Tras el fracaso en la investidura del PP y de Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez tendrá ahora que empezar a construir un relato polÃtico para darle encaje a la amnistÃa, una medida que el PSOE rechazó en la última legislatura y que ahora, por necesidad -por los votos de Junts- y no por convicción, propondrá en su nueva hoja de ruta parlamentaria.
Del éxito de ese relato, de su solidez, su coherencia y, sobre todo, de su constitucionalidad, dependerá la suerte del lÃder socialista. Para ser investido y para tener gobernabilidad, la empresa más difÃcil que tiene por delante.
Desde el 23J a esta parte, Sánchez no hizo ninguna mención a la amnistÃa. Literal: no ha pronunciado ni una vez la palabra "amnistÃa" en estos dos meses. Solo ha dicho que es necesario "pasar página" respecto al procés y que es importante terminar con "un pasado de trincheras y barricadas".
Feijóo fracasa en su investidura y Sánchez tiene allanado el camino para seguir en el poder
"Voy a ser coherente con la polÃtica de normalización y estabilización de la situación polÃtica en Cataluña. Y estoy diciendo mucho", llegó a colar dÃas atrás en un mitin del partido.
Se trata, al cabo, de un "silencio estratégico", según apuntan desde Ferraz. "Hablará cuando le toque el turno de su investidura", repiten las fuentes socialistas. Ese tiempo ha llegado.
El sábado mismo, tras el segundo -y último- traspié de Feijóo, el presidente de Gobierno deberÃa dar las primeras señales sobre el qué, cómo y cuándo detrás de la ley de amnistÃa que cocina junto al independentismo catalán.
Lo que se sabe es que la normativa será "medida" y estará "dentro de la constitución", frase que han reiterado todos sus ministros en estos dos meses. Pero, del lado del PSOE, nada más.
La amnistÃa ha sido narrada por Sumar, que ha blanqueado que figura en las negociaciones y que es un paso para para desjudicializar el conflicto polÃtico de Cataluña, y por los beneficiarios, ERC y Junts, que ya la dan por "cerrada" y que aprovechan el silencio de Sánchez para ir más allá, para instalar que de su mano viene la autodeterminación.
La sensación es que el latiguillo preferido del PSOE para hablar del tema ("La crisis polÃtica de Cataluña nunca tuvo que derivar en una acción judicial y en una judicialización") no bastará para construir el nuevo relato.
ERC y Junts insisten con incluir un referéndum en el acuerdo con el PSOE y tensan la negociación
Por lo pronto, la narrativa de la amnistÃa, de la "España que se rompe", está en la trinchera del PP y del bloque de derecha, reforzado por las voces dÃscolas del PSOE, nada menos que los viejos caudillos del partido, algo que no estaba en el guion de Ferraz.
La masiva concentración del último domingo en Madrid es el ejemplo del monopolio discursivo que Génova construyó en estos meses para generar un ambiente de muchÃsima crispación, debilitar la figura de Sánchez y forzar asà una nuevas elecciones.
"No tiene cabida, no es constitucional": cuando el PSOE rechazó la amnistÃa que hoy defiende
La "sobreactuación" de la derecha, en palabras del PSOE, amplificada por las pantallas y los digitales, empieza a tener efecto en el humor social. "Hay que revertir esto", reconocen muchos socialistas.
Sánchez tiene los votos para ser investido. Necesita un relato convincente. Caso contrario, como vaticinó Podemos, la legislatura será irrespirable y corta.
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