Para Pedro Sánchez, el único cortafuego posible de la trama Koldo García es la renuncia de José Luis Ábalos, muy salpicado en el escándalo de corrupción que envuelve a su asesor y mano derecha.
El exministro de Transportes está acorralado por una presión interna que crece con el correr de las horas. La puerta de salida se la mostró este viernes la vicepresidenta, ministra de Hacienda y número 2 del PSOE, María Jesús Montero.
"No puedo decir lo que el señor Ábalos quiere hacer o va a dejar de hacer, yo sé lo que yo haría", dijo en una clara indirecta contra su compañero de partido.
Este sábado, el empujón se lo dio nada menos que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, durante la apertura de la Internacional Socialista.
Ábalos se atrinchera en su escaño pero en el PSOE dan por hecho su salida
"Este Gobierno nació de la necesidad de acabar con la corrupción de la anterior Administración del Gobierno del PP. Y ha hecho además de su ejemplaridad, y de la ejemplaridad, su bandera. Una ejemplaridad absoluta, total, que no entiende de colores. Y quiero además reafirmar que esa lucha contra la corrupción ha de ser implacable. Venga de donde venga y caiga quien caiga", aseguró Sánchez.
En Ferraz dan por hecho que Ábalos entregará el acto de su escaño. Lo que queda por decidir es el momento y el "cómo".
En una entrevista con El País, el ex secretario de organización socialista se defendió de las acusaciones, aunque dejó entrever que dejará su cargo.
El Gobierno le empieza a soltar la mano a Ábalos: "Sé lo que yo haría", presiona Montero
"Pensaré la dimisión con mi partido, no porque me lo pida el PP. No estoy acusado de nada", aclaró. Y agregó: "¿Quién me pide el escaño? ¿El PP? ¿La derecha? ¿Se lo tengo que dar? Yo no tengo ningún apego, pero hay que pensar si esto sirve para algo o para allanar la campaña de la derecha, que no va a acabar en mí"
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