Los barones del PP esperaban la palabra de Pablo Casado después del estallido de la guerra interna del partido. En líneas generales, los líderes populares creen que la ruptura partidaria pasará factura a la sigla en todo el país, pero también coinciden en que debe haber un cambio de rumbo y, sobre todo, un recambio en la dirección nacional. El nombre más obvio es el de Teodoro García Egea, señalado por haber dinamitado cualquier puente con Isabel Díaz Ayuso con su comparecencia de ayer jueves.

García Egea se convierte en el blanco de díscolos, ayusistas y barones del PP

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se ha erigido como el portavoz de facto de los barones del PP y este viernes aseguró que "todos estamos con Casado, pero este asunto ha de resolverlo sentándose con Ayuso y dándole una solución al partido, porque el partido no merece la situación en la que está en este momento". Es decir, entre el líder del partido y la presidenta de Madrid, sin la participación del secretario general.

La mayor preocupación pasa por el congreso nacional de la formación, previsto para mediados de año, y la posibilidad de llegar a esa fecha sin un liderazgo unificado. Por eso el presidente de la Xunta insistió en que "el presidente del partido tiene que actuar", al tiempo que repudiaba que "la dirección de un partido no está para ampliar un problema", en una clara alusión a García Egea. 

La mayor preocupación pasa por el congreso nacional de la formación, previsto para mediados de año, y la posibilidad de llegar a esa fecha sin un liderazgo unificado

Feijóo pidió "unir al partido en torno al presidente Casado", pero advirtió al líder "hay cuestiones que son indelegables". Parecía una referencia al libro Políticamente indeseable de la exportavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, donde la diputada revela que el propio Casado le confió todas las decisiones del partido a García Egea. Es un secreto a voces la influencia y el peso del secretario general en las cuestiones diarias de la formación. Pero a los barones les inquieta especialmente la falta de avances del partido en su meta de llegar a Moncloa.

 El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. 

Incluso antes de la ruptura entre Casado y Ayuso, la marcha del partido no terminaba de convencer a sus líderes, que fueron replegándose en sus terruños. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se limitó a pedir "unidad, unidad, unidad", consciente de cuán perjudicial puede resultar esta crisis en un eventual adelanto electoral. Como se vio esta semana en Castilla y León, el PP está perdiendo terreno frente a Vox. En parte, Madrid queda muy lejos de Sevilla y la situación debe resolverse rápido y entre los dos implicados.

Casado acorrala a Ayuso y le pide que aclare "qué comisión" cobró su hermano

La falta de una conducción firme y astuta está frustrando a los gobiernos autonómicos al mando del PP. Otro de los barones interesados en que se aparte a García Egea es Alfonso Fernández Mañueco, quien tiene por delante la formación de un Ejecutivo luego del adelanto de los comicios instigado por Génova. Los resultados están a la vista y el mandatario popular lo hizo saber al "trasladar la indignación, la preocupación de los votantes, de los afiliados y de los alcaldes por la situación que se está viviendo". Casado no solo deberá meditar qué hacer con Ayuso, sino también con García Egea.