Gobierno
Macri paga el costo de una transición necesaria
Por Ignacio Fidanza
La pericia de Macri para mantener el rumbo entre las negociaciones infinitas, definirá su Presidencia.

 Exceptuando al kirchnerismo que mantiene la defensa de un proyecto populista-y está en todo su derecho-, la crítica al gobierno de Macri es más metodológica que de rumbo. El Presidente inició una corrección estratégica que en el trazo grueso regresa a la Argentina a una economía de mercado similar a la que impera en la mayoría de los países de la región.

Por definición, la operación de pasar de un régimen populista a uno de libre mercado es una transición política. Y se sabe que las transiciones suelen ser implacables con sus creadores, que aún exitosos, deben esperar décadas para que se les reconozca el trabajo realizado.

Es natural. El sentido profundo de la transición es cambio, mutación, proceso de transformación que deja inconformes de uno y otro lado. Unos porque pierden lo que tenían, otros porque lo nuevo no termina de llegar, con la urgencia de sus deseos. Navegar atemperando la revancha y amansando a los derrotados, no es tarea sencilla.

Pasar de un régimen populista a una economía de mercado no es una tarea sencilla. Las transiciones, que dejan inconformes de uno y otro lado, suelen devorarse a sus pilotos.

Por eso, mientras los seguidores de Cristina denuncian un ajuste impiadoso, desde la tribuna neoliberal miran los números del déficit y acusan al Gobierno de practicar un kirchnerismo de buenos modales. Paradoja clásica de toda transición. Adolfo Suárez, lamentablemente, no está vivo para consolarlo.

La buena noticia es que Macri parece dispuesto a pagar el precio. No es poco. 

Como sea, el proceso histórico en el que está embarcado lo excede y eso es lo interesante. Si se mira hacia delante, las opciones que empiezan a bosquejarse: Sergio Massa, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, María Eugenia Vidal, son variantes de su orientación programática, en todo caso con la promesa implícita de mayor eficacia en la gestión política y tal vez una sensibilidad social más aceitada. Habrá que ver. Pero es indudable –si se miran las encuestas-, que el regreso al populismo es una salida sólo para un porción minoritaria de los argentinos.

Tal vez esa sea la razón que explique porqué Macri dejó de caer en las encuestas, porque en el medio del tarifazo, el pico inflacionario y la caída de la actividad, la mayoría de la población mantiene una paciencia budista, que parece exceder incluso la tontería apresurada de prometer un repunte en el segundo semestre. Tontería que Gabriela Michetti se apuró a corregir, con más visión política que aquellos que se burlan de su “sincericidio”. Siempre es mejor anticipar las malas noticias que esperar la decepción.

Y ese es otro dato alentador. Los argentinos, por una vez, parecemos dispuestos a transitar el camino a la madurez. No hay recetas mágicas. Bienvenidos al mundo. Las inversiones hay que pelearlas. Generar trabajo digno es difícil y pasar de una economía sojadependiente a un modelo de desarrollo diversificado puede llevar décadas. Pero veamos la trayectoria.

El chavismo que no fue

Cristina trazó una línea que apuntaba al firmamento chavista. Forzó así a un extremo, a un peronismo que siempre fue más parecido al PRI mexicano que al socialismo cubano. Y como era lógico, ese esfuerzo ideológico terminó ralentizando el proceso que imaginaba la ex presidenta.

Hoy, la Venezuela de Nicolás Maduro logró el milagro de convertir en sensatos al régimen de los Castro. Así de mal está ese experimento, prometido como el paraíso recuperado.

Unos miles de kilómetros más al sur, el peronismo retoma –con contradicciones- la corrección programática que ensayó Néstor Kirchner, luego de la eclosión del neoliberalismo de Carlos Menem. En esa franja se mueven Massa, De la Sota, Urtubey, Gioja y Bossio, por citar algunos.

Es un remix de aquel peronismo renovador de Cafiero que supo combinar ideas modernizantes con justicia social. Un regreso a las fuentes que seguramente agrada al paladar de Carlos Grosso, no casualmente uno de los primeros en advertir sobre los desplazados del modelo menemista; hoy integrante muy escuchado de la mesa chica del Presidente.

Es ese viejo sueño incumplido de convertir al peronismo en un PSOE a la Felipe González, que hoy enfrenta la disincronía de vivir en un mundo que acumuló decepciones. Sin embargo, esa sensibilidad que se abre paso en las aguas subterráneas del partido mayoritario de la Argentina, ofrece a Macri la oportunidad de darle a su Presidencia un rol histórico ingrato pero valiosísimo: Ser el Gobierno que regresó a la Argentina a la senda de la normalidad. Aquel que pagó su libra de carne, para que tal vez otro disfrute de la cena.

Claro que las acechanzas son tremendas y la falta de política es evidente y fue advertida. Por eso, por ejemplo, Macri puede perder las elecciones del año próximo. Porque incide lo estructural y lo operativo. Pero algunas derrotas bien orientadas valen más que victorias oportunistas. O dicho de otra manera, nadie dijo que la redefinición de un Estado sobredimensionado y agotado, iba a ser agradable. 

El otro riesgo, mucho más serio, es quedarse a medio camino de todo y no resolver nada de lo importante. Es el riesgo ineludible de las transiciones y lo que en definitiva juzgará la presidencia de Macri: Su pericia para, entre negociaciones infinitas, ir llevando el pulso de la línea trazada.

Temas de la nota:
Publicar un comentario
Para enviar su comentario debe confirmar que ha leido y aceptado el reglamento de terminos y condiciones de LPO
Comentarios
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
  • 6
    gabriel
    16/06/16
    12:01
    Muy pobre análisis, el peor que haya leido. De un lado "el populismo" y del otro "la normalidad", sin explicar nada respecto a como define a esas categorías. Este blanqueo es el peor curro de la historia y esta reforma del régimen previsional es la perdición de los jubilados.
    Responder
  • 5
    Marcelo Zanovello
    15/06/16
    23:29
    País de ignorantes realmente. Diganme lo k y los progre como hacen para sacar agua de las piedras. Aún con una máquina de generar dólares como tiene Venezuela no son capaces de generar riqueza sustentable, lo único que saben hacer es gastar la que nunca generan pero eso sí, se llenan la boca diciendo que son los defensores de los más marginados y cuando irremediablemente fracasan la culpa la tienen los cucos: las corpo, los yankies y toda la sanata de verduras a las que nos tienen acostumbrados y les mienten a los pobres que alguna vez creyeron en ellos y se dejaron convencer con la dulce pero efímera melodía
    Responder
  • 4
    Joaquín Zajac
    13/06/16
    02:01
    Lamentable tu escrito. Un análisis nauceabundo que se pretende serio por ir en el mismo sentido en el que hoy por hoy van las cosas. Te olvidás que los populismos redujeron drasticamente la desigualdad, y volvieron a encarrilar la macroeconomía después del desastre al que los proyectos de mercado de los noventa nos habían llevado. Una salida de mercado para nuestro continente dependiente es un engaño, y los mercenarios como vos trabajan en función de vender ese engaño. Disfrutá el cheque que te hicieron llegar del gobierno, yo esta página de mierda no la leo nunca más.
    Responder
  • 3
    ernesto
    12/06/16
    18:50
    Dicen por ahi que Nacho no recibía un sope y que Marcos le decía "hace periodismo". Igual varios funcionarios pasaban el sobre desobedeciendo al inefable Marquitos por temor a esta página del "circulo rojo". Nacho era implacable con sus editoriales, mataba al uno pero exceptuando al CEO de Shell, no se metía con ningún ministro.
    Esta editorial me dice que algo cambio, ahora es "un proceso destinado al éxito". Parece que por fin a los sobres, se le sumó la valija oficial. Felicitaciones Nacho, sos el mas grande de todos los extorsioperiodistas argentnos. Como soles escribir, no es poco.
    Responder
  • 2
    dariush
    12/06/16
    18:44
    A esta gente el Departamento de Estado la puso en el poder para optimizar el beneficio de las empresas oligopólicas; concentrar el ingreso a los sectores empresarios y terratenientes, en desmedro de la masa trabajadora y las clases medias; asumir deudas ilegítimas, y contraer mayores endeudamientos onerosos; entregar los recursos naturales en forma gratuita; sepultar cualquier iniciativa regional con países vecinos; licuar gran parte de olos beneficios de los sectores más desprotegidos. Reconociendo que a la banda delincuente K había que echarla, y que la mayoría votó a esta opción sin tragarla, se están confirmando los peores temores sobre sus políticas regresivas, amén de que su transparencia y honestidad dejan mucho que desear.
    Responder
  • 1
    tomasdeesta
    12/06/16
    12:02
    Que se trate de dar una imagen de una "correccion" a las medidas que esta aplicando este gobierno y acusar de "populismo" por que muchas de las medidas aplicadas fueron en veneficio de los mas necesitados y derechos para estos, me parece querer como siempre quiso la derecha justificarce en sus actos cometidos contra las mayorias en nombre de por ej la libertad de mercado. No esuchamos todavia que se hablara de igualdad o re-distribucion de la riqueza que hoy por hoy la tiene el 1% de la poblacion mundial, y no es motivo el que en Latinoamerica se vivan aires de similares caracteristicas para justificar este rumbo. Este gobierno para mi vendera lo poco que nos queda de independencia economica e institucional a los grandes mercados y los hara con el acompañamiento de los medios que lo llevaron al poder como complices. Esto es lamentable para nuestro pais
    Responder
Noticias relacionadas

Macri, llegó la hora de cambiar

Por Ignacio Fidanza
La impresionante movilización sindical confirma que terminó la luna de miel. Crisis interna y necesidad de cambio.