La actitud del Rey Felipe VI en Colombia de no levantarse ante la mÃtica espada de Simón BolÃvar, utilizada en la guerra de independencia contra España, durante la asunción del presidente Gustavo Petro se ha transformado en un tema de Estado en España.
Mientras la izquierda sigue pidiendo explicaciones por lo que considera una "falta grave de respeto" y un desplante de una "monarquÃa golpista, corrupta y profascista", la derecha ha salido en bloque a defender a la Casa Real.
Dirigentes de Vox, PP y Ciudadanos entienden que el Rey "cumplió con el protocolo" en la toma de posesión de Petro y que las crÃticas de Podemos no tienen otro fin que dañar a la monarquÃa y desgastar la figura del ministro de Exteriores José Manuel Albares, una figura del PSOE en la mira de Unidas Podemos por el giro diplomático con Marruecos por el Sáhara Occidental.
El respaldo más vehemente y crispado lo hizo el diputado de Vox por Madrid y portavoz de Sanidad de la extrema derecha en el Congreso, Juan Luis Steegmann: "(La espada) estarÃa todavÃa manchada de sangre de españoles, o de colombianos asesinados por la guerrilla. Es cuestión de tener buena vista. Y memoria", tuiteó.
"Como representaba a España se mostró con respeto ante los sÃmbolos nacionales del paÃs que visita (bandera e himno) y con sus autoridades. Levantarse ante un objeto, por histórico que sea, ni de broma, como si sacan la silla de los zipazaques muiscas. Muy curioso pero nada más", agregó VÃctor Sánchez del Real, otro parlamentario de la extrema derecha.
Jaime de Olano, responsable del área económica del PP en el Congreso, lamentó que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, "consienta que la mitad del Gobierno insulte a la Jefatura del Estado por unas descalificaciones que no existieron".
"España fue la mejor potencia colonizadora de la historia mundial, y reivindicar eso frente a la corriente populista y la leyenda negra en Iberoamérica deberÃa ser obra esencial del Gobierno. No lo es. Que critiquen los mercenarios podemitas o independentistas, normal. ¡Viva el Rey!", señaló el senador popular Rafael Hernando.
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Y agregó: "El exterrorista y actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, monta una chirigota con la espada de un esclavista como BolÃvar, no contemplada en el protocolo oficial, y la izquierda podemita y rufianes de turno se rasgan las vestiduras porque el Rey no se arruga. Jo qué tropa".
Ciudadanos, en tanto, se pronunció a través de un tuit institucional. "Basta con ver la reacción de los enemigos de España para saber que Felipe VI vuelve a hacer lo correcto en su defensa de España. Los enfados de los socios del Gobierno, que no mueven un dedo contra los homenajes a los asesinos de ETA, son los aciertos del Jefe del Estado".
El vicesecretario general de los naranjas, Daniel Pérez Calvo también utilizó el término "manchado de sangre española" en su defensa a Felipe VI. "Braman contra el Rey quienes hubiesen preferido ver a Sánchez genuflexo ante un sable manchado de sangre española", disparó.
La polémica actitud de Felipe VI ocurrió tras el nombramiento de Petro, quien ya con la banda presidencial dio una orden que, según fuentes de la Casa Real, no figuraba en el protocolo: "Como presidente de Colombia le solicito a la casa militar traer la espada de BolÃvar, una orden del mandato popular".
El arma es una pieza histórica que tiene un gran valor simbólico para el presidente colombiano, pues fue la que robó la guerrilla M-19 -a la que perteneció el propio Petro- como primer acto de insurgencia. Cuando el grupo llegó a un acuerdo de paz con el gobierno de Virgilio Barco la espada fue devuelta y trasladada a la Quinta de BolÃvar.
Al viralizarse las imágenes, Unidas Podemos y partidos independentistas cuestionaron "la falta de respeto" del jefe de Estado español para con la democracia colombiana.
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"La espada de BolÃvar representa la soberanÃa de Latinoamérica. El rey Felipe VI ha sido el único jefe de Estado que ha permanecido sentado a su paso en la toma de posesión del nuevo Presidente de Colombia. Una falta de respeto grave que requiere disculpas de parte de nuestro paÃs", fue la respuesta de UP.
El PSOE, socio mayoritario del gobierno de coalición, relativizó el escándalo y minimizó las crÃticas de su principal aliado polÃtico. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, dijo que son "detalles sin demasiada trascendencia y totalmente menores". Mientras que el ministro de Cultura, Miquel Iceta, consideró "desproporcionadas" y "disparatadas" las crÃticas de Unidas Podemos.
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