Alberto Núñez Feijóo acaricia con las manos el desembarco en la Moncloa. El líder del PP sabe que contará con Vox para sumar en el Congreso de los Diputados, algo que depende de lo que ocurra en los territorios, espera que el PNV traicione a Pedro Sánchez y reedite la alianza con los populares y busca reunir los apoyos del Partido Regionalista Cántabro, Coalición Canaria y Teruel Existe.

Es que el expresidente de la Xunta, después de 13 años en el cargo, se puso como meta desbancar a Sánchez desde el momento en que sucedió a Pablo Casado en la conducción del PP. Supo moverse entre la política intransigente de Isabel Díaz Ayuso y los barones que se preparaban para echar al PSOE de ayuntamientos y gobiernos autonómicos, pero Madrid no es Galicia, y ya no existe la fantasía de gobernar en solitario.

El Partido Popular impone su relato, arrasa en las urnas y va por Moncloa

Iván Espinosa de los Monteros repitió este jueves que no darán los votos al PP a cambio de nada, aunque el consultor Eduardo Bayón recuerda a LPO que "a nivel municipal y autonómico tiene un porcentaje inferior a lo que ha conseguido a nivel nacional". "Vox ha obtenido menos concejales que Ciudadanos en 2019, también porque el PP estaba más débil entonces. Por la fortaleza propia del PP, no es ningún tipo de amenaza, es un actor bastante subordinado", dice.

El líder de Vox, Santiago Abascal junto al portavoz nacional del partido en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. 

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El PP ha ganado poder territorial el 28M gracias a la abstención y a un clima de época que va en contra del Gobierno de coalición progresista, y si en lunes cuestionó el adelanto electoral -que opacó los festejos en Génova por el "sorpasso" del domingo-, a las pocas horas mostraba pura confianza. Después de todo, el partido ni siquiera sufrió un desgaste considerable por la guerra interna entre Ayuso y Casado. Y los populares se lo agradecen a Feijóo.

El adelanto electoral es el movimiento menos malo de los posibles porque evita estar agonizando seis meses hasta diciembre con el desgaste que supondría, acalla el ruido interno y obliga a que sus socios se coaliguen una vez bajo el paraguas de Yolanda Díaz

Con todo, los cálculos de Génova no contemplaban a Macarena Olona, la exdiputada de Vox que acaba de registrar Caminando Juntos, la formación con la cual se presentará a las generales. "Creo que está buscando ser la Le Pen española, con cierta transversalidad. Para mucho público es poco creíble ese giro brusco. La candidatura hará bastante ruido y seguramente hará daño a Vox, pero un daño muy pequeño", apunta Bayón.

Sánchez se radicaliza y pone en práctica el a "todo y nada" como estrategia de campaña 

Según el analista político, Olana quiere vender que "no se arruga ante la adversidad". "Tiene un discurso de derechas, pero no ultraconservador, y eso es un elemento que le hace diferenciarse de Vox, que está muy atrapado por liderazgos que no le permiten crecer o ensanchar el espacio político hacia el centroderecha y por ciertas corrientes internas están más cerca del falangismo", sostiene.

Macarena Olona irá a las generales con su nuevo partido, Caminando Juntos.

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Las encuestas que circulan en estos días dan escenarios dispares y distintas posibilidades, con el PSOE y la probable alianza entre Podemos y Sumar partiendo de atrás. La única esperanza de Sánchez es que el PP y Vox no alcancen la mayoría necesaria como para echarle del Ejecutivo. El viento de cola no les favorece a los socialistas, que parece perdido en una precampaña embarrada: la crítica a Feijóo por no hablar inglés puede ser contraproducente incluso para los votantes del PSOE. 

Feijóo acusa a Sánchez de "podemizarse" y le pide a Vox sus votos para derogar su poder

La debacle electoral del PSOE licúa el poder de su líder nacional, pero pone al partido en una posición complicada, porque en caso de quitar a Sánchez de la conducción no habría una alternativa capaz de volverlo competitivo. El adelanto electoral "es el movimiento menos malo de los posibles porque evita estar agonizando seis meses hasta diciembre con el desgaste que supondría, acalla el ruido interno y obliga a que sus socios se coaliguen una vez bajo el paraguas de Yolanda Díaz".

Otra cosa es que el PP, ante el hipotético fracaso de una opción moderada de Feijóo, funcione como u péndulo y se vaya a una opción más radical y más populista

"En cualquier caso, salva al partido y al liderazgo del bloque de la izquierda, porque puede llevar al PSOE a una derrota dulce o a una situación de bloqueo. Si el PP y Vox no suman, seguramente Feijoo va a tener difícil articular una mayoría para la investidura", explica Bayón. Lo mismo aplica para Feijóo, porque un resultado adverso o un bloqueo impactaría en su liderazgo. También él se juega el todo por el todo.

 La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

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Ante la posibilidad de un fracaso, algo bastante improbable a esta altura, Ayuso y Juanma Moreno son dos nombres que suenan para liderar el PP. "Otra cosa es que el PP, ante el hipotético fracaso de una opción moderada de Feijóo, funcione como u péndulo y se vaya a una opción más radical y más populista. Irse a una opción como Ayuso sería raro o contraproducente, porque el PP ya no tiene que competir con Vox, sino con el PSOE", indica el analista a este medio.

Pero está campaña le demandará más a Sánchez que a Feijóo. Esta elección está planteada como un plebiscito de estos cinco años, una legislatura veloz y desgastante, marcada por las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos y Díaz y Podemos. El PP es la alternativa al alcance de los votantes. Quien mejor entienda la sensibilidad del momento protagonizará los próximos cuatro años.