
Pocas veces se lo vio a Pedro Sánchez tan cómodo, seguro y confiado con un discurso parlamentario como el que pronunció este martes como réplica a la presentación de la moción de censura de Vox. Pocas veces la oposición le sirvió un triunfo en bandeja como este (nuevo) intento por destituirlo de su cargo.
Tras la intervención de Abascal, el lÃder del PSOE recogió el guante y cargó, con sarcasmo e ironÃa, contra el "show" y el "numerito" de Vox ("Es la nada, salvo el odio"), pero también con la "indecencia" del PP al abstenerse y no votar en contra.
Sánchez acusó a la ultraderecha de no hacer una sola aportación en favor de la convivencia en España y la comparó con el PP de Alberto Núñez Feijóo. "Por mucho que traten de separarse del PP se parecen como dos gotas de agua. Son las mismas polÃticas regresivas, han votado en contra de todos los avances sociales en materia de polÃtica económica en momentos tan difÃciles como la pandemia y la guerra", dijo.
También señaló que Vox, a diferencia del PP, "solo aporta un plus de radicalidad". "Solo saben señalar falsos culpables, alimentar el odio y la frustración de quienes padecen esos problemas. Según usted los hombres estamos en la dictadura de las mujeres, los heteros en la de los homos, los empresarios viven bajo la férula de los trabajadores. Suba a la tribuna y mencione un solo logro de su partido, un solo cambio real en positivo de las vidas de los españoles. No podrá hacerlo porque sencillamente no existe. Vox es a la polÃtica española como la comida ultra procesada a la dieta mediterránea. Son el glutamato de la derecha, un potenciador del sabor extremo y radical", lanzó el lÃder de Moncloa.
En su objetivo de mostrar la unidad de pensamiento del bloque Vox-PP, Sánchez reivindicó a Pablo Casado, exlÃder de Génova, por votar en contra en la primera moción de censura en lugar de la abstención que ordenó Feijóo.
"Hace dos años usted subió a esta tribuna y salió trasquilado del debate con el señor casado y con un no como una catedral de sus antiguos compañeros del PP a su moción. Aquel PP, señorÃas, tuvo un momento de lucidez, es verdad que breve, para decirle a usted que a dónde iba".
"Para su tranquilidad", prosiguió Sánchez, ahora, con este Feijóo, "la cosa pinta mejor": "Pasito a pasito, del no a la abstención, ya los tiene a un paso, señor Abascal, del sÃ. En todo caso, hágame el favor de no tomarse este vaticinio como una invitación a presentar una tercera moción de censura antes de que termine la legislatura", subrayó.
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Y advirtió a su adversario polÃtico que la abstención en es "un pago en diferido" que Vox se va a cobrar. "Como se lleva en casa, un anticipo en caja, pasando de un decente 'no', a una indecente abstención. Pero, señorÃas del PP, tengan cuidado, porque este negocio es de los que dejan mancha, y, más pronto que tarde, la ultraderecha vendrá a exigirles un segundo pago, en diferido, para saldar las deudas", zanjó.
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