El Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz ganó las elecciones estatales en Brandeburgo por un mínimo margen por encima de la ultraderechista de Alternativa para Alemania (AfD).

El SPD, que gobierna el estado que rodea la capital alemana, Berlín, desde la reunificación en 1990, alcanzó el 30,7 por ciento seguido por AfD, que llega al 29,5 por ciento, entre los tres mejores resultados históricos del partido por debajo del segundo puesto en Sajonia (30,6%) y el primer puesto en Turingia (32,8%).

La ultraderecha alemana gana en las elecciones regionales y agrava la crisis del gobierno 

Con este cuadro, se desprenden dos conclusiones. La victoria significa un respiro para el gobierno de Scholz  de cara a una eventual reelección en para las elecciones de septiembre de 2025 pero que tendrá una interna con el primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke, se había distanciado de Scholz durante la campaña local e incluso había criticado al gobierno federal. 

El SPD, que gobierna el estado que rodea la capital alemana, Berlín, desde la reunificación en 1990, alcanzó el 30,7 por ciento seguido por AfD, que llega al 29,5 por ciento, entre los tres mejores resultados históricos del partido por debajo del segundo puesto en Sajonia (30,6%) y el primer puesto en Turingia (32,8%)

Al mismo tiempo una ratificación de la fortaleza electoral de la ultraderecha que amenaza con consolidarse como segunda fuerza y es el partido más competitivo entre los sectores asalariados.

Hans-Christoph Berndt, candidato de AFD.

La tercera fuerza en esta elección es la Unión Cristianodemócrata (CDU) que obtuvo el 12,1 por ciento de las preferencias, su peor resultado histórico en este estado federado, mientras que la recién fundada Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista, que apenas hace cinco meses tiene presencia en Brandeburgo, llega al 13,3 por ciento, quedándose con el tercer lugar. Los Verdes, por su parte, se situarían bajo el umbral del 5 por ciento de los votos.

Con estos números, el reparto de escaños en el Parlamento de Brandeburgo podría ser el siguiente: SPD 30 a 33, AfD 29 a 30 mandatos, CDU doce mandatos, BSW doce a 13 mandatos y Los Verdes cinco mandatos, si consiguen superar el umbral del 5 por ciento de los votos. 

Scholz pierde apoyo en Alemania: sólo un 33 por ciento aprueba su gestión

La Izquierda y los Electores Libres están debajo de esa cifra, pero podrían optar a un escaño si se aplica una cláusula de mandato básico, pero eso se sabrá solo con los resultados finales.

Woidke, que gobierna en Brandeburgo en alianza con la CDU y Los Verdes, tiene con diferencia los índices de popularidad más altos entre los políticos del estado federado. Distanciado de Scholz, no hizo apariciones conjuntas con el canciller -que tiene su circunscripción parlamentaria en Brandeburgo- y llegó a decir que si el SPD no era el partido más fuerte en estas elecciones, renunciaría a su jefatura regional.

Otra de los sorpresas fueron los 14 escaños de Sahra Wagenknecht, una líder autodenominada de "izquierda conservadora" que busca canalizar el voto bronca por izquierda pero también robarle votos a AfD por derecha en los viejos bastiones de la Alemana del Este comunista. 

Otra de los sorpresas fueron los 14 escaños de Sahra Wagenknecht, una líder autodenominada de "izquierda conservadora" que busca canalizar el voto bronca por izquierda pero también robarle votos a AfD por derecha en los viejos bastiones de la Alemana del Este comunista

Sus detractores dicen que es una aliada de Putin. A principios de 2023, lanzó una petición para detener el envío de armas a Ucrania e intentar una resolución diplomática del conflicto. Su 'Manifiesto por la Paz' recibió unas 700.000 firmas en la plataforma de peticiones Change.org en menos de un mes.

Su postura sobre Ucrania ha sido elogiada y apoyada por la AfD y otros grupos de extrema derecha. Sin embargo, también ha puesto en aprietos a su antiguo partido, Die Linke, provocando la dimisión de dos destacados miembros de la formación.

Sahra Wagenknecht. 

Wagenknecht mostró su oposición frontal a las políticas migratorias de la excanciller alemana Angela Merkel. Sostuvo que las autoridades locales de Alemania no tenían ni el dinero suficiente ni la infraestructura necesaria para apoyarlas, lo que provocaría tensiones y conflictos sociales.  

Sus detractores dicen que es una aliada de Putin. A principios de 2023, lanzó una petición para detener el envío de armas a Ucrania e intentar una resolución diplomática del conflicto. Su 'Manifiesto por la Paz' recibió unas 700.000 firmas en la plataforma de peticiones Change.org en menos de un mes.

En 2017, afirmó que las políticas de Merkel eran parcialmente responsables del ataque islamista de 2016 en el mercado navideño de Berlín, en el que murieron 12 personas. También abogó por limitar el número de refugiados, una postura que no se considera muy controvertida en Alemania y que también expresó el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en 2023.

Para explicar sus opiniones sobre la inmigración, en 2021 publicó un libro titulado 'Die Selbstgerechten' ('Los santurrones'), en el que sostenía que la gestión actual de la inmigración perjudica a la clase trabajadora. El libro alcanzó el número uno en la lista de libros alemanes de no ficción, lo que la convirtió en una de las diputadas con más ingresos del país.