
Se trató de una reunión con final anunciado. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió lo imposible: que el presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, facilite su investidura para afrontar juntos una serie de pactos de Estado -seis en total- y celebrar unas nuevas elecciones generales en dos años tras cumplir esa misión.
El líder popular le entregó a su adversario político un texto de 8 páginas con la propuesta "en aras de la centralidad" y con reformas "territoriales, de regeneración democrática, Estado de Bienestar, Saneamiento económico, Familias y Agua" que "necesita el país".
Feijóo convoca a Sánchez para negociar su investidura
El documento, titulado "Acuerdo para la igualdad y libertad de todos los españoles", propone que el PP y el PSOE se repartan 15 ministerios que rechace "las solicitudes de referéndum de independencia y de amnistía expresadas por los partidos independentistas".
"De esa forma, la influencia que pretenden tener los partidos independentistas quedaría desactivada y España podría garantizar la igualdad de trato de los españoles", explicaron las fuentes de Génova sobra el ofrecimiento.
A juicio del PP, la propuesta se explica por "ante el riesgo de repetir elecciones en cuatro meses".
"Feijóo ofrece un mandato de 24 para acometer las reformas pendientes para nuestro país", explicaron en esa fuerza.
En el documento entregado, se especifica que "la legislatura se dará por terminada cuando estos seis Pactos de Estado se hayan materializado o en un plazo máximo de dos años".
"Convendría explorar la posibilidad, al menos explorarla, de que el PSOE y el PP superáramos nuestras siglas para encontrarnos en un punto de entendimiento que piense en exclusiva en los intereses generales de todos los españoles", analizó el vicesecretario de Cultura Borja Sémper,
"No tiene cabida, no es constitucional": cuando el PSOE rechazó la amnistía que hoy defiende
"Caben dos alternativas, que España se ponga en manos de los partidos independentistas, o que quede garantizada con un acuerdo de los dos grandes partidos, que sumados tienen el 94% de los votos", explicó Feijóo en rueda de prensa una vez finalizado el encuentro.
Como era de esperar, Sánchez, confiado en lograr una mayoría absoluta y revalidar un Ejecutivo progresista cuando le toqué ser investido, rechazó el ofrecimiento y respondió que cuanta con los apoyos suficientes para encarar una nueva legislatura junto a sus aliados parlamentarios.
Antes de escuchar este ofrecimiento, Sánchez ya tenía su respuesta preparada respecto a cualquier pedido de apoyo que el líder del PP, a cargo del primer proceso de investidura por designación del Rey (el debate se celebrará los días 26 y 27 de septiembre), pusiese sobre la mesa: su partido, el PSOE, no tiene interés alguno de facilitar un gobierno de derecha en el próximo ciclo político.
"El encuentro no tiene ninguna relevancia, es solo por respeto institucional", explicaron desde Ferraz antes del cónclave.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, afirmó en la previa de la reunión que el PSOE la veía como "una pérdida de tiempo porque el PP no tiene los votos necesarios". Y acusó a Feijóo de "mentir a los españoles" por su "paripé" respecto a su investidura.
"Atendemos la solicitud del jefe del Estado, mostramos nuestro absoluto respeto institucional, vamos a asistir con normalidad democrática. Hemos mostrado nuestra absoluta disponibilidad, con tres fechas posibles de manera inmediata. Pero esto contrasta con la actitud del candidato del PP, que es dilatoria. Se ha pedido un mes para ganar tiempo, no se sabe para qué, a sabiendas de que va a perder. Es una investidura que se sabe fallida. ¿Para qué hacernos perder el tiempo?", lanzó Rodríguez.
Sánchez aprovechó su fortalece política para proponerle a Feijóo un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes de que finalice el año, independientemente de quién sea finalmente presidente del Gobierno.
La propuesta es un "compromiso formal" a que antes del 31 de diciembre se proceda a la renovación del CGPJ, que lleva cuatro años y medio en funciones.
En octubre del pasado año, tras la dimisión de Carlos Lesmes como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Sánchez convocó a Feijóo en Moncloa y estuvieron tres horas reunidos, pero sin acuerdos.
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