Pedro Sánchez ha cerrado la Convención Política del PSOE que refuerza su poder en el partido. Casi sin voces disidentes y una retórica de confrontación con sus adversarios. 

Pero además, ha sido elegida como tribuna para nacionalizar las elecciones gallegas del 18 de febrero. Sánchez desplegó su artillería contra el Partido Popular y "la internacional ultraderechista", una alocución muy política, con mucha carga de reproche a la oposición y en la que se buscaba, además de poner broche a la convención política del fin de semana, de darle cobertura y respaldo a José Ramón Gómez Besteiro a la Xunta de Galicia.

Para Sánchez, "el PP tiene miedo a una palabra que es la participación. A urnas llenas, cambio seguro".

De esta manera, Sánchez ha recordado a aquellas personas que votaron el pasado 23 de julio "para frenar al gobierno de Feijóo con Abascal" y ha pedido "que también se movilicen el 18 de febrero y confíen en José Ramón Gómez Besteiro como próximo presidente de la Xunta de Galicia".

Sánchez abordó la crisis de la marea de ‘pellets' de plástico y ha reivindicado "una gestión limpia al frente de la Xunta de Galicia, "sin mentiras y comprometida, en este caso con la defensa del medio ambiente". 

"Cuando hablamos de crisis, si el PP está al frente de los gobiernos que tienen que gestionarlas, les pasa como la ley de Murphy, que una mala situación es susceptible de ser agravada", ha planteado.

Para Sánchez, en este caso la Xunta se ha centrado en "mentiras" frente a lo que defiende que deben hacer los responsables políticos, que es ponerse "al frente de esas crisis y ejercer el liderazgo". "Dijeron que las playas son competencia de los ayuntamientos y el mar, del Gobierno de España. Entonces, ¿para qué sirve esta Xunta del Partido Popular?", ha preguntado.

"Hoy hay un gobierno de coalición progresista y creo que conviene actualizar nuestro proyecto por los desafíos que tenemos como sociedad. Vemos como se mimetiza la oposición de la pasada legislatura a la actual. Frente a los agoreros que van a estar cuatro años diciendo que España se hunde les quiero decir que España va en la buena dirección", concluyó en defensa de sus 5 años al frente del Gobierno.