La ley trans se ha convertido en el asunto más divide a los socios del Ejecutivo. El PSOE no resignará las enmiendas al texto, sobre todo aquella que busca una autorización judicial para los menores de 12 a 16 años puedan cambiar el sexo registral, y en Unidas Podemos consideran que los socialistas no solo están incumpliendo los acuerdos de gobierno, sino que retrasan deliberadamente la aprobación de la norma. Pero si antes habÃa dudas respecto a la legislación, ahora el partido de Pedro Sánchez ha encontrado el marco para impulsar los cambios.
Las crÃticas a la ley del "solo sà es sÃ" y a Irene Montero por la rebaja de condenas les permite a los diputados socialistas insistir con la "seguridad jurÃdica" de las iniciativas que vienen del Ministerio de Igualdad. En un primer momento, el PSOE habÃa negado reformas a la autodeterminación de género, aunque a finales de octubre aseguró que el proyecto podÃa ser recurrido si no "protegÃa" a los menores de edad. "El Partido Socialista nos acaba de comunicar que no quiere un acuerdo e irá con sus enmiendas vivas", dijo Montero esta mañana.
Los dirigentes morados sostienen que el PSOE intenta hacerse con el apoyo del PP, algo que descartan desde Ferraz. "En el fondo la cuestión es quién controla Igualdad", dice a LPO un integrante del espacio confederal. Para el equipo de Montero está claro que los socialistas frenarán la ley como formar de mantener el pulso con Igualdad. Las ministras y cargos del PSOE fueron las primeras en sugerir que la ley del "solo sà es sÃ" podrÃa ser revisada, cuando Sánchez no dudó en respaldar a Montero.
La historia se repite con la ley trans. El presidente avaló la norma y luego tuvo que matizar el apoyo a medida que surgÃan voces crÃticas dentro del partido, en particular las de las feministas socialistas que responden a Carmen Calvo y que han objetado la ley por "borrar" a las mujeres. Entonces Sánchez jugó la carta de "dotar de garantÃas" el proyecto para blindarlo ante potenciales embates de Vox y el PP y la norma se estancó. Ese giro precipitó la salida del PSOE de Carla Antonelli, la primera diputada trans de España.
En el PSOE ya no esconden las diferencias con Montero. El viernes pasado durante la marcha del Movimiento Feminista de Madrid contra la violencia de género se exhibieron carteles y cantos que pedÃan "Irene Montero, dimisión". Lo curioso es que en esa concentración estaban la vicepresidenta Nadia Calviño, la ministra de Industria y candidata a la alcaldÃa Reyes Maroto y la portavoz del gobierno, Isabel RodrÃguez, entre otras figuras del partido.
La presencia de las funcionarias socialistas en la marcha fue llamativa porque las consignas contra Montero se dieron la misma semana en que se produjo la arremetida de los partidos de la derecha por la revisión de sentencias. Pero la demora en la ley trans no es un hecho aislado. Los socios de gobierno tampoco han terminado de ultimar la reforma al aborto en lo que hace a la objeción de conciencia y el permiso para menores y las diferencias son aún mayores en lo que refiere al trabajo sexual.
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Aunque el PSOE lo niegue, las enmiendas a la ley trans van en consonancia con las premisas de la "vieja guardia" feminista sobre lo que califican como adoctrinamiento a los menores y el "borrado" de las mujeres. Montero volvió a defender la norma y aclaró que no dimitirá. Sin embargo, en Podemos observan que la operación de desgaste también tiene su aportación desde las filas socialistas.
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