En sintonÃa con la última decisión de la Unión Europea, el Gobierno decidió la expulsión de al menos 25 diplomáticos y personal de la Embajada de Rusia en Madrid porque "representan una amenaza para los intereses de seguridad".
Asà lo anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, quien le dio un ultimátum al embajador Yuri Korchagin. Si Rusia continúa con sus "atrocidades", correrá la misma suerte.
"No está incluido el embajador porque queremos dar una oportunidad al diálogo, como hemos hecho desde el inicio de la crisis", explicó el ministro. Y agregó: "No perdemos la esperanza de que la guerra de Vladimir Putin termine y se vuelva a las vÃas del diálogo, que son las únicas que han mantenido siempre abiertas la UE y nuestros aliados".
Albares reconoció que España "está ultimando la lista" pero, en principio, la expulsión afectarÃa a "un grupo de 25 personas". No explicó los motivos exactos de la expulsión, aunque desde su equipo de trabajo admitieron que está ligada a los "crÃmenes de guerra" cometidos en Bucha y a la necesidad de "intensificar" las represalias contra el régimen de Vladimir Putin.
El Gobierno buscará el apoyo de todos los grupos parlamentarios y las expulsiones se concretarán "en unos dÃas", según adelantó Albares.
De esta manera, España se suma al resto de paÃses europeos que ya adoptaron la misma medida. Lituania, por ejemplo, optó directamente por expulsar al embajador ruso del paÃs, mientras que Alemania expulsó a 40 diplomáticos rusos y Francia de 30. Italia y Dinamarca se sumaron en las últimas horas con 30 y 15 expulsados, respectivamente.
"Las insoportables imágenes que hemos visto de la matanza de civiles en la localidad de Bucha tras la retirada del Ejército ruso nos indignan profundamente. España exige que los crÃmenes de guerra sean investigados de forma inmediata y que los responsables sean castigados por ello", afirmó Albares.
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A su juicio, todo ello supone "un punto de inflexión ante el que la comunidad internacional no puede permanecer impasible y que exige una respuesta contundente, como viene haciendo España junto a sus socios europeos y sus aliados transatlánticos desde el inicio de la agresión".
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