
Lejos de descender, la tensión entre la Unión Europa y Polonia va en aumento. Este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dejó entrever que el bloque puede ir más allá de imponer una infracción a Varsovia: condicionar los fondos comunitarios que se direccionan a las arcas polacas.
Von der Leyen se lo advirtió al primer ministro de Polonia, Mateus Morawieci, que decidió participar de la sesión del Parlamento Europeo. "No podemos y no vamos a permitir que nuestros valores comunes sean puestos en riesgo", le dejó en claro. Morawiecki, por su parte, se defendió del "lenguaje de las amenazas" y apuntó a que el "chantaje se ha tornado un método habitual de ciertos Estados".
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El primer ministro polaco también defendió el fallo del Tribunal Constitucional de su paÃs que la semana pasada resolvió que la legislación comunitaria resulta incompatible con la Constitución polaca. "Esto abre una ruptura legal de facto con la UE", dice a LPO Valeria Puga, doctora en estudios internacionales por la Universidad Corvinus de Budapest.
Sin embargo, asegura que "esto no llega a constituir una salida de Polonia del bloque, ya que hay vacÃos legales al respecto". "Solo puede suceder si un gobierno lo solicita. Y ante un Estado que no quiere marcharse, la única opción del bloque es la activación del artÃculo 7 de protección de los valores fundamentales, que en última instancia retira el derecho al voto del paÃs infractor en el Consejo. Para que ello suceda hace falta unanimidad", explica la académica.
Morawiecki intentó moderar su discurso frente a la titular del Ejecutivo comunitario al afirmar que el "destino" de Polonia está dentro de la UE, aunque culpó a Bruselas por tergiversar la posición polaca. Denunció la supuesta animosidad de parte del bloque hacia el gobierno que encabeza y lo acusó de tener actitudes paternalistas.
Era la forma de aludir al deterioro en el vÃnculo a partir de 2015, cuando se encendieron las alarmas en la UE por el avance de Ley y Justicia sobre la justicia. El partido habÃa vuelto al gobierno después de ocho años y tras haber perdido en 2007 contra la Plataforma CÃvica de Donald Tusk, quien llegarÃa a presidir el Consejo Europeo.
En 2017, la UE inició un proceso de infracción luego de que Ley y Justicia hiciera pasar una ley para jubilar a los magistrados de forma anticipada. El enfrentamiento se mudó después al campo de las libertades individuales por la particular visión ultraconservadora del gobierno polaco. El proyecto oficial para crear "zonas libres de ideologÃa LGTB" obligó a Bruselas a atar el desembolso de fondos de ayuda al respeto por los derechos de la diversidad sexual en territorio polaco.
"Varias encuestas dicen que la mayorÃa de polacos desea mantenerse dentro de la UE. Y el 60 por ciento de la inversión pública en Polonia se cubre con fondos estructurales de la UE. Polonia ha sido uno de los mayores beneficiados de estos fondos. Solo el anuncio de salir de la UE provocarÃa una debacle para Polonia, y para Ley y Justicia serÃa un tiro en el pie", explica Puga.
Polonia integra junto a HungrÃa, República Checa y Eslovaquia el Grupo de Visegrado, que suele objetar las polÃticas sociales y migratorias de la UE y contrapone el peso de la religión (cristiana) a los valores liberales del bloque. Pero Ley y Justicia enfrenta a nivel interno una oposición europeÃsta en crecimiento y cada vez más competitiva de cara a las elecciones de 2023.
Como se vio hoy en hemiciclo, Morawiecki reculó con su postura. "El antagonismo con la UE puede ser una estrategia desgastante para Ley y Justicia, una estrategia limitada para los objetivos maximalistas que persigue", indica la analista, para quien la "narrativa del Polexit" fue exitosamente instalada por el partido de Tusk.
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La deriva autoritaria que la UE señala en Polonia -y también en HungrÃa, lÃder de los paÃses del Visegrado- se ve alimentada por la ruptura en agosto pasado de Ley y Justicia con el partido Acuerdo, apenas menos conservador, y el clima reaccionario que se ha acentuado con la legislación antiaborto, una de las más restrictivas del continente. Este escenario relativiza el margen de maniobra de Morawiecki, que se resiste a perder cuotas de poder. Irse de la UE, entonces, es una estrategia contraproducente.
"Además de su alianza militar con EEUU, Polonia ha usado su membresÃa a la UE para enfrentar a Rusia. Los gobiernos polacos han sido bastante rusófobos. Polonia es lo de los paÃses que más se opusieron al proyecto de Nord Stream que une a Alemania con Rusia. Se opuso desde la autoridad que le da ser miembro de la UE", indica Puga.
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