
Qué hay detrás de la furia libertaria contra el campo. FMI, reservas y atraso cambiario en el paÃs laberinto. |
El gobierno se asustó con las fuertes remarcaciones de precios, en torno al 10%, que se activaron en el inicio del nuevo sistema cambiario de flotación entre bandas. La expresión más visible de ese temor fue la reacción pública del ministro Caputo contra las firmas de consumo masivo Molinos y Unilever.
Pero por atrás del tuit del ministro se tomó una decisión de polÃtica económica: hundir todo lo que se pueda el valor del dólar, si es posible incluso por debajo del valor que tenÃa antes de la devaluación inicial del nuevo esquema cambiario. Esto es, en la franja de los 1.000 pesos.
Ya se sabe que para Milei la inflación en todo momento y lugar es un fenómeno monetario, pero en la Argentina los precios miran el dólar. Eso no lo dice Milei, pero lo hace. Planchar el dólar es su principal polÃtica desinflacionaria. Y esto es lo que estamos viendo, el plan dentro del plan.
El inconveniente de esta decisión, comprensible, es que complica la exigente meta de acumulación de reservas que el FMI incluyó en el acuerdo: 4.500 millones de dólares a junio. Como se sabe, el Fondo prioriza que los paÃses deudores junten los dólares para pagarle, por sobre la inflación que castiga a sus ciudadanos.
El otro inconveniente de pisar el dólar es que agrava las dificultades de actividades productivas como el campo, la industria y el turismo. En marzo las importaciones crecieron mas del 40% y las exportaciones cayeron un 2%. El superávit comercial se comprimió al mÃnimo. Tenemos entonces una economÃa que produce menos dólares, pero al mismo tiempo la inflación se aceleró porque descontó una devaluación, que el gobierno se apuró a sofocar.
En un mundo feliz, el Gobierno fija el dólar en 1.000 pesos, el campo liquida su cosecha y se acumulan las reservas para pagarle al FMI. Excepto, que no ocurre. La constatación la tuvimos este martes cuando el Central ofreció comprar 500 millones de dólares a 999,99 pesos por dólar y no apareció ningún interesado en vender. El gobierno envió una señal de precio al mercado, que se la devolvió con un amable mensaje: "Gracias, pero no, gracias".
Las exportadoras de granos que se nuclean en CIARA, que son las que realmente fijan el precio del dólar en la Argentina, pretenden un dólar ubicado entre los 1.250 y los 1.300 pesos. Esa es la franja de flotación real que imagina este actor clave de la economÃa argentina. No el océano que va de 1.000 a 1.400.
Esa percepción de lo que serÃa un valor del dólar para vender se extiende a los productores. Un empresario de la zona núcleo de la provincia de Buenos Aires afirma con bronca contenida: "Este dólar es peor que el que tenÃamos antes, yo meto todo en el silobolsa y espero hasta noviembre. Veamos que pasa".
Esta discusión explica el enojo tan kirchnerista contra el campo que estos dÃas puede observarse en los libertarios, que llegaron a la extravagancia de reivindicar las retenciones móviles de MartÃn Lousteau.
Uno de los técnicos del FMI que negoció en nuevo plan con la Argentina le comentó esta semana a un economista, que suele ser objeto de los ataques tuiteros del Presidente, el malestar del organismo con la decisión del gobierno de volver a empujar el atraso cambiario. "El Fondo querÃa un dólar en la franja de los 1.300 pesos", confirmó un dirigente polÃtico al tanto de ese debate. Tiene su lógica, el FMI quiere dólares, las cerealeras tienen dólares, las cerealeras quieren un dólar a 1.300, entonces el FMI pide un dólar a 1.300.
No les ha faltado astucia a Milei y Caputo en el jiu jitsu brasileño que le aplicaron al Fondo. Desesperados, porque se habÃan quedado sin reservas, apuraron el acuerdo y aceptaron todas las condiciones que semanas antes rechazaban con furia: devaluar, flotar, levantar el cepo. Pero una vez que ingresaron los fondos, armaron el plan dentro del plan y regresaron a su viejo esquema de dólar semi fijo y atrasado.
La convicción del Presidente y su ministro, que la economÃa argentina necesita un valor del dólar lo más fijo posible para ordenarse, es consistente con la historia del paÃs. Aún la limitada volatilidad actual del dólar, explica la dificultad para rearmar el carry trade. Por eso, la verdadera discusión no es flotar o no flotar, sino sobre el valor del dólar. Para el FMI, como escribió en el acuerdo, cuando el dólar valÃa 1.097 pesos estaba atrasado entre un 15% y un 25%, mientras que para Milei y Caputo tiene que bajar a 1.000 pesos.
Por supuesto que hay una especulación electoral. Si la inflación se acelera y se acerca a los dos dÃgitos que insinuaron las remarcaciones que dispararon todas las notificaciones en la Casa Rosada, los libertarios se asoman a la zona de la muerte a la que ingresó Massa cuando perdió la elección. Con un agravante: un dólar a 1.300 disuelve el relato libertario que aquà no hubo una devaluación.
Por eso, la administración libertaria tiene una razón de supervivencia polÃtica para defender el atraso cambiario. DifÃcil encontrar un argumento más importante para un gobierno.
La pregunta entonces es: ¿Están Milei y Caputo en condiciones de aguantar este dólar hasta las elecciones de octubre? Muy parecida a la pregunta que imperaba antes del "nuevo" acuerdo con el Fondo, porque se sabe, la Argentina no es un paÃs, es un laberinto.
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Esta bien que balanceaban con sueldos de misiera y ayuados por la feroz campaña contra los sindicatos, pero sin salarios no hay consumo y ahi es donde la ecuación patina.
Recordar que todo esto no es imaginación, ya ha ocurrido y las condiciones actuales lucen a punto caramelo con el cepo abierto al temible chiquitaje (exigencia no deseada por el Toto pero impuesta por el FMI para verdes frescos) con un alto poder de fuego en pesitos, de ahí también el posible temor del tesoro americano que una corridita les arruine el esfuerzo de ofrendarle al Toto vía FMI y demás multilaterales tantos verdes a fumar, poniendo en consecuencias una línea contingente a disposición...
Muchachos con este panorama de "tranquilidad" el pochoclo está asegurado por el resto del año mientras lo invitamos a Nachito a subirse a nuestra balsa así flotamos a la deriva entre las bandas y la banda del Toto&Co...jajajaja
Es como el chiste; Caputo a esta altura del FMI debe decir "como le gusta la japi..."
En fin, ya hasta ellos deben saber que en noviembre se viene otro reperfilamiento.
Los más audaces se subiran 3 meses, los más conservadores 1 o dos meses, porque siempre existe el riesgo de disparada de la inflación y de que una encuesta muestre que la gente se cansó de esperar a ser Irlanda y más vale volver a ser Argentina 2015 de nuevo, cuando era imposible viajar a Miami pero se podía comprar remedios, cargar nafta o hacer un asado el fin de semana.
La inflación anual de un dígito esta muy lejos y la mensual de dos muy cerca para poner todos los huevos al carry trade.
jajajajajajajajajajajajajaaaaa!!!
Estás para el stand-up, nabolete...
Nunca hubo un plan tan tan pero tan integral, verdadero y consistente.
QUE PELICULA ESTAN VIENDO ??? SE EQUIVOCARON DE SALA
NO PUDIERON TENER RAZON EN NINGUNA DE LAS NOTICIAS QUE VIVEN TIRANDO ENVENENADAS DESDE HACE MESES
Por eso mismo quiere tener mayor rentabilidad en dólares.
Como verás, el dólar aumenta pero los empresarios tan angurrientos quieren ganar más. Siempre más.
Segui laburando con el relato .troll conocido.
El dólar está "planchado" artificialmente gracias al préstamo del FMI que se va a volver a timbear Caputo.
Deja de decir boludeces y anda a ver al forro dan mejor. Deja que los grandes conversen