
La atención que concitó la reforma laboral y las oposiciones que encontró dentro de la base aliada del gobierno habla más de los intereses en juego que del contenido mismo del proyecto. La vicepresidenta segunda Yolanda DÃaz tuvo que aceptar sin demasiada alternativa el acompañamiento de Ciudadanos y UPN por el rechazo de ERC, EH Bildu, PNV y BNG. Las negociaciones con los partidos nacionalistas fracasaron a la hora de encontrar un consenso.
El Gobierno paga un coste alto con la reforma laboral al resquebrajar su bloque de investidura
Pero DÃaz advirtió la estrategia en el pleno del Congreso de los Diputados, cuando aprovechó su intervención para recordar que llevaba semanas "hablando con los interlocutores polÃticos para recabar su apoyo a la reforma". "No he logrado hablar con muchas de sus señorÃas de ninguno de los contenidos de esta norma", apuntó. El mensaje iba por los socios de investidura.
Lo cierto es que varias cuestiones se interpusieron en el camino de la reforma laboral. Una de ellas es el protagonismo que está ganando la ministra de Trabajo y el impulso que está tomando su candidatura. Su armado transversal está trastocando la dinámica de formaciones como Unidas Podemos y Más PaÃs y el mapa polÃtico de las comunidades autónomas. Eso explica la tenaz resistencia a la reforma promovida por el ministerio que dirige.
Ada Colau apoya el proyecto polÃtico de DÃaz. La alcaldesa de Barcelona y los comuns pueden ser un rival competitivo para ERC, sobre todo cuando la espuma del independentismo está a la baja. La candidatura de DÃaz puede quitarles más votos a los republicanos catalanes que a Junts o la CUP. Lo mismo ocurre en el PaÃs Vasco, donde tanto EH Bildu y PNV boicotearon la reforma laboral.
En 2015, los partidos nacionalistas en el Congreso pasaron de 39 a 26 escaños. ERC, PNV, Convergencia, Bildu, Coalición Canaria y BNG sufrieron un retroceso frente al auge de Podemos. Los morados, entonces liderados por Pablo Iglesias, habÃan obtenido triunfos definitivos en Cataluña y el PaÃs Vasco. En 2019, ya como Unidas Podemos, la formación perdió votos y bancas, mientras los partidos nacionalistas e independentistas recobraban la influencia perdida.
Está previsto que la legislatura culmine en 2023 y la probable candidatura de DÃaz es una amenaza para los partidos más chicos. AsÃ, la vicepresidenta no solo se enfrenta al PSOE de Pedro Sánchez, que salvó la ley solo por los compromisos con Bruselas. En concreto, ERC, Bildu y PNV levantaron una barrera a las ambiciones presidenciales de DÃaz. A partir de allà se entiende la defensa cerrada de estos partidos y BNG a los sindicatos locales, en una pulseada simultánea con CCOO y UGT.
Desde Valencia, Yolanda DÃaz lanza su proyecto de una izquierda amplia para competirle a Sánchez
Cuando DÃaz encabezó un encuentro de lanzamiento semioficial en Valencia de su proyecto junto a Colau, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, la portavoz de Más Madrid, Mónica GarcÃa, y la portavoz del Movimiento por la Dignidad y la CiudadanÃa en Ceuta, Fátima Hamed Hossain, en noviembre pasado, la ministra levantó suspicacias incluso dentro de Unidas Podemos. El camino a su candidatura para 2023 choca con otras ambiciones, y la reforma laboral, con su victoria pÃrrica, fue la muestra más explÃcita hasta el momento.
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