
El enorme centro de prensa ubicado en la segunda planta de Ifema, el recinto que alberga la Cumbre de la OTAN en Madrid, tiene un lugar predilecto para los dos mil periodistas -hay enviados especiales de todas partes del mundo- que cubren este trascendente evento internacional: la cafeterÃa.
Las largas horas de cobertura se hacen más amenas entre café, bollos y bocadillos. El bar, que tiene una terraza con vistas al distrito de Barajas, ofrece un menú de tres platos para los trabajadores de prensa que prefieran una pausa más larga y sentarse a almorzar.
Hasta este jueves, el menú, exhibido en un atril en la puerta, tenÃa una curiosa propuesta gastronómica: la "ensaladilla rusa". No por lo exótico del plato (la mezcla de guisantes, papas, zanahorias y mayonesa es un elemento básico en los menús de los restaurantes españoles) sino por su connotación lingüÃstica con el gran "enemigo" de esta cumbre.
Los corresponsales extranjeros, desconocedores de la cultura gastronómica local, fueron los que más se sorprendieron al encontrar una ensalada "rusa" en el único menú del evento. Tanto morbo generó la anécdota que el plato fue el primer que se agotó en la primera jornada de la cumbre. "Todo el mundo lo pedÃa", admitió una de las camareras ante la consulta de LPO.
La trastienda de la Cumbre: la odisea de poner un pie en el punto más custodiado del planeta
Hasta la agencia Reuters, prestigiosa por la rigurosidad de su fuentes de información, se hizo eco de este dato de color. "'Russian Salad' on the menu at NATO summit cafe in Madrid raises eyebrows", publicó este medio británico.
"Mientras esperaban la llegada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros lÃderes mundiales el martes a la cumbre de alta seguridad de la OTAN en las afueras de Madrid, funcionarios internacionales y periodistas se quedaron perplejos al encontrar "ensalada rusa". " en la parte superior del menú del restaurante interno", decÃa el artÃculo.
La sorpresa llegó este jueves cuando los trabajadores de la cafeterÃa sacaron el atril con el menú a la puerta. La "ensaladilla rusa" desapareció, misteriosamente, del papel. Se la sustituyó por la "ensaladilla tradicional", que contiene los mismos ingredientes.
Como era de esperar, la "censura" al plato se convirtió, risas de por medio, en uno de los principales temas de conversación entre los periodistas. ¿Quién tomó la decisión de borrar la referencia al "enemigo" Rusia? Nadie, por el momento, se hace cargo. "Imagino que la organización, nosotros no tenemos injerencia en eso", explicaban esta mañana los trabajadores del bar ante la reiterada consulta de la prensa.
Algo parecido pasó el martes por la noche en la cena de los ministros de Exteriores y Defensa celebrada en el Palacio de Santa Cruz. El menú incluyó la "ensaladilla de Kiev" (plato que no existe en la gastronomÃa española), un guiño de apoyo del cocinero José Andrés -a cargo de la cena- a Ucrania tras la invasión de Moscú.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.