
Buenas noticias para el bloque de izquierda: Carles Puigdemont se ha decantado por la vÃa polÃtica y no por el bloqueo institucional, una amenaza latente a lo largo de toda la negociación.
Malas noticias para Pedro Sánchez: para retener los siete sÃes de Junts en su investidura tendrá que mojarse mucho más los pies con promesas muy incómodas, como la tramitación y eventual aprobación de una ley de amnistÃa.
Al lÃder del PSOE le alcanzó en esta negociación con poner sobre la mesa las reivindicaciones menores del independentismo: las lenguas cooficiales, la reapertura de la comisión de investigación sobre las llamadas "cloacas del Estado" para determinar quién investigó a los independentistas y la creación de una comisión de investigación sobre los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017.
Para ser investido, Sánchez deberá ceder en al menos en una lÃnea roja, la amnistÃa a los dirigentes catalanes que participaron en el 1-O. Puigdemont, exiliado en Bélgica, acepta aparcar el referéndum, pero quiere sà o sà que la próxima legislatura apruebe esta normativa.
No en vano, tras la votación de la Mesa del Congreso, aclaró con un mensaje en Twitter que este apoyo "no está vinculado a la investidura". A partir de hoy empieza otra negociación.
"No nos van a mover promesas o voluntades polÃticas sin garantÃas de cumplimiento de quien no nos genera ninguna confianza. No sé si esa distancia se acortará o no. Pero si llegan acuerdos futuros, será porque llevan incorporado su cumplimiento de forma comprobable. Cómo ha sido el caso. A algunos les parecerá demasiado, ya otros les parecerá poco. Es una negociación por la mesa del Congreso. La investidura está exactamente donde estaba al dÃa siguiente de las elecciones", advirtió.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, confirmó que el PSOE se ha comprometido por primera vez a impulsar una Ley de AmnistÃa. Los independentistas calculan que este decreto beneficiará a la mayorÃa de los "represaliados" del procés.
Vale recordar que tras el 23 julio, el PSOE se comprometió a no negociar con Junts nada que estuviese "fuera de la Constitución", entre ellos la amnistÃa.
"Si algo ha quedado demostrado en estos años de Gobierno del presidente Pedro Sánchez es que en Cataluña como en el conjunto de España solo cabe el marco constitucional. Y, también a tenor de la expresión de la ciudadanÃa catalana, parece claro que eso ha gustado también en Cataluña", aclaró semanas atrás Isabel RodrÃguez. La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE.
Misma respuesta entregó la ministra de Hacienda, MarÃa Jesús Montero "Somos un partido constitucionalista, y eso significa que cualquier actuación que abordemos o que traslademos tiene que estar estrictamente en el marco constitucional".
Queda claro que la prédica tendrá que desvanecerse para que Sánchez saque a andar su nueva legislatura. Y que el presidente de Gobierno tendrá que mover cada pieza del nuevo tablero polÃtico con una extrema sapiencia y delicadeza para que su mandato no naufrague en la ingobernabilidad.
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