Cristina Kirchner mordÃa en silencio la frustración por el ajuste en marcha. El alegato de Luciani y las vallas de Larreta le dieron el combustible que habÃa perdido. |
El peronismo es un movimiento pasional. Basta repasar su historia, que tiene hasta santas apócrifas como Evita. No es un partido de programas racionales, aunque puede incluirlos. Su motor es la construcción de una saga de luchas épicas, siempre desde el lugar de los débiles que se alzan frente al poder. Pero sobre todo, el peronismo es una máquina de apropiarse y producir sÃmbolos. AsÃ, los caudillos federales ahora son peronistas y desde el paso de Cristina por el poder, también Belgrano es peronista. Perón y Evita, Néstor y Cristina y ahora Cristina-Evita.
No hay muchos movimientos polÃticos en el mundo de hoy con una capacidad tan desbordada para producir imágenes, relatos de luchas desiguales, angustiadas, siempre a punto de desaparecer y siempre renaciendo. De las patas en las fuentes de la Plaza de Mayo a las selfies para Instagram junto a las vallas derrotadas de Larreta. Y asà se puede seguir al infinito. Tarea para semióticos del poder.
Pero vayamos a la polÃtica. La tenÃan agonizando en silencio, rumiando la frustración por el tremendo fracaso del experimento Alberto Fernández, que necesitó la intervención de Massa, el ajuste en marcha, el aterrizaje a un mÃnimo de profesionalismo, no ya de ortodoxia, sino al menos de registro de los lÃmites de la realidad. En eso estaba, en un ocaso controlado, pero ocaso al fin.
Cuando vino Luciani con su "alegato" de nueve dÃas y seis horas diarias. Acaso no fue tanto el pedido de pena, paso procesal ineludible, sino la percepción que se estaba montando una máquina de anulación polÃtica. Se puede argumentar que no fue asÃ, pero difÃcil negar que faltó mesura y una mÃnima conciencia del terreno muy delicado que se estaba pisando.
Como sea, el efecto polÃtico logrado fue darle a Cristina la épica que no encontraba. Obligó, además, de Alberto para abajo, a la mayorÃa de la dirigencia peronista a respaldarla, unirse ahora en la pelea de evitar su detención. Es más, casi podrÃamos decir que la detención es necesaria -al menos un tiempo- para darle un broche de oro a su biografÃa peronista.
Todo drama histórico que se precie pivotea sobre esos ejes, tensión con el poder, riesgo de vida, prisión, final redentor. Pero el peronismo lo mezcló con movilización popular, discursos quebrados y pueblo sufrido que recupera dignidad, para amplificarlo con la fuerza de un riff de Red Hot Chilli Peppers.
Ahora la señora tiene tema, para hacer campaña y movilizar a ese mundo cristinista que andaba frustrado. Para senadora le sobra, para presidenta habrá que ver. Pero es innegable que la carta presidencial estaba descartada hasta el preciso momento que Luciani coronó sus alegatos y activó la máquina de sentido peronista.
Larreta contribuyó a la búsqueda de esa épica con la torpeza de las vallas. Se podrÃa haber subido a la irrupción, la podrÃa haber convertido en un Lollapalooza peronista, con food trucks, baños quÃmicos y un escenario para bandas trap, un epicentro de extravagancia populista a incorporar en el circuito del Bus TurÃstico. No se enojen, es un chiste. Pero lo cierto es que de las mil opciones que tenÃa, se fue derecho a las vallas. Y después dejó que se las levanten. Resultado: todos en contra. Ahora a hamacarse.
Al interior de esa celada al revés que se montó el larretismo recrudecieron las internas. Felipe Miguel fue sindicado como el gran responsable del plan sin estrategia de salida que fueron las vallas. Jorge Macri aprovechó para cobrarse la decisión del jefe de Gabinete porteño de excluirlo de una discusión delicadÃsima, que la Ciudad abordó como un problema de "vecinos" de la Recoleta, sin entender que se estaba metiendo en un terreno cargado de sÃmbolos polÃticos de nivel presidencial.
No están bien las cosas entre Felipe Miguel y el primo del ex presidente, que irrumpió en la lógica de laboratorio de ONG del larretismo, con el pragmatismo de un barón del Conurbano. Miguel reaccionó apurado por la presión de Larreta, a la vez presionado por el cÃrculo rojo. Hay un problema persistente entre quien se supone es el candidato a presidente más fuerte de la oposición y ese poder real que todavÃa mira a Macri.
Hay que reconocerle a Macri cierto olfato natural. Por algo es el único dirigente de primera lÃnea de la oposición que evitó alimentar la hoguera de Cristina y miró con la misma distancia el fallido juicio polÃtico a Alberto. Casi no habló de esos temas, prefirió centrarse en el desorden económico. El otro que salió entero fue Manes, limitándose a describir lo obvio, sacó chapa de serio: "El juicio polÃtico es fulbito para la tribuna".
¿Esto significa que el peronismo recuperó horizonte electoral? Por ahora no parece. Porque aún recargada, esta Cristina sigue sin lograr acercar a esa clase media que se le perdió en su tránsito -imaginario o real, es lo mismo- a la izquierda. Es más, es posible que estemos ante un fenómeno paradojal, que al mismo tiempo que activa y revitaliza su base, consolide la distancia con los sectores medios. O no.
Y mientras tanto, por debajo avanza el ajuste, pronto llegarán las facturas de agua, luz y gas con los aumentos y la brecha del dólar sigue ahÃ.
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La torpeza de haber alentado a los mauricistas a festejar e insultarla 'nuevamente' en la puerta de su domicilio, esta vez por el pedido de 12 años de carcel por "corrupción con la obra publica" (que no advirtieron que esta vez les iba a salir el tiro por la culata), va a sacar de la cancha a quien de "manejos de la obra publica sabe mas que ninguno".
Se decia que la sra. ya se estaba mudando a San Telmo, cansada de los insultos diarios que le prodigaban los defensores del sr. Mauricio, pero, SEMEJANTE TORPEZA hizo que reviera su decisión, al advertir (sin planear ella nada) que esta vez la maniobra FUE INOPORTUNA (para el sr. Mauricio), y que solo tuvo el efecto de cambiar su situación (AHORA EN ESA ESQUINA, SE INSULTABA AL SR. MAURICIO Y ELLA SE REGOCIJABA CON LA ESPERADA VENGANZA, conociendo su comportamiento, ahora no se va a mudar ni loca).
Despues de esa torpeza, se quiso solucionar con las vallas. No funcionó, pero el problema no fueron las vallas sino el haber pretendido meter el dedo bien adentro en la llaga, Regocijarse antes de tiempo, como ella misma hizo con Moyano cuando casi estaba preso.
En esa línea fueron las vallas: anticipar la futura persecución que fantasean bajo la narrativa de presentar a los K cómo subhumanos que merecen lo peor
jamas Cristina tuvo el voto d lo q los medios consideran: "clase media"' (rentistas-profesionales liberales)
el voto d Cristna siempre fue:
LABURANTES (en actividad o jubilados)
DESEMPLEADOS (con planes o sin ellos)
Y OBVIAMENTE PERDIO CAUDAL ELECTORAL, PERO NO X UN GIRO A LA IZKIERDA...
EL GIRO LO DIO HACIA LA DERECHA, 2014;
-MAXI DEVA KICILLOF 2014
-AUMENTO TASA INTERES
-AUMENTO TARIFAS: ''SINTONIA FINA"
-PAGO REPSOL
-PAGO JUICIOS CIADI
-PAGO CLUB PARIS
-LEY ART
-GALLUCCIO YPF-CHEVRON
-CANDIDATURA SCIOLI
-OKUPA 2019
-AJUSTE GUZMAN-BATAKIS-MASSA
tiene una oportunidad unica gracias a la imbecilidad d los gorilas:
- SE LES VENIA UN ESTALLIDO SOCIAL AL MOMENTO D LLAGAR LAS FACTURAS SIN SUBSIDIOS Y LOS PRECIOS DEL SUPER POST TARIFAZO ENERGETICO A EMPRESAS
en lugar d eso:
CALLES LLENAS HACIENDOLE EL AGUANTE....
peeero:
LA VISCERA MAS SENSIBLE DEL HOMBRE ES EL BOLSILLO, Y LAS FACTURAS SIN SUBSIDIOS TODAVIA NO LLEGARON....
tiene tiempo para:
PARAR EL AJUSTE, Q INEXORABLEMENTE TERMINARA EN ESTALLIDO
los gorilas le dieron la oportunidad d un segundo tiempo,
y si no kiere terminar en cadaver politico:
TORCER ESE VOLANTE Q GIRO A LA DERECHA EN 2014 Y PONERLO EN DIRECCION HACIA EL MODELO PERONISTA