
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, no titubeado a la hora de reprochar el pacto con los independentistas. Lo ha dicho antes, durante y finalizada la negociación en Bruselas en una queja que contiene las opiniones de la vieja guardia del PSOE, enemistada con Sánchez.
La decisión de García Page de no alinearse con la conducción de su partido abre un frente interno al que debe prestársele atención de cara a una nueva Legislatura de Pedro Sánchez.
El líder territorial compareció en Ciudad Real y ha planteado: "Ayer vi mucha necesidad: por un lado, de gobernar y, por el otro, de librarse de la cárcel". Se trata de un primer movimiento que puede provocar un efecto rebote en otros presidentes autonómicos del PP si esto se judicializa.
García-Page: "Puigdemont tiene intención de humillar al Estado todo lo que pueda"
"Será imposible, lo quiera o no el Gobierno de turno, que salga adelante un proyecto que privilegie a una parte de España sobre las demás. Los que querían cerrar el paso a un Gobierno de la derecha lo que están haciendo es darle el mando a la derecha independentista", señaló el dirigente socialista.
Page ha recordado que en su día ya se opuso al concepto de amnistía, porque supone borrar un delito sin rendir cuentas . Lo que no esperaba, según ha admitido, es encontrarse ayer con "algo peor, como es el intento de borrar la historia".
El enojo de los barones con Sánchez no es nuevo. Como adelantó LPO en julio de este año luego de la debacle del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, los caciques territoriales que perdieron sus feudos quieren un cambio de rumbo y buscarán hacerse fuerte en el Senado, justamente donde el PP tiene mayoría absoluta.
Los movimientos son lentos y calculados pero son varios los que empiezan a mirar a García Page como la imagen de una próxima versión del PSOE.
De todas formas, el valenciano Ximo Puig, el aragonés Javier Lambán y el madrileño Juan Lobato serán senadores por designación autonómica. Todos ellos cargan con la cruz del fracaso, si bien los primeros dos cuentan con experiencia de gestión y conducción y pretenden mantener su cuota de influencia en las federaciones y puede sumarse a un creyente frente opositor interno.
Sánchez no es un rival sencillo y pensar en recambio en las vísperas de un éxito político para lograr la investidura suena aventurado, pero todos coinciden en que será una Legislatura difícil, con poco margen de cambios y tensiones en todos los extremos.
En definitiva, García Page quiere dar pasos concretos en la dirección de consolidar poder propio y esperar el momento para dar el sorpasso.
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