El Govern y el PSC han alcanzado un acuerdo sobre los Presupuestos de la Generalitat para 2023 tras tres meses de arduas y complejas negociaciones, según han confirmado fuentes socialistas y de ERC.

El pacto entre republicanos y socialistas, que se aprobará este jueves en un consejo extraordinario del Ejecutivo catalán, tiene un alcance político de envergadura. Por un lado, confirma la ruptura definitiva del movimiento independentista, en agonía tras la ruptura en octubre de Pere Aragonès con Junts.  

Por el otro, garantiza la gobernabilidad de Pedro Sánchez de cara a las elecciones. ERC, un socio con reparos, apoyará las principales propuestas legislativas del PSOE en 2023, como la Ley de vivienda y la reforma de la Ley Mordaza.

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A nivel regional, el acuerdo se suma al cerrado con los comuns en diciembre y con él el Ejecutivo catalán se asegura la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar los Presupuestos, que incrementan en unos 3.100 millones de euros los recursos de la Generalitat para 2023.

En el documento que ambas formaciones entregaron a la prensa se concretan los compromisos sobre varios de los proyectos estratégicos que el PSC había reclamado para avalar las cuentas del Govern de ERC, como la ampliación del Aeropuerto, el Hard Rock, y la B-40, una vía orbital de la capital catalana.

La reforma de El Prat ha sido el de mayor tensión. Las partes resolvieron que será acordada en el marco de una comisión técnica entre el Gobierno central y la Generalitat. ERC avala una "modernización" sin la "ampliación" que pretende el PSC. El proyecto de Aena de prolongar una de las pistas sobre la reserva natural de La Ricarda queda descartado tras este pacto.

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El acuerdo sobre el aeropuerto insta a tener en cuenta las directivas ambientales europeas, prestando atención al espacio natural protegido del Delta del Llobregat.

El documento llama a trabajar "sin apriorismos" para encontrar un modelo de consenso en el que el Govern tenga un papel y que mejore las conexiones ferroviarias en AVE con los aeropuertos de Girona y Reus (Tarragona), algo que también aparecía en la moción del PSC y en la enmienda que presentó ERC.

El Ejecutivo y el PSC han acordado, además, destinar 49 millones hasta 2026 en el área del Delta del Llobregat --que también figuraba en la lista de condiciones del PSC-- para alcanzar un espacio natural con biodiversidad, un "sistema agrario tecnificado" y un sistema hídrico de calidad.

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Sobre el Hard Rock en el Camp de Tarragona, han acordado completar la tramitación de su plan urbanístico durante el primer semestre de 2023 y "mantener la disponibilidad de terrenos por parte de la sociedad" para que el macrocomplejo de ocio turístico siga adelante.

Una vez oficializado el acuerdo, Salvador Illa, primer secretario de los socialistas, ha calificado el pacto de "relevante" para que Cataluña pase de la "inercia a la acción". También ha admitido que los socialistas han cedido en algunas de sus propuestas para llegar a un "consenso". 

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El pacto regional, como era de esperar, sacudió el tablero político nacional. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha situado al PSOE fuera del constitucionalismo por dar "soporte al independentismo" tras el acuerdo presupuestario que ha cerrado con el Govern.

Tras acusar a los socialistas catalanes de buscar "repartirse el poder" con ERC en municipios y diputaciones, ha advertido de que hay "riesgo" de que Pedro Sánchez permita un referéndum en Cataluña y ha garantizado que su objetivo es "impedirlo" ganando las generales.