Desde su irrupción en la polÃtica institucional, Vox no ha escondido su repudio generalizado hacia los inmigrantes. La formación que lidera Santiago Abascal aboga por dar prioridad y privilegiar socialmente a los nativos nacionales. Su lema: "En España, los españoles primero".
Sin embargo, a pesar de este marcado nacionalismo, Vox establece una pequeña excepción para aquellos individuos procedentes de América Latina. Esta preferencia tiene una traducción polÃtica: el proyecto internacional que la ultraderecha española denomina "Iberosfera".
Estos dos rasgos -propios y diferenciales en la comparación con otras fuerzas polÃticas de la derecha radical europea- son el eje de una de las investigaciones académicas más rigurosas y reveladoras sobre la particular relación de Vox con el "hispanismo étnico".
El trabajo lleva la firma de los profesores de Ciencia PolÃtica David LerÃn Ibarra (Universidad Complutense) y Guillermo Fernández-Vázquez (Universidad Carlos III) y se titula "Hispanismo étnico e iberosfera: la peculiar mirada de Vox hacia la región latinoamericana". El artÃculo forma parte de la última edición de la Revista CIDOB d'Afers internacionals, una prestigiosa publicación cultural/académica de las relaciones internacionales.
"Vox no cree en la democracia"
Los autores explican que, al igual que el resto de partidos polÃticos de la ultraderecha europea, Vox realiza una defensa encendida del etnonacionalismo.
"La nación, razona Vox, se debe en prioridad a sus «hijos», que son no solo sus moradores legÃtimos, sino también sus propietarios. En este punto, la retórica de Vox no difiere un ápice de la de sus homólogos europeos. La nación es una casa que pertenece legÃtimamente a una etnia y que solo puede ser habitada en calidad de «huésped» o «invitado» por aquellos que no pertenecen de origen al grupo nativo. Más adelante, si estos «huéspedes» adoptan el modo de vida de la casa y se «asimilan», sostiene Vox, entonces pueden empezar a reclamar derechos de inclusión dentro del grupo nativo".
No obstante, a pesar de este lógica ligada al linaje, Vox "establece una pequeña excepción para aquellos individuos procedentes de América Latina".
"Aunque de entrada la inmigración es vista como un peligro, como un asunto delicado, el partido de Santiago Abascal abre un canal de preferencia para los ciudadanos de la iberosfera. El argumento que cimenta esta excepción y esta preferencialidad es que los ciudadanos latinoamericanos son asimilables étnicamente o, en todo caso, más asimilables que los sujetos de procedencia islámica", señalan los investigadores.
El artÃculo cita una declaración de Santiago Abascal de 2018 durante un mitin en Gran Canaria: "No es lo mismo un inmigrante procedente de un paÃs hermano hispanoamericano, con una misma cultura, con una misma lengua, una misma cosmovisión del mundo, que la inmigración procedente de paÃses islámicos. No queremos que España sea como el resto de Europa. No queremos que ese 4% de musulmanes que hay en España, y que para algunos podrán resultar una minorÃa simpática, se conviertan en un problema".
Para los autores, esta lógica de preferencialidad hacia los ciudadanos de la iberosfera puede ser definida terminológicamente como "hispanismo étnico" o "etnicismo hispanista". En otras palabras: un tipo de razonamiento o justificación que da prioridad al inmigrante latinoamericano, apelando a los lazos culturales e históricos entre la metrópoli y las antiguas colonias.
"Para Vox, la historia del Imperio español modela una fibra cultural sustancial, haciendo que los ciudadanos de la iberosfera puedan ser considerados, en última instancia, miembros de un mismo linaje cultural. Y, por lo mismo, ejemplares de una esencia cultural similar".
De ahà -subraya la investigación- que los latinoamericanos "merezcan no solo un trato diferencial con respecto al resto de inmigrantes, sino incluso una actitud de buena acogida". "Porque son vistos, desde esta óptica, como parientes lejanos que, tras muchas décadas de ausencia, regresan al hogar familiar o núcleo matricial. Y porque, por lo mismo, se hallan en los contornos del grupo nativo".
En definitiva, si bien Vox "comparte el nativismo de los partidos de la derecha radical europea", introduce "una cláusula de excepción" para los individuos procedentes de paÃses latinoamericanos a los que considera, al menos retóricamente, "culturalmente hermanos"; y a quienes incluso, para enfatizar este hecho, llega a calificar como "compatriotas".
El hispanismo étnico, explican los politólogos, se traduce en un proyecto polÃtico que Vox denomina "iberosfera", un neologismo que el partido de Santiago Abascal comenzó a utilizar a finales del año 2019 tras la creación de su propio think tank (Fundación Disenso) y el lanzamiento de una plataforma digital bautizada precisamente con el nombre de La Gaceta de la Iberosfera, un periódico online que recoge noticias de diversos paÃses de habla hispana y elabora columnas de opinión de signo ideológicamente liberal.
Eduardo Fernández Luiña, director de estudios de la Fundación Disenso, define a la iberoesfera como un "espacio de herencia hispanoportuguesa y una futura área de influencia económica, cultural y polÃtica".
En su vertiente más táctica, "la iberosfera es un concepto que permite desplegar una agenda de relaciones internacionales aún antes de estar en el Gobierno", según la explicación de Isidoro Sevilla, responsable nacional de comunicación del partido de Santiago Abascal, citada en la investigación.
No solo es: la iberosfera, agrega Sevilla, "es un extraordinario paraguas para que los partidos conservadores en Hispanoamérica no se referencien en el Partido Popular, sino que se referencien directamente en Vox y en sus partidos amigos". Por tanto, debe ser leÃda como "una vÃa para hacerle el sorpasso al PP no solo electoralmente, sino incluso en el ámbito de las relaciones internacionales".
"De tal manera que la iberosfera permite rehabilitar narrativamente el ideal imperial, justificar la influencia económica ibérica en la región y posicionar a Vox como un actor relevante en el plano polÃtico internacional", reflexionan los autores.
Y concluyen: "En definitiva, la restitución simbólica del episodio imperial español y la reivindicación moderna de la iberosfera como espacio de influencia cultural, polÃtica y económica, en detrimento de otras potencias como China o Rusia, permite a Vox tomar una posición privilegiada no solo ante los sectores sociales y los think tanks neoconservadores en América Latina, sino sobre todo a ojos de la alternative right norteamericana (Alt-Right), especialmente en un contexto multipolar y de conflictividad geopolÃtica".
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