En este siglo XXI la irrupción de la tecnología ha revolucionado el funcionamiento del Estado. El Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires consciente de la necesidad de ser eficiente, facilitar la actividad de los abogados y estar más cerca de los ciudadanos ha incorporado los recursos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para optimizar los mecanismos de gestión judicial.

La incorporación de las TIC´s ha reinventado la forma en que la justicia toma sus decisiones. En la Ciudad la Ley 4.736 (de utilización de expedientes electrónicos, documentos electrónicos, firma electrónica, firma digital, comunicaciones electrónicas, notificaciones y domicilios electrónicos), la Ley 6.402 (de domicilio electrónico y firma digital en el Código CAyT de la CABA) y la Ley 6.452 (de audiencias virtuales) han revolucionado la forma en la cual la judicatura porteña avanza con un cambio de paradigma, que la ubica a la vanguardia de la administración de justicia.

Desde la Secretaría de Administración General y Presupuesto del Poder Judicial de la CABA hemos puesto el foco en la incorporación de las TIC´s en la gestión judicial como herramienta para ampliar el acceso a la justicia, cumplir con los estándares de transparencia y de rendición de cuentas y brindar un servicio más eficiente y ágil y, en general, proporcionar un democrático acceso de la justicia.

La incorporación de las TIC´s ha reinventado la forma en que la justicia toma sus decisiones. Desde la Secretaría de Administración General y Presupuesto del Poder Judicial de la CABA hemos puesto el foco en la incorporación de las TIC´s en la gestión judicial como herramienta para ampliar el acceso a la justicia, cumplir con los estándares de transparencia y de rendición de cuentas y brindar un servicio más eficiente y ágil.

En el Consejo de la Magistratura de la CABA estamos inmersos en una etapa que podría denominarse "e-justicia", la cual se desarrolla con la incorporación del gobierno electrónico a la justicia, avanzando con las TIC´s y particularmente internet, como instrumento para posibilitar el trámite digital de las causas por los abogados litigantes, el ahorro de tiempo, la economía procesal, la celeridad en la tramitación de los expedientes, la mejor comunicación entre las partes y la eliminación de las barreras de acceso.

Se implementó el Expediente Judicial Electrónico "EJE", el Portal del Litigante, la Oficina de Defensa del Litigante, la Mesa de Entradas Electrónica, la Firma Digital y la Firma Cloud, que permite firmar digitalmente documentos electrónicos sin Token y desde cualquier dispositivo. Se han digitalizado 21 millones de fojas de expedientes judiciales, se incorporaron sistemas de videoconferencias, se implementó JUC- Justicia Compras, el Código QR y el Sello Electrónico para el diligenciamiento de cédulas a domicilios físicos, el SISTEA, Sistema de Trámites Electrónicos, el Sistema de Turnos Digitales y otros desarrollos tecnológicos internos para eficientizar la administración del Poder Judicial.

El Consejo de la Magistratura de la Ciudad está desarrollando una administración judicial moderna, eficaz, eficiente y transparente. Se está anticipando al futuro con la generación de un cambio en la cultura organizacional y con el desarrollo de las más avanzadas TIC´s, con base en el Plan Estratégico.

En el Poder Judicial porteño reafirmamos los principios de independencia, inmediatez, rectitud, imparcialidad, datos abiertos, inclusión, digitalización y concursos públicos de los Magistrados, funcionarios y empleados, con el más alto nivel de idoneidad, integridad y calidad profesional.

El viernes 18 de noviembre en el CPACF se votan los representantes del estamento de los abogados para la integración del Consejo de la Magistratura de la Ciudad. Desde la lista que encabezo -Unidad en Defensa de la Abogacía, LISTA 19- integrada con pluralidad de miradas y recorridos, continuaremos profundizando el trabajo ya iniciado con la digitalización completa del Poder Judicial de la Ciudad.

Defendemos nuestra profesión de los ataques de los que quieren volver al pasado y a las viejas prácticas, ya que consideramos a la abogacía como una herramienta de transformación al servicio de las personas y un instrumento para garantizar el ejercicio de los derechos.