Los elogios que ofrendó Yolanda Díaz a las ministras de Podemos en el Congreso no han bastado para frenar la interna entre la vice segunda y los morados por las listas electorales. La propia Díaz lo sabía, pero intentaba mostrar una cierta unidad del espacio progresista a la izquierda del PSOE. Y apenas termina la votación de la moción de censura, Irene Montero reconoció que persisten las diferencias entre su partido y Sumar, si bien apostó por ir juntos.

Errejón apura a Yolanda y Podemos con una alianza territorial y busca un lugar central en Sumar

Díaz aseguró este miércoles que habrá primarias para decidir quiénes entrar en las listas para las generales -Sumar no jugará en los comicios de mayo y todavía no se ha presentado oficialmente-, una idea que ha tratado de evitar hasta ahora. En Podemos recelaban del alejamiento de la ministra de Trabajo y del acotado círculo que le acompaña y le sugería pactar las listas sin someterse al voto de los militantes.

 La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la par de Igualdad, Irene Montero.

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Pero la creadora de Sumar también sabía que chocaría con las demandas de la cúpula morada y sobre todo de Pablo Iglesias, conductor de Podemos desde las sombras. "He dicho siempre que los liderazgos los decide la ciudadanía. Muchas formaciones están hablando de esto. No tengan dudas de que las candidaturas de Sumar las va a decidir democráticamente la ciudadanía. No creo que este sea el obstáculo del debate que tenemos entre manos", aseguró en entrevista con Las Mañanas de RNE.

He dicho siempre que los liderazgos los decide la ciudadanía. Muchas formaciones están hablando de esto. No tengan dudas de que las candidaturas de Sumar las va a decidir democráticamente la ciudadanía

"A mí me han designado a dedo y yo dije que era una demócrata y también dije que era libre", aclaró a continuación en una crítica nada velada a Iglesias. De esta forma, Díaz se distancia de Podemos y deja la decisión de asistir al acto del 2 de abril en sus manos tras agradecer explícitamente Izquierda Unida, Más Madrid, En Comú Podem, la Chunta Aragonesista y Proyecto Drago.

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, abraza a Díaz en mayo del año pasado.

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Montero quiere negociaciones cara a cara con Podemos y un lugar privilegiado en las listas al ser la formación progresista más grande después del PSOE. "Tiene que explicar la secretaria general de Podemos cuál es la decisión que toma", intentó apurar Díaz a Ioene Belarra sobre el acto del domingo 2 de abril. La ministra de Igualdad deslizó que Podemos y Sumar son proyectos diferentes y pidió el sábado pasado un acuerdo "cuanto antes" con Díaz.

Podemos boicotea el lanzamiento de Yolanda y exige firmar un acuerdo de coalición antes del acto

Ese "cuanto antes" significa que los morados aspiran a un arreglo antes del acto y la garantía de que no habrá prioridad para otros partidos más cercanos a Díaz. En Podemos ya lamentan que tengan que tragar los sapos de Íñigo Errejón, cada vez más próximo a la vice, y de Alberto Rodríguez con su formación canaria Drago.

Los morados buscan asegurarse un compromiso y se ven como una fuerza al margen de Sumar y no como una coalición o una integración en una plataforma electoral. Todavía hace eco en Podemos las palabras de Díaz en un acto junto a Errejón el viernes: "La política va de hablar de la vida de la gente, no va de ruidos, no va de fuerzas ni va de presiones". Los morados creen que han llegado a torcerle el brazo, pero sin conseguir aun lo que quieren.