
De la verticalidad en la que supo ser "su'" provincia, a un compendio de frases que enojaron a Milei, alborotaron al PRO y ya no cautivan al CÃrculo Rojo. |
Regla básica para comprender al electorado cordobés: es antikirchnerista; no es macrista, tampoco libertario, menos peronista. Es fundamentalmente anti K. Por lo tanto, quien gane el centro del ring en ese combate discursivo para distanciarse del kirchnerismo será quien se quede con la pelea.
Y acá radica tal vez el primer error del expresidente Mauricio Macri, de reciente recorrida por la provincia mediterránea y en un tour que, vale decirlo, provocó más repercusiones que las últimas frÃas escalas que habÃa realizado el jefe del PRO por el territorio cordobés. Aunque el solo hecho de pretender que el electorado y la dirigencia -sin importar el orden- le sigan respondiendo de manera vertical es el principal defecto que dejó en evidencia Macri.
Ni siquiera el empresariado, testigo principal del acto de desnudez ante el CÃrculo Rojo que hizo Macri del diputado y presidente provincial del PRO, Oscar Agost Carreño, lo respalda con la vehemencia de otros tiempos. Por el contrario, de manera constante y en lo que duró el diálogo de casi una hora del expresidente con Guido Sandleris, titular de la Fundación Ecosur y principal consultor de la Bolsa de Comercio, además de presidente del Central con Macri, los empresarios cordobeses debieron escuchar lo que a su juicio entienden fue la reiteración de argumentos a la hora de reconocer porqué Milei hizo los ajustes que él no se animó.
Para peor, con algunos párrafos duros en contra del libertario que no cayeron para nada bien entre los referentes de Milei en Córdoba. Y, por lo que dicen, tampoco cerca del Presidente en Casa Rosada.
Un empresario que estuvo sentado en las primeras mesas de la exposición del lÃder del PRO fue contundente: "está fuera de mercado". "Busca alianzas en Córdoba de manera desesperada. Tagle lo hizo invertir en el country, en eso Manuel hizo su negocio. Y ahora Mauricio necesita tener residencia en Córdoba para volver a ser un polÃtico" dijo sin filtro a LPO.
Mientras que, sobre los dichos acerca de Milei, otro integrante del cÃrculo rojo cordobés fue también contundente: "vino a decir a Córdoba lo que no se anima a decir en Buenos Aires". Y ratificó la simpatÃa del empresariado cordobés, aun con reparos, hacia la figura del libertario.
En lo polÃtico, la gira de Macri también se quedó a medias. Ratificó que falta "conocerse" más antes de llegar al matrimonio con los libertarios pensando en el 2025, definió como "berreta" la discusión por los cargos -cuando viene de hacer un desembarco en lugares estratégicos- se hizo un tiempo para mandarle un mensaje a Santiago Caputo de manera pública y en el noticiero más visto de Córdoba cuando dijo que "Milei le cedió casi el manejo absoluto del Gobierno" al asesor y dejó en la columna de lo destacado el rayo pulverizador a Agost Carreño.
"Estuvo más calabrés que nunca", dijo segundos después de la frase en contra del presidente del PRO cordobés, una persona que no simpatiza para nada con el diputado.
Agost Carreño sabÃa que iba por él. Lo habÃa notado por el saludo frÃo apenas ingresó a la Bolsa y lo miró con "cara de orto"; pero después, sentado a metros, el impacto fue distinto. Desde la mesa que compartÃa con directivos de grandes medios como Cadena 3 o El Doce, el canal de TV del Grupo ClarÃn, el diputado tuvo que tomar dos largos tragos de agua y se sonrojó más de la cuenta.
Pensó, le llegó un WhatsApp desde Buenos Aires, algunos compañeros de bloque celebrando con un "te subió al ring" y empezó su estrategia: decir que él estuvo siempre en el mismo lugar y que quien se corrió fue Macri. Encima, para juntar fuerzas, dicen que también puso al tanto de lo ocurrido a Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal y mencionado también en la disertación de Macri.
Cuentan que al experimentado parlamentario no le gustó nada que su cabeza de fórmula en 2019 lo haya dejado expuesto con que el rol clave en la designación de jueces fue por gestión del entonces ministro de Justicia, Germán Garavano, y no por la muñeca del rionegrino en el Senado.
El ala Monzó-Massot, enfrentados hace rato con el jefe del PRO, también celebró. Aunque con cautela.
Y desde más lejos, el esquema larretista disfrutó a cuenta por dos cuestiones: la primera, una frase pública de Agost Carreño a los medios en una improvisada rueda de prensa cuando dijo "Mauricio no hizo nada en la interna del año pasado entre Horacio y Patricia, pero además hizo muy poco para que Bullrich le ganara a Milei". El segundo motivo de alivio cerca RodrÃguez Larreta fue la ausencia del diputado Héctor Baldassi a la cita en la Bolsa.
Dicen que al hombre que acompañó a Macri en varias elecciones y con quien se mantiene distante desde hace tiempo, lo llamaron el viernes pasado desde el entorno del presidente del PRO para invitarlo. "Les dijo que no podÃa, que iba a estar en Buenos Aires. Lo llamó DarÃo Nieto, con el que no chateaba desde el 2021", admitió una persona que conoce al ex árbitro.
Clara demostración del apuro del lÃder amarillo por juntar. De donde sea.
En la tropa que reunieron entre Soher El SukarÃa y MartÃn Roca, el hombre del G25 y de Guillermo Dietrich en Córdoba, habÃa intendentes del Gran Córdoba. Entre ellos, la de Mendiolaza, Adela Arning, dirigente que gobierna la ciudad en la que Macri está haciendo su casa en el country de Manuel Tagle, El Terrón. Una de las que suena para la lista legislativa 2025, aunque en medio de problemas y tensiones dentro de su propia gestión que son motivo de conversación incluso dentro del PRO.
Al margen de ello, el coqueteo de Macri con la residencia en Córdoba incomodó a todo el arco polÃtico en Córdoba. Por un lado, al peronismo que también intuye la desesperación del expresidente por reconstruir su perfil polÃtico y hacerlo en cualquier lugar; y a la oposición, porque si bien Luis Juez y Rodrigo de Loredo estaban en la mesa principal, ninguno de los dos ve con buenos ojos una intromisión.
El senador, reconoció que antes del arribo de Macri habÃa hablado no sólo con él, sino también con Milei, y le facturó al PRO la diáspora con la que beneficiaron al PJ el año pasado. De Loredo, por su parte, sintió la advertencia de Macri desde el estrado cuando le reprochó que los diputados del PRO habÃa salvado el equilibrio fiscal, pero no ocurrió lo mismo con "nuestros primos radicales".
En Córdoba, a Macri y De Loredo los une la necesidad. Si ninguno de los dos empuja un acuerdo con los libertarios, deberán salir a jugar en una alianza entre ellos para no perder peso legislativo. El tema es que no entran todos y lo fundamental: los libertarios dicen que no los necesitan.
Para peor, una de las que tiene ese juego de llaves colgado en la cintura es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Que estará el jueves en Córdoba y mandó a varios a desmarcarse de la gira de Macri en el inicio de semana. Patricia quiere asegurar que la pata amarilla de la coalición cordobesa con los libertarios la ponga ella. Por lo que habrá que esperar qué tipo de devolución de frases hay para Macri cuando aterrice el jueves en suelo cordobés.
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- 123/10/2421:23Macri es un pelotudo, incapaz de construir nada...sin embargo, es muy tonto a esta altura seguir subestimando su capacidad de destruccion.