Moncloa no logra destrabar las negociaciones con los presidentes autonómicos por el nuevo esquema de financiación. Por eso, Pedro Sánchez resolvió que el tema no sea parte de la agenda en la próxima cumbre con los mandatarios regionales, programada por el próximo 25 de febrero. El Ejecutivo central le dará prioridad a la situación sanitaria, para coordinar el levantamiento de las medidas más restrictivas, y el reparto de los fondos europeos de recuperación, que suscita cortocircuitos entre socialistas y populares.
La densidad de estas cuestiones torna casi imposible encontrar puntos en común entre los líderes autonómicos para revisar el sistema de financiación, toda vez que algunos de ellos llevan adelante negociaciones para ir con una propuesta concertada ante Sánchez. La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, admitió hoy desde Valencia que no existe acuerdo al respecto.
Los barones del PSOE y el PP se unen para presionar a Sánchez por la financiación autonómica
Allí elogió al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya que "la posición de la Comunitat Valenciana previamente acordada antes de posicionarse es importante y es lo que reclamamos desde el Gobierno de España, que se sea capaz de generar acuerdos previos". Justamente Puig fue uno de los que avaló la propuesta de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, basada en un modelo que se guíe por el criterio de población ajustada.
Sin embargo, no hay demasiada confianza en que el nuevo esquema vea la luz en 2022. Los acuerdos son difíciles de lograr y algunos de los presidentes quieren reunir a la mayor cantidad posible de autonomías para presentar un sistema reformado que conforme más o menos a todos. En ese sentido, Alberto Núñez Feijóo lidera el grupo de líderes autonómicos que rechazan el proyecto de Montero.
"Necesitamos socios para construir un proyecto alternativo y defender a nuestra gente", afirmó el presidente gallego durante un acto de campaña en Castilla y León. Se sobrentendía que hablaba del modelo de financiación. Fue Feijóo quien reunió en Santiago el pasado 23 de noviembre a los presidentes de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Extremadura para crear un frente común.
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