, en la que habÃa sugerido que ministros del Tribunal podrÃan estar recibiendo sobornos. "¿Qué pruebas tenÃa de que estábamos recibiendo 50 o 30 millones de dólares?", preguntó el ministro.
"No hay ninguna prueba, señor ministro. Tanto es asà que fue una reunión que no debÃa grabarse. Un discurso, una diatriba que utilicé. Si hubiera habido otras tres personas en los asientos, habrÃa dicho lo mismo. Asà que, les pido disculpas, no tenÃa intención de acusarlos a los tres de ninguna mala conducta", respondió Bolsonaro en un tono conciliador.
Incluso, en tono bromista, Bolsonaro le propuso a Moraes ser su vice en 2026, propuesta que fue rechazada el magistrado.
Bolsonaro es uno de los ocho acusados del llamado "núcleo crucial" de la trama golpista, según la FiscalÃa General de la República. El juicio continúa esta semana en el Tribunal Supremo con los demás testimonios.
El presidente del Partido de los Trabajadores, Humberto Costa, dijo tras la declaración que "Bolsonaro, el cobarde de siempre, miente al Supremo Tribunal Federal e intenta evadir pruebas irrefutables del intento de golpe. Pero admite haber presentado un borrador del golpe en el Palacio de la Alvorada y no puede explicar los diversos ataques que ha realizado contra la integridad del sistema electoral sin pruebas válidas".
"También admite haber discutido sobre un Estado de Sitio durante una reunión con comandantes militares, lo que revela el riesgo democrático que amenazaba al paÃs. Se acerca la hora de encarcelar a los golpistas", culminó.
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