
Madrugada del 1º de marzo. Los barones del PP llevan más de cinco horas reunidos para frenar una hemorragia polÃtica que, en palabras de los propios caudillos, puede "herir de muerte" al partido. "Es uno de los momentos más delicados de nuestra historia", sentencian algunos dirigentes.
Génova improvisa un torniquete: se encolumna detrás de Isabel DÃaz Ayuso, sacrifica a su presidente, Pablo Casado, y unge a un nuevo lÃder, Alberto Núñez Feijóo. "Eres nuestro bote salvavidas", le dicen.
Madrugada del 20 de junio. Los barones del PP celebran el mejor resultado histórico en AndalucÃa: 43% de los votos, más de un millón y medio de papeletas, 58 escaños y la anhelada -pero impensada- mayorÃa absoluta.
Génova nacionaliza el triunfo regional: neutraliza a Vox, hunde a la izquierda y deja tambaleando al gobierno de Pedro Sánchez. "Vas a ser el presidente de España", vitorean a Feijóo los caciques del partido.
El PP arrasa en AndalucÃa, anula a Vox y deja en pánico a Moncloa
Las escenas tienen menos de cuatro meses de diferencia. La resurrección del PP es un fenómeno polÃtico y sociológico a estudiar. No hay antecedentes de tamaña metamorfosis. Del pozo al cielo. De la UCI a las puertas del Palacio de la Moncloa. De un fin de ciclo autoinfligido (el de Casado) a un fin de ciclo infligido (el de Sánchez).
Este lunes, en la resaca de los festejos, los populares achacaban la resurrección al "efecto Feijóo", un "especialista" en mayorÃas absolutas. Logró cuatro consecutivas en su feudo, Galicia, y estrenó su cargo de presidente del partido con otro arrasador triunfo, nada menos que AndalucÃa, la región más poblada del paÃs, históricamente adversa.
El PP de Juanma Moreno (el de Feijóo) rompió este domingo su techo electoral, que estaba en los 50 escaños (40,66%) que obtuvo en 2012 el exministro Javier Arenas, quien en aquel año se quedó a cinco escaños de la mayorÃa absoluta. El pacto PSOE e IU impidió en aquel el ingreso al Palacio de San Telmo.
El PP se recupera en tiempo récord y Feijóo empuja un adelanto electoral
Por primera vez, todo el mapa provincial de AndalucÃa se tiñe de azul. El coloreo es inédito. El PP arrasó en todas las circunscripciones, entre ellas tres de los bastiones históricos del PSOE: Huelva, Jaén y Sevilla.
El "efecto Feijóo" tiene "varias patas", sostienen en Génova. La primera, su "personalidad". El dirigente gallego logró, en pocos meses, unir a todo el partido mezclando mano de hierro y pragmatismo. Puso a las dos corrientes internas (moderación vs radicalización) bajo su ala. Neutralizó a Madrid y a su jefa Ayuso. "Su conducción no tiene fisura", resumen fuentes de su equipo.
Feijóo vuelve a la era de los caciques para ganarle a Sánchez y frenar a Vox
Su discurso es otra de sus "fortalezas", a juicio de los afiliados. Desde el Congreso de Sevilla, cuando tomó las riendas formales del partido, que viene pregonando por llegar a Moncloa por el "carril del centro". "Hay que aglutinar a la derecha por esa vÃa", repitió durante la gira que hizo por todas las comunidades autónomas.
A juzgar por las urnas andaluzas, no se equivocó. El PP le mordió mucho electorado a Vox. A la ultraderecha le salió muy mal su apuesta por radicalizar aún más su prédica (discurso con tono fascista de la italiana Meloni, por ejemplo). La formación de Abascal pasó de sumar un 20% de los votos en las generales de 2019 en AndalucÃa, a un 13,5% en los comicios de este domingo. ¿Dónde fueron a parar muchos de esos apoyos? Al PP. A Moreno. A Feijóo.
"Fue un error copiar el discurso de Vox", reconoció esta mañana el presidente andaluz en referencia a la etapa de Pablo Casado como lÃder del PP. "El camino por el centro es el camino de referencia. Es la única estrategia que está frenando a Vox", agregó.
"Sin duda alguna el PP ha frenado a Vox en AndalucÃa y lo ha hecho por sà mismo", alardeó este lunes la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, quien en su valoración nacional de los resultados regionales habló de "nueva etapa" y de "punto de inflexión".
La lectura de Génova es que el arrollador éxito en las dos comunidades autónomas más pobladas del paÃs (Madrid y AndalucÃa) es un "trampolÃn" directo a Moncloa. El objetivo de volver a ser el primer partido en escaños en 2023, algo que perdió tras la moción de censura de 2018, está al alcance de la mano.
De la hemorragia de febrero al exitismo de junio. Una resurrección en cuatro meses. Una recuperación con el sello de Feijóo.
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Esta tendencia seguramente empiece a cambiar en 2024, donde pasaremos al desembarco de los anti-sistema, que ya en estos dos años estan sacando numeros altisimos en las elecciones.