
Alberto Núñez Feijóo ya es el presidente del Partido Popular. TodavÃa no está en funciones, es cierto. Asumirá en el cargo tras finalizar el congreso extraordinario pactado para los primeros dÃas de abril. Pero, oficializada su candidatura, el dirigente gallego asumió en las últimas horas su nuevo rol de lÃder dentro de Génova.
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Su primera hoja de ruta cuenta con dos definiciones respecto a temas bastantes espinosos: qué hacer con Pablo Casado y sus aliados; y cómo tratar a Vox de cara a los próximos escenarios electorales. El debate "socio o enemigo" incomoda a muchos populares.
La postura de Feijóo sobre el primero de los puntos es de paz y reconciliación. En su discurso de este miércoles repitió muchas veces la palabra "unidad". No está en sus planes relegar a su antecesor y, mucho menos, expulsarlo, como pidió Isabel DÃaz Ayuso. "Para ganar al Psoe tenemos que estar todos unidos", repitió en todos los encuentros que mantuvo en estos dÃas con barones, diputados y dirigentes.
Feijóo no quiere empezar su gestión con una "cacerÃa" interna. Su idea es integrar a Casado y a sus principales alfiles, entre ellos Teodoro GarcÃa Egea, señalado por el ayusismo como el principal responsable del inédito escándalo que salpica al partido.
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El "plan de concordia" lo anunció el presidente del Comité Organizador del Congreso, Esteban González Pons, hombre de mucha confianza del lÃder gallego. "Pablo Casado está en el futuro del PP, sin ninguna duda", aclaró en una entrevista con Telecinco.
Y fue más allá: "GarcÃa Egea es un extraordinario polÃtico. Él va a poder elegir lo que quiera hacer, pero si quiere escuchar mi opinión, yo le pediré que no deje la polÃtica. El PP se renueva por adición, por suma, aquà hacemos falta todos, no sobra nadie".
En el segundo Ãtem de este primer borrador -la postura ante Vox-, Feijóo pidió, ante todo, "mucho pragmatismo". En su opinión, el partido de Santiago Abascal tiene "poco y nada que ver" con las ideas que defiende el PP, pero entiende que la cruz no puede ser tajante ni generalizada.
Esta definición puede leerse como un guiño a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, quien depende de la extrema derecha para formar su próximo gobierno.
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En una entrevista con la Cope, Feijóo dijo no compartir el "discurso de Vox". "El PP y Vox no son lo mismo en ningún caso. No somos un partido populista que cuestiona las instituciones de nuestro paÃs y de la UE", se diferenció.
Asimismo, dijo tener un "profundo respeto a la inmensa mayorÃa de los votantes de Vox porque antes votaban al PP". "La gente se nos ha ido, ese es uno de nuestros principales problemas", reflexionó.
Para el dirigente gallego es "clave" volver a "captar" esos votos perdidos que, en las últimas elecciones, fueron a parar a los bolsillos de Abascal. Para lograr ese objetivo, el virtual presidente del PP le pidió a todos sus correligionarios machacar con un mensaje a afiliados y simpatizantes: más votos para Vox, más posibilidades que el PSOE siga en el Gobierno.
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