Santiago Abascal sacó una carta de su baraja que muy pocos esperaban en el tramo final de la campaña andaluza: el empujón "internacional" de la líder de Fratelli d`Italia, Giorgia Meloni, la ultraderechista que, con mucha astucia y muñeca política, ha logrado lo que Vox tanto busca: trepar en intención de votos y fagocitar a todos sus aliados.

Meloni participó este domingo del mitin que la extrema derecha española organizó en Marbella. En su encendido discurso (que levantó mucha polvareda), instó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a reconocer que Vox es su "aliado natural" y no su adversario. "No es tiempo de pensamientos débiles", argumentó.

La frase, al cabo, cerró el círculo de la invitación: mostrar a Meloni (liderazgo y construcción política) como un ejemplo a seguir pensando en las elecciones generales de 2023. "Meloni es exactamente lo que quiere ser Abascal", resume Jaime Bordel Gil, uno de los autores del libro "Salvini & Meloni: Hijos de la misma rabia. Cómo la derecha radical conquistó la política italiana (Apostroph Ensayo/2022)".

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La investigación -en coautoría con Daniel Vicente Guisado- analiza y describe cómo la derecha radical italiana "avanza inexorablemente" hacia el gobierno. La figura de Meloni es clave y central en la tesis de estos dos politólogos.

"Con Daniel vivimos un tiempo en Italia. Vimos primero el crecimiento de Salvini y luego el de Meloni, lo que generó que la derecha italiana quedase conformada por dos partidos de derechas radical, por dos "Voxes", para ponerlo en clave español", introduce Bordel Gil en diálogo con LPO.

¿Por qué la invitación al mitin de Andalucía? Porque a juicio de este autor, el éxito de Meloni, que logró pasar de la marginación política y electoral a hegemonizar el debate público en Italia, es "un espejo en el que fijarse para Vox".

Jaime Bordel Gil, uno de los autores del libro "Salvini & Meloni: Hijos de la misma rabia.

"Sí -agrega- me ha sorprendido su discurso. Una de las conclusiones de su paso por Andalucía es que ella y Vox no terminan de adaptarse mutuamente en lo discursivo".

A su entender, en un análisis más fino, el mitin de Marbella hizo más evidentes "las diferencias que las semejanzas" entre ambos actores políticos. "Vox debería detenerse a pensar más en su vínculo con Meloni. Hacer un análisis más en profundidad de los contextos españoles e italianos y no que Meloni venga, suelte lo suyo y se vaya".  

La invitación no me ha sorprendido. Vox lleva tiempo buscando a Meloni. Encaja a la perfección con lo que Vox quiere ser. Una líder que ha fagocitado a las otras derechas hegemónicas (Salvini y Berlusconi) y que es capaz de determinar el debate político nacional

Dos ejemplos: "Meloni hace una crítica a la izquierda no enclave anticomunista como suele plantear Vox. En Marbella criticó a la izquierda por su alianza con los grandes grupos financieros. Vox siempre critica a Podemos por bolcheviques y comunistas. Meloni también criticó a la "derechita cobarde" que pacta con la izquierda. En España, no se le puede achacar esto al PP. Otro punto interesante de desacople".

Este "desacople", explica Bordel Gil, es "más profundo" de lo que muchos creen. Hay tres "ejes" en los que Meloni y Vox tienen pocas coincidencias: las raíces históricas, la relación con la mujer y la visión económica.

Fratelli d'Italia tiene una "estrecha vinculación con el fascismo italiano". Durante décadas la formación no escondió esta "nostalgia fascista". "Sin embargo, ella juega con bastante habilidad a reivindicar e ignorar las partes que le interesan de la historia de su partido. No se le termina de asociar con el facismo. A Vox, en cambio, sí se lo identifica con el franquismo", explica el politólogo.

Y agrega: "En este sentido, ella nació en un barrio popular y viene de una familia trabajadora. Vox es el arquetipo del señorito de derecha de toda la vida".

En lo que respecta al rol y papel de la mujer, "Vox tiene un ángulo contrario al de Meloni, aunque la pose y los objetivos sean parecidos".

"Meloni se centra en las dificultades económicas para compaginar trabajo y maternidad. Y Vox habla del reloj biológico y de que la autosuficiencia económica y el éxito profesional son metas que ni los hombres alcanzan muchas veces", analiza.  

Meloni hace una crítica a la izquierda no enclave anticomunista como suele plantear Vox. En Marbella criticó a la izquierda por su alianza con los grandes grupos financieros. Vox siempre critica a Podemos por bolcheviques y comunistas

Los contrastes en materia económica "son los más evidentes", a su juicio. "Vox es profundamente neoliberal. Meloni viene a España y empieza hablar de soberanía económica y derecho de los trabajadores. El choque es muy evidente", explica.

"Meloni en uno de sus últimos discursos le dio el pésame a un trabajador muerto en un accidente laboral. Dijo que no podía repetirse y criticó a las empresas por la falta de medidas de protección. Defiende a las empresas pero con estos reparos. Vox es pro-empresas, sin ningún reparo. No es chovinista del bienestar como Meloni. Sus propuestas económicas poco o nada se distinguen de las del PP".

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La conclusión de Bordel Gil es que Vox "no entiende ni sabe todavía cómo adaptar lo que está funcionando en Italia a las coordenadas españolas".

"Abascal quiere imitar la constricción política de Meloni y emular cómo ella ha fagocitado a la derecha de su país. Pero el contexto español es menos propicio para que la fagocite. Abascal corre con desventaja: le falta el trabajo que décadas atrás hizo Berlusconi en Italia", subraya.