Latinoamérica es un músculo principal en la estrategia geopolÃtica de la ultraderecha española. Vox ya desplegó sus tentáculos en la región con el afán de evitar el "avance del comunismo" en la "Iberoesfera", término elegido para rebautizar a Iberoamérica.
En marzo, el partido liderado por Santiago Abascal organizó el Foro de Madrid en Bogotá, encuentro que reunió a los principales exponentes de la ultraderecha latinoamericana y europea. El objetivo: evitar el triunfo electoral de Gustavo Petro, resultado que finalmente ocurrió.
Ahora, la preocupación de Vox en está en Brasil. Una victoria del expresidente y candidato Lula Da Silva, el mejor posicionado según todas las encuestas, mermarÃa aún más su influencia en este territorio geográfico. La extrema derecha española entiende que la Unión Europea hace "campaña" a favor del lÃder del PT e insulta a su contrincante, el actual mandatario del paÃs, Jair Bolsonaro.
"El apoyo de la UE a Lula y sus aliados del Foro de Sao Paulo es contrario a nuestros intereses geoestratégicos", se quejó el eurodiputado Hermann Tertsch en su última intervención en Bruselas.
"Brasil es un importantÃsimo socio al que le estamos poniendo constantemente obstáculos e insultando permanentemente. En la televisión financiada por la UE no se oyen más que insultos contra Bolsonaro, que en estos tres años de gobierno no ha hecho más que respetar las reglas del mercado y de la democracia. En paralelo, vemos cómo se hace campaña de forma sistemática a favor de la candidatura de Lula que viene con sus aliados Petro, Ortega y Maduro una situación adversa contra nuestros intereses geoestratégicos", denunció el parlamentario.
Y remató: "Hemos logrado ya que la UE con una militancia de su polÃtica exterior para que ganaran las narcoguerrilla en Colombia y Chile. Y ahora estamos viendo cómo se hace campaña para que gane la narcoguerrilla brasileña".
La semana pasada, LPO adelantó el viaje de una comitiva de eurodiputados socialistas -en paralelo a la gira latinoamericana de Pedro Sánchez- para "tejer alianzas polÃticas" con los gobiernos progresistas de la región. La primera escala fue en Brasil, reunión con Lula mediante.
Bolsonaro es el principal aliado de Vox en Latinoamérica. El año pasado, representantes de la Fundación Disenso, presidida por Abascal, viajaron a varios paÃses latinoamericanos pasar sumar adhesiones a la "Carta de Madrid", un documento con miles de firmas (más de 10 mil al dÃa de hoy) que pretende liberar a los paÃses de Iberoamérica de "regÃmenes totalitarios" que actúan "bajo el paraguas de Cuba e iniciativas como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla", según su texto.
En diciembre de 2021, el lÃder de Vox fortaleció su vÃnculo con Brasil. Viajó invitado por el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente. En la reunión propuso organizar "cuanto antes" un "gran encuentro regional", que se concretó meses más tarde en Bogotá.
En la web de Disenso hay colgado un documental que Vox realizó contra Lula con una subvención pública del ministerio de Cultura y Deportes (77 mil euros). La ley electoral española otorga ayuda económicas a las fundaciones vinculadas a los partidos en función de su número de votos y escaños.
"Vox no cree en la democracia"
Uno de sus principales protagonistas es, justamente, Eduardo Bolsonaro, quien ataca no sólo al exmandatario, sino también a otros partidos de la izquierda latinoamericana, a Unidas Podemos y al Gobierno de Pedro Sánchez. "Estoy seguro de que los españoles van a cambiar de posición y a sacar a los socialistas del poder porque, si no lo hacen, será España la próxima Venezuela", afirma en una parte del documental.
Vox ya intentó crispar las elecciones colombianas con una denuncia de "fraude" en la antesala de los comicios. El disparador fue un "bulo" que lanzó el expresidente colombiano Andrés Pastrana, otro de sus alfiles en la región de Vox, quien especuló con una "sospechosa reunión" de Petro en Madrid con el presidente de Indra (empresa encargada de suministrar el programa informático con el que la Comisión Nacional Electoral de Colombia), Marc Murtra. El partido nunca pidió disculpas por aquella infundada acusación.
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