En el PP aseguran que Alberto Núñez Feijóo actuó en base al consenso partidario en relación con el Consejo General del Poder Judicial. Génova insiste en que el dirigente gallego consultó con barones y autoridades de la formación antes de bajarse del acuerdo con Pedro Sánchez. Pero desde el entorno del líder de los populares la lectura es otra: las decisiones en el PP se toman dentro de la M-30.

Este lunes Elías Bendodo tuvo que salir a aclarar que "ni un tuit ni una llamada" condicionó el cambio de postura de Feijóo, en alusión a Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez, y puso el foco en la reforma del delito de sedición, una cuestión que el propio PP había dejado al margen del acuerdo con el gobierno. El coordinador general del PP anunció que el partido presentará mociones en los parlamentos autonómicos para forzar al PSOE a pronunciarse sobre la sedición.

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La estrategia de Génova es desviar la discusión hacia el terreno del Código Penal. En el oficialismo denuncian que el principal partido de la oposición está incumpliendo con la Constitución y comienzan a cargar contra Feijóo. "Ha perdido la oportunidad de convertirse en un verdadero patriota, en un verdadero hombre de Estado. Ha provocado la mayor crisis de la justicia vivida a lo largo de nuestra democracia", apuntó Pilar Alegría. 

Los populares más intransigentes creen que la confrontación es la tónica que incrementará los votos y permitirá teñir el mapa de España de azul. Es indudable que las filtraciones que han venido del lado de Ayuso son una advertencia a Feijóo

Por lo bajo, algunas voces del PP admiten que la suspensión de las negociaciones con Sánchez responde a la necesidad de antagonizar con el Ejecutivo central a seis meses de las elecciones municipales y autonómicas. "No puedes acordar con Sánchez mientras abarata las penas por sedición. No puedes explicarlo a tus votantes", dice una fuente del partido a LPO. Los populares, sin embargo, no pueden explicar aún por qué accedieron a negociar y, más aún, estuvieron a las puertas de un acuerdo sin cuestionar la sedición.

 Miguel Ángel Rodríguez e Isabel Díaz Ayuso, en mayo pasado.  

Europa Press

Feijóo ya no puede presumir de ser un hombre de pactos. La línea del partido la marca Puerta del Sol y ha quedado patente. Los populares más intransigentes creen que la confrontación es la tónica que incrementará los votos y permitirá teñir el mapa de España de azul. Es indudable que las filtraciones que han venido del lado de Ayuso son una advertencia a Feijóo, como denuncia un miembro del partido que vivió de cerca la transición entre Pablo Casado y el expresidente de la Xunta.

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Ahora el PP explota la carta de la relación de Sánchez con ERC. Si los populares desistieron de renovar el CGPJ es porque el gobierno estaría pactando "en las sombras" con los catalanes para beneficiarles. Las declaraciones de Carles Puigdemont sobre el presunto ofrecimiento de un indulto por parte del PSOE, un regalo para Génova, alimenta esta narrativa. El PP ha calificado incluso a Sánchez de "mal español". 

Si los populares desistieron de renovar el CGPJ es porque el gobierno estaría pactando 'en las sombras' con los catalanes para beneficiarles. Las declaraciones de Carles Puigdemont sobre el presunto ofrecimiento de un indulto por parte del PSOE, un regalo para Génova, alimenta esta narrativa

Los populares han quedado más expuestos de lo que pensaban. El PSOE se mantiene en las encuestas y ha escenificado la unidad en el acto por los 40 años del triunfo de los socialistas en las generales, donde Felipe González llamó al PP a renovar el CGPJ. Feijóo no se siente cómodo con el giro que se ha visto obligado a consumar. Los populares han establecido los lineamientos de la campaña y en el gobierno están avisados.