Macarena Olona sigue jugando fuerte en la batalla que decidió librar contra el partido que la cobijó hasta hace algunos meses. Este martes, anunció que emprendió acciones legales contra un asesor de Vox en Cataluña, un joven que, a través de las redes sociales, reivindica el fascismo y enaltece la figura de Adolf Hitller. 

La exdiputada llevará a esta militante a la Justicia por el acoso virtual del que viene siendo víctima desde que rompió relaciones personales y políticas con la formación ultra. El detonante fue un audio misógino e insultante que el denunciado -cuyo nombre no trascendió- difundió este fin de semana a través de la cuenta  de Twitter y de Telegram de "Españabola", un usuario "anónimo" muy conocido entre la militancia de Vox que suele publicar contenidos filonazi y antisemita en sus canales.

"Lo peor no es el contenido del audio. Lo vomitivo es que se use a uno de los niños del partido para hacer el trabajo sucio de los mayores. Los españoles a quienes tanto he defendido y seguiré defendiendo no van a tragar con esto. Qué poco les conocéis", tuiteó Olona el sábado. Y avisó: "O paráis o entro con su identidad y de dónde recibe la financiación. No es amenaza. Pero voy a defenderme".

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Lo que hasta ahora era un gran secreto a voces -la disputa por el poder de las segundas líneas de la formación- se transformó en estas horas en una interna pública que amenaza con sacar a la luz los trapos más sucio del partido.  

Olona -echada por el bando falangista, encabezado por Javier Ortega Smith y Jorge Buxadé- cruzó una línea que nadie esperaba: develar las conexiones (la financiación oscura) entre Vox y la "órbita de tuiteros" fascistas, los encargados de distribuir los mensajes que son "políticamente incorrectos". 

La denuncia de Olona descolocó a la cúpula del partido. Santiago Abascal sabe que el ventilador de Olona puede transformarse en un golpe de nocaut para Vox, en la lona del cuadrilátero -cae en todas las encuestas- tras el traspié electoral en Andalucía

En la biografía de esta cuenta, el denunciado -escudado tras una fotografía en blanco y negro del rostro del periodista deportivo José Antonio Martín- tenía escrita, hasta este fin de semana, las siglas "AHTR" ("Adolf Hitler tenía razón"). La leyenda fue borrada tras el "escrache" de la excandidata de Andalucía. 

El joven estaría apadrinado en Cataluña por Ignacio Garriga, líder de Vox en esta CCAA. También tendría mucho relación con el vicesecretario de comunicación y diputado, Manuel Marisca.

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El propio tuitero, en una entrevista publicada en julio por el medio El Plural, admitía administrar más de 20 cuentas y que fama en las redes se debía a "un nicho patriótico sin rellenar". 

El eurodiputado Jorge Buxadé, del bando más radical, el que sacó a Olona de las filas del partido.

Europa Press

En su denuncia pública, Olona mostró pruebas de la "vinculación directa del partido" con esta cuenta. El perfil confeccionado para el festival "Viva 22", que Vox va a celebrar los próximos 8 y 9 de octubre en el espacio MadCool de Valdebebas, intercambió mensajes con con "Españabola" tras su ataque a Olona.

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"Denuncia interpuesta. Gracias por toda la información que me habéis remitido desde el sábado. Vomitivo", tuiteó este martes la abogada del Estado tras presentar su demanda judicial.

La denuncia judicial -por el delito de amenazas y de violencia contra la mujer- descolocó a la cúpula del partido. Santiago Abascal sabe que el ventilador de Olona puede transformarse en un golpe de nocaut para Vox, en la lona del cuadrilátero -cae en todas las encuestas- tras el traspié electoral en Andalucía. 

El domingo, la cuenta oficial de Telegram subió un comunicado en el que se rogaba a las "cuentas del partido y a las de los cargos públicos y orgánicos de no contribuir a la polémica". El texto, llamativamente, fue borrado a los pocos minutos de publicarse. 

El poder está hoy en manos del grupo "falangista", del bando que pide radicalizar aún más el discurso y las acciones de cara a las elecciones generales del año que viene. Esta ala avanza bajo las órdenes de Javier Ortega Smith y Jorge Buxadé, ambos con ideas neofranquistas

Olona se guarda otra as bajo la manga: lanzar un partido propio que le muerda votantes a Vox. Adelantó que está dispuesta a "dar un paso al frente" con un nuevo proyecto político si su expartido "deja de ser alternativa" tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. Dejó entrever que tiene la financiación para dar ese salto y la compañía de muchos dirigentes que, al igual que ella, se alejaron por la "falta de democracia interna".

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Lo que está en juego en Vox, al cabo, es mucho más que "el silencio" de esta voz díscola. En disputa, según las pocas fuentes que filtran algo de información a los medios, está, nada menos, que el liderazgo de la formación. La salida de Olona pareciera marcar el debilitamiento del la fracción más "moderada y liberal", comandada por Iván Espinosa de los Monteros, su principal aliado. 

El poder está hoy en manos del grupo "falangista", del bando que pide radicalizar aún más el discurso y las acciones de cara a las elecciones generales del año que viene. Esta ala avanza bajo las órdenes de Javier Ortega Smith y Jorge Buxadé, ambos con ideas neofranquistas.