En pocas semanas, Yolanda Díaz confirmará su candidatura a las generales con los partidos a la izquierda del PSOE que ya están dentro de Sumar. Esto incluye a Podemos, la principal formación del espacio progresista, que insiste con poner la mitad de los diputados en la lista de la plataforma de la vice segunda. "Hay una voluntad de condicionar a Yolanda", dicen desde el entorno de Díaz.
Pese a la alianza, Izquierda Unidad quiere frenarles el paso a los morados, al igual que Más País, que quieren evitar que Sumar se convierta en una coalición dominada por los de Pablo Iglesias. Con esta presión de fondo, la ministra de Trabajo negocia con el exsecretario general de Podemos y líder de facto del espacio. Pero Díaz ha enviado a sus socios a meter presión en el armado de Sumar.
Enrique Santiago salió este lunes a sostener que no contemplaba la idea de que la izquierda vaya separada. "No hay posibilidad de que la izquierda gobierne si no conseguimos que Sumar mejore las posiciones que ha tenido Unidas Podemos", dijo el líder del PCE, que también lamentó la tensión por el debate de la reforma a la ley del "solo sí es sí". La izquierda no morada no entiende por qué Irene Montero ha cargado contra la propuesta del PSOE después de descartar la mediación de la vice segunda.
Montero y Ione Belarra, que es parte de las negociaciones con Díaz, ha forzado a sus potenciales aliados a votar en contra de la reforma, como Izquierda Unida y los comunes, o abstenerse como Más País y Compromís. "El problema es que lo que se aprobó el martes es la toma en consideración de la modificación de la ley. Básicamente empieza el trabajo legislativo. Durante mes y medio será un goteo constante", explica un dirigente de máxima confianza de Díaz.
El coordinador general de IU, Alberto Garzón, reapareció para asegurar que "Sumar no es ni debe ser una suma de partidos". "Es un instrumento popular donde los partidos debemos contribuir con humildad y con nuestro propio bagaje", insistió en Twitter. Garzón había sido uno de los pioneros a la hora de pedir una mesa política y primarias, algo que compartía Podemos y que Díaz mantiene en suspenso. Los morados deslizan que la vice quiere controlar todo el proceso.
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"Hay que ver las tendencias, los bloques están muy estables. Un UP con 23 diputados se pierde el gobierno, con 50 de Sumar hay gobierno", señala un armador del espacio de Díaz que sabe que las provocaciones serán "un día sí y otro también" a medida que se vayan cerrando las negociaciones. Podemos reclamará que se le respete, una exigencia de Iglesias que en noviembre enfrió el vínculo con la vice.
Díaz avisó hoy que prepara el acto de lanzamiento de Sumar en Madrid, pero podemos ha salido a presionarle. "Para poder asistir a ese acto de lanzamiento, primero tenemos que saber si Yolanda Díaz va a ser la candidata de todos", afirmó en la rueda de prensa del lunes Javier Sánchez Serna, coportavoz de Podemos. Que Díaz sea la candidata de todos implica que dé prioridad a los candidatos morados.
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En Podemos saben que Díaz busca apartarles del centro de la escena antes de cerrar las negociaciones. En otras palabras, quiere un Podemos más debilitado para restarle influencia en Sumar. La vice está resaltando a los comunes y a aliados extra UP como Íñigo Errejón y Joan Baldoví. Los morados no dejarán margen a Díaz: sin Podemos no habrá Sumar.
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