Semanas atrás, el bipartidismo se olvidó por completo de la emergencia climática y de las polÃticas públicas que necesita España para descarbonizar su economÃa, para intensificar el despliegue de las energÃas renovables y para avanzar en la incipiente -y muy lenta- transición ecológica.
Ni Pedro Sánchez ni Alberto Núñez Feijóo pusieron este tema -que ya tiene impactos palpables y que pone en riesgo el "futuro de la humanidad", según palabras del secretario general de la ONU, António Guterres- sobre la mesa.
La sensación que se llevaron esa noche los miles de telespectadores que sintonizaron el debate es que la emergencia climática no existe, tesis que defiende Vox, posible socio de Ejecutivo de los populares.
Este miércoles por la noche, en el debate a tres en la televisión pública -Feijóo se negó a debatir-, la crisis climática sà apareció como un tema central en uno de los bloques, el económico. Tanto Yolanda DÃaz como Sánchez atacaron el negacionismo de Santiago Abascal, la cara visible en España de este negacionismo.
La primera en sacar la problemática fue la lÃder de Sumar, quien puso la ola de calor "sin precedente" que sacude al mundo -España como uno de los epicentros- como un ejemplo claro de lo delicada que es la emergencia y de la oportunidad que tiene la penÃnsula para generar una potente industria verde.
"La mejor polÃtica industrial es verde. Vamos a climatizar las escuelas, las residencias de mayores, vamos a rehabilitar las viviendas para que sean más eficientes energéticamente. Vamos a generar miles de puestos de trabajo en esta reindustrialización", explicó.
Y agregó con la mirada clavada en Abascal: "Hay dos modelos de paÃs posible: un modelo que mata a la gente con el cambio climático, que destruye empleo y compite por bajos salarios y otro que escucha a la ciencia y generar empleos verdes".
El lÃder de Vox intentó recoger el guante y apuntó a la alianza entre el bipartidismo y los "burócratas de Bruselas" para destruir al campo español. Dijo que el PP y el PSOE votaron casi siempre juntos en el Parlamento Europeo en lo que respecta al Pacto Verde. Y puso como ejemplo la reciente aprobación de la Ley para la Restauración de la Naturaleza (el PPE votó en contra).
Denunció que va a terminar con toda las tierras cultivables en España -afirmación desmentida por expertos y cientÃficos- y achacó a la Agenda 2030 el "despilfarro" de derribar centrales térmicas y represas en lugar de "ayudar a los españoles".
Sánchez intervino para reprocharle al candidato de la ultraderecha de que su formación no propone ninguna solución para los pescadores, agricultores y ganaderos. "Negar la evidencia cientÃfica es negar que la tierra es redonda, es alinearse a Trump o a Bolsonaro. La ONU ya advirtió que España es uno de los paÃses que más va a sufrir por los efectos del cambio climático Muchos sectores económicos van a caer. La mitad de la población va a tener dificultades para acceder al agua", detalló.
El presidente de Gobierno dijo que España se está tomando "muy en serio la emergencia climática". Puso de ejemplo la "ley pionera" que se sancionó en en el comienzo de la legislatura. "Somos una referencia mundial sobre energÃas limpias. Vox pretende volver al carbón, a las centrales nucleares y al fracking", advirtió. Y remató: "Negar el cambio climático es una tendencia contra nuestras jóvenes, es una actitud suicida".
DÃaz se sumó al hilo argumental de Sánchez y agregó que "el cambio climático existe y es peligroso para la gente" y que la disyuntiva está entre ser un paÃs que apueste "por las renovables y la lucha contra esta emergencia o ser un paÃs que se convierta en "un desierto gris". "Ustedes son un peligro señor Abascal", espetó.
Arrinconado y dubitativo, Abascal se excusó que los datos y las proclamas de la izquierda "no llegan a la nevera de los españoles". "Hablan del fin del mundo y se olvidan de los españoles", lanzó.
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Dijo que Vox apuesta por "todo tipo de energÃa", incluso la térmica (el carbón) "si la gente no llega a fin de mes". Abascal terminó su defensa con una frase hecha del negacionismo climático: "la atmósfera no tiene fronteras".
"Es una posición supremacista alejar la contaminación y perjudicar a las clases populares. Quien pague los platos rotos son los agricultores y los ciudadanos que no pueden entrar al centro de las ciudades por no poder comprarse un coche eléctrico", se quejó.
Diaz y Sánchez concluyeron el cruce con la misma advertencia: "Ustedes los de Vox son un peligro".
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