
El afán de afirmar el cambio deja de lado la idea de unicameralidad. Un cuerpo con privilegios únicos y aduana de la gobernabilidad no corre riesgos. |
Con la reforma constitucional que impulsa el gobernador Maximiliano Pullaro, el Senado se asegura de que nada cambie. La posibilidad de que Santa Fe vaya a un régimen legislativo unicameral es un motivo de debate público que lleva décadas, pero jamás existieron las chances de que la Cámara Alta desaparezca. Ni que se altere la capacidad de sus integrantes, por lo menos hasta ahora, de ser electos a perpetuidad.
Los representantes de la Comisión de Asuntos Constitucionales se aseguraron ayer que el artÃculo 31 de la Constitución de Santa Fe de 1962, la vigente, no sea tocado. Este define que el Poder Legislativo de la provincia es ejercido por la Legislatura, compuesta de dos Cámaras: Senadores y Diputados. Al no incorporarse al debate en una eventual Constituyente los legisladores actuales evitan que convencionales soberanos generen la mÃnima incertidumbre sobre un cambio que borre de un plumazo al Senado.
El debate sobre la necesidad y vigencia del Senado en Santa Fe es histórico. Si hay una institución que sea asimilable al concepto de casta difÃcilmente haya algo comparable en la provincia. La crÃtica más usual es que es un órgano replegado sobre sà mismo, garante del statu quo más conservador, con representantes que se reeligen de manera eterna y que se manejan en sus departamentos como señores feudales. Y que por su carácter concentrado en número de miembros -uno por cada uno de los 19 departamentos-es una suerte de cuerpo autónomo estable que es aduana de la gobernabilidad.
Entre las crÃticas usuales se plantea que hay representantes adosados de manera eternas a su escaño que representan una población a veces más pequeñas que un barrio de Rosario o Santa Fe. Por ejemplo Garay, sobre el Paraná, tiene 24 mil habitantes. Vera, en el lÃmite con Chaco, 22 mil. Y que los senadores reciben un dinero en subsidios que les permiten de manera sujeta a reglas muy flexibles el ejercicio de un patronazgo en sus territorios, que los eternizan en sus bancas a la vez y que regulan con eso muy fuerte a los gobernadores.
El termómetro del gobierno
Pullaro llegó al gobierno con un millón de votos, lo que supone un muy alto nivel de adhesión. La coalición que lo impulsó obtuvo en el Senado 14 de las 19 bancas lo que le da un control inédito a un partido distinto del justicialismo. Esos guarismos que libraron de ataduras históricas llevó al ex gobernador Antonio Bonfatti, aliado de Pullaro, a decir ni bien se conoció la integración legislativa: "Yo goberné extorsionado por el Senado".
Dentro del oficialismo, en el ámbito más cercano a Pullaro, defienden la bicameralidad. Entienden que es lo que permite compensar presencia y decisión de los territorios menos poblados y más alejados de los centros urbanos, en una provincia que concentra en sus dos mayores ciudades, Rosario y Santa Fe, el 40 por ciento de sus 3.400.000 habitantes. "Sin Senado habrÃa departamentos con fuerte capacidad productiva que no tendrÃan voz legislativa por falta de representación suficiente. El polo metalmecánico de Las Parejas, por ejemplo, no estarÃa representado si el departamento Belgrano no tuviera un senador", dice un referente polÃtico que es una de las voces de Pullaro.
Para los defensores de la unicameralidad, el criterio de representación territorial que ofrece el Senado se puede salvar con un esquema que en una Cámara de Diputados única adopte un criterio electoral que obligue a pisos de representación por jurisdicciones. Igualmente lo que tensa el debate no es esto, sino la historia de abusos de poder de un Senado que durante décadas le puso un candado infranqueable a cambios polÃticos, tales como la ley de paridad de género, o adelantos en educación o de información pública. Y que cuando tuvo a algún senador investigado también activó cerrojos bastante reñidos con la honra.
Por ejemplo cuando cinco senadores tuvieron en 2017 denuncias por enriquecimiento ilÃcito por el uso de subsidios la salida que se dio, avalada por Diputados, es dar a la Legislatura la facultad sobre la conducta de los fiscales, generando un efecto de disciplinamiento a esos investigadores incluso advertido por magistrados.
Hasta ahora en los espacios de representación tradicional no hubo planteos para eliminar el Senado salvo el de Amalia Granata que ante la vacante del peronismo apuesta a ser la cara aglutinante de la oposición a Pullaro. "Nos vamos a presentar a las elecciones para constituyentes, las vamos a ganar y lo primero que vamos a reformar de la Constitución son los privilegios de la casta polÃtica santafesina empezando por la unicameralidad y sacando el Senado", dijo. Pero en el momento en que se debate la necesidad de la reforma está ausente por un viaje al Vaticano a ver al Papa Francisco.
Un dirigente que integró un equipo económico provincial es reticente a la idea de que el Senado genera equilibrio territorial en las representaciones. "Hace treinta años me parecÃa bien que Vera (departamento de 50 mil habitantes) tuviera la misma representación que Rosario. Pero ahora, viendo el señorÃo de senadores eternos, mi opinión es distinto", observa. "El cuerpo es mÃnimo y a veces más poderoso que el gobernador. Es más fácil cerrar con los senadores que son menos, y arreglan la caja, que con los diputados. En Santa Fe las leyes de presupuesto el Ejecutivo siempre las ingresa por el Senado, desde la época de Reutemann, porque ahà cocinan todo más fácil".
El contraste con Córdoba
Tres semanas atrás, el diario La Capital de Rosario consignó en una nota que la de Santa Fe es la tercera que más gasta entre las Legislaturas de todas las provincias. También consignó que cada legislador santafesino insume cuatro veces el gasto de uno de Córdoba. Esta provincia tiene solamente cámara de Diputados. Pero en total tiene 70 representantes. En Santa Fe son 69 representantes (50 diputados y 19 senadores).
Esto es en buena parte por los recursos del Senado. En el presupuesto 2025 que el gobierno provincial acaba de mandar a la Legislatura la partida para el funcionamiento del Senado es $58.562.317.000. La planta, que incluye a los 19 senadores, es de 593 personas, de las cuales 286 constituyen planta permanente y 307 temporarios. Los cargos individuales del mayor número de personas suponen 185 jefes de oficina y 113 jefes de división.
El presupuesto para el Ministerio Público de la Acusación, que es el órgano que nuclea a los fiscales provinciales y empleados encargados de la persecución del delito, asciende en el presupuesto 2025 a $ 4.913.892.000. Es casi trece veces menos de lo que recibe el Senado.
Un dirigente muy próximo a Pullaro se distancia del criterio del gasto. "La legislatura más barata es la de Formosa. ¿Por qué? Porque la oposición no tiene la posibilidad de hacer nada desde la Legislatura". Esto justamente permite, en la inferencia de ese razonamiento, que el gobernador se atornille en su asiento.
Más que por su capacidad de generar equilibrio para sus distritos, los senadores santafesinos lo que lograron fue imponer condiciones terminantes para la gobernabilidad, con intercambios más que jugosos en su provecho. El chantaje al que aludÃa Bonfatti, que gobernó entre 2011 y 2015, porque para atemperar la sed de un Senado exigente acordó otorgar subsidios multimillonarios a los usuarios de sus 19 bancas, en el marco del llamado Plan de Fortalecimiento Institucional. Asà fue que los encargados de legislar también pasaron a tener como rol la acción social asistiendo a instituciones pero, muchas veces, repartiendo dinero a destinos no claros.
En 2017 el radical Jorge Boasso, actual secretario de Seguridad Social de Santa Fe, denunció a cinco senadores por destinar subsidios a fundaciones ligadas a ellos mismos. Contra esto la Legislatura replicó tomando la potestad de investigar fiscales sacándosela al Ministerio Público de la Acusación en una sesión sin debate y por unanimidad. Frente a las amenazas la reacción corporativa siempre fue veloz y cerrada. Hace cuatro años dos fiscales pidieron llevar a imputativa al senador Armando Traferri por recepción de dinero ilÃcito para la campaña polÃtica. De modo transversal sus pares lo protegieron rechazando quitarle los fueros.
En el actual debate desde el oficialismo se esgrimen voces que piden no tirar al bebé con el agua de la palangana. Se puede incorporar un apartado constitucional de responsabilidad fiscal que imponga lÃmites claros para gastos y erogaciones, aducen, sin necesidad de eliminar el Senado. En algún momento los socialistas aliados de Pullaro barajaron reemplazar el criterio de representación. Como hay departamentos que comparten cualidades regionales y culturales la propuesta era crear cinco zonas con cinco representantes. Eso hacÃa pasar los 19 miembros del Senado actual (uno por departamento) a 25 pero con un esquema más lógico de representación, con asignación de bancas a las minorÃas y con pauta de género.
Pisando en punta de pie para no arruinar el dictamen que permita avanzar con la ley de necesidad de la reforma, la coalición oficialista a todas las modificaciones del Senado las guardó en la bandolera. "Para ser concreto la prioridad es reformar la Constitución y hay q hacerla viable. Y para habilitarla se necesitan dos tercios ambas cámaras", le dijo a LPO desde el recinto un legislador.
Se estudiaba quitarle a la Legislatura la facultad de sancionar a los fiscales, también la restricción a la ley de fueros, y establecer condiciones para el control de gastos. Pero hasta ahÃ. El Senado jamás va a votar una reforma que lo haga desaparecer. Y como dijo el legislador, para enmendar la Constitución de Santa Fe hace falta dos terceras partes de cada cuerpo. Ni siquiera se alterará la posibilidad de la reelección indefinida de sus miembros. Casi todos los legisladores hablan en off. También lo hizo una periodista cuando se cerraba esta nota. "A esa minicasta no la tocan".
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
- 305/12/2419:21Siempre es más difícil transar con dos Cámaras en lugar de una sola !!!!! Lo que debe mejorar la calidad institucional de cada Cámara !!!!! Utilizando una comparación, como de las escuelas santafesinas la mayoría de los alumnos que se reciben son burros, entonces cerremos todas las escuelas santafesinas !!!!! Lo correcto es mejorar la calidad institucional de ambas Cámaras !!!!! Igualmente creo que esa provincia después de varias décadas gobernadas por grupos de izquierda va a ser muy difícil que vuelva a ser lo que fue en el pasado !!!!!!
- 205/12/2416:47Muy buena pieza de periodismo político. Percibo que además de los vicios senatoriales santafesinos (senadores con más poder que el propio gobernador) , hay otro atavismo no menos espantoso: el del unitarismo porteño que aún prevalece en las almas bellas (la general paz no las divide) que pueblan esta enorme colonia llamada Argenlandia. Nadie comenta ni posa la mirada en lo que está más allá de microcentro porteño.
- 105/12/2412:29Pensar que todas y cada una de las provincias de mierda tiene su propia Constitución... Qué ridículo