Cristina cerró con un gobernador conservador y tiró por la ventana a un Ãcono del kirchnerismo convencido. Guzmán ajusta y recibe crÃticas, pero sigue. |
La coalición peronista que alumbró Cristina Kirchner para regresar al poder es un animal en desarrollo. Crece y muta ante nuestros ojos, mientras trata de resolver sus vacÃos de forma y fondo. Un movimiento en modo beta, un work in progress con la plasticidad infinita del peronismo, bajo el mando férreo de la vicepresidenta.
El experimento convoca a una tarea fascinante, seguir el rastro de una construcción polÃtica que corcovea ante las simplificaciones. Si para algunos en el máximo nivel de la coalición, el problema de MartÃn Guzmán es su exceso de ortodoxia -cuidado fiscal-, Cristina se sube a la crÃtica pero el ministro sigue ahà y el ajuste avanza. ¿Descuido o cálculo? ¿Un ejercicio de contención polÃtica mientras se hace lo que hay que hacer?
Ortodoxia que obliga al economista MartÃn Tetaz, candidato de la oposición de centro derecha, a ubicarse a la izquierda del Gobierno y lamentar la poda del gasto en jubilaciones. Sólo con el peronismo.
Pero también se imponen retenciones a las exportaciones de carne, mientras el Estado avanza en concesiones estratégicas como HidrovÃa y Trenes de Carga. Se puede poner la etiqueta de "inconsistente" y a dormir tranquilos. O se puede mirar debajo de la mesa. Es bien interesante hacer el ejercicio de ver al peronismo buscando su nueva piel. No la encontró todavÃa, pero la está buscando. ¿Dónde se ubicará esta vez la aguja de ese experimento polÃtico que para bien o mal, fundó su alma con la Argentina?
Perón en su segundo mandato ajustó y logró estabilizar con bastante éxito, cuando la expansión del Estado empezaba a tocar los lÃmites de la frazada.
¿Estamos entonces ante un Gobierno que disimula un ajuste que convive con el salario real en pisos históricos, mientras espera que la economÃa se despierte? ¿Esas planillas optimistas que la alemana Volkswagen le muestra al ministro Kulfas son el inicio de una tendencia de recuperación de los sectores industriales o es apenas el efecto de la puerta que se abrió después del encierro? Na hay un plan. Ya lo sabemos. ¿Lo sabemos?
Cristina no es Menem y Alberto no es Cristina. "Tenemos un presidente moderado", sintetiza un funcionario de los que no resignaron el gusto por pensar la polÃtica. ¿Un presidente moderado con una vice radicalizada? Es la caricatura de los grandes medios. La realidad tiene un gusto especial por filtrarse entre los lugares comunes.
Alberto es el peronismo de centro, los gobernadores y los intendentes. Pero Cristina cerró con Perotti y tiró por la ventana a Rossi, el candidato de Alberto, bastante a la izquierda del gobernador de Santa Fe. En una sola jugada expandió los lÃmites de su construcción y descolocó el núcleo del análisis polÃtico fast food. ¿Máximo está a la derecha de Cristina, que está a la izquierda de Alberto? Depende. Y el depende pone nerviosa a la gente. Todos buscamos certezas. Las certezas son buenas para dormir tranquilo.
Pero podemos encontrar un eje que remite al ADN peronista: La búsqueda del poder. Ahora, el como se obtiene y aún más interesante, como se lo administra y consolida, abre un capÃtulo de finales abiertos. ¿En qué lugar entre Venezuela y Colombia se ubica la Argentina? Más sano que buscar afuera es mirar adentro. Ver al peronismo siendo peronista no deberÃa sorprender a nadie. Y sin embargo lo hace.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Eso sí, la plata paga los titulares calamitosos.
Eso no tiene nada que ver con el peronismo. Es la histórica hipocresía de la derecha argentina (que de "centro derecha" no tiene nada). si a tetas le preocupara el recorte del gasto en jubilaciones, debería haber estado en la plaza de los 2 congresos en diciembre de 2017 pero en vez de eso fogoneaba la reforma regresiva de Macri desde su columna en el programa de lanata y desde Twitter. La reforma que el macrismo desmintió infinidad de veces pero que impulsó contra viento y marea.
" ahora, un ajuste en medio d una depresion economica ininterrumpida desde 2018, en un escenario d genocidio, solo un imbecil puede negarse a darse cuenta cual sera el desenlace electoral"
Yo soy benévolo y voy a pensar que por pauta no podes criticar este desastre, porque si de verdad crees que hay algo a descubrir y este desvarío es maravilloso y es el peronismo es simplemente estupido, pero demasiado para tu oficio.
Saludos
- eso se llama cinismo, pero para su desgracia, a los peronistas ya nos cayo la ficha desde hace meses, Vicentin, hidrovia, y la ultima: DEG para pago al FMI,
- las facturas estan muy proximas en llegar, estamos ansiosos x q llegue las PASO y contemple el escenario electoral ante enorme forreo hacia nosotros
- es inentendible la osadia d arriesgar todo su capital politico, 40% votos nacionales, en una jugada q se sabe desde cero, q esta destinada al fracaso:
- ningun gobierno ajustador logro la reeleccion, y si este menemismo siglo XXI se viaja con el triunfo d Menem 1994, les aviso q se debio al voto licuadora....desaparecido el credito tras Alfonsin y la hiper del primer bienio menemista, las cuotas tras las convertibilidad disparo un shock d consumo q derivo en el triunfo del 94
- ahora, un ajuste en medio d una depresion economica ininterrumpida desde 1998, en un escenario d genocidio, solo un imbecil puede negarse a darse cuenta cual sera el desenlace electoral.