El enfrentamiento abierto entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso tentó a no pocos dentro del PSOE. La posibilidad de ganar terreno sobre el mayor partido de la oposición, que atraviesa sus peores horas, en unos comicios adelantados, fue descartada por Ferraz en favor de una estrategia más cautelosa para aprovechar la guerra fratricida del PP. Agotar la legislatura es una meta de Pedro Sánchez y un compromiso con sus socios de Unidas Podemos.
"El gobierno está en trabajar y garantizar una legislatura que dé estabilidad", dijo Sánchez al día siguiente de que estallara la crisis en las filas populares. De esta forma, echaba por tierra el llamado a elecciones. Más allá de la pose institucional y de los reparos propios del presidente, el PSOE no ha obtenido el resultado esperado en Castilla y León y tampoco crece en las encuestas como le gustaría.
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Las urnas tampoco sonrieron a UP el pasado domingo. El retroceso de los morados empaña el proyecto transversal de Yolanda Díaz, algo que beneficia a los socialistas. Es otro incentivo más para proteger el statu quo. El secretario de Estado para la Agenda 2030 y secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago, reconoció este sábado que ninguno de los socios de coalición está convencido de ir a las urnas antes de tiempo.
"Estamos a lo importante, a trabajar y no perder el tiempo con especulaciones políticas en función de qué partido puede beneficiarse más de situaciones coyunturales", apuntó Santiago, quien enfatizó que debe resguardarse "un gobierno estable en una legislatura con muchísimo trabajo". Y afirmó que para UP "no es el beneficio que obtengan los partidos que están en el gobierno de coalición" lo que les guía en estos momentos.
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De hecho, en el PSOE se plantean que un PP debilitado puede ayudarles a concretar la legislación pendiente, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). También están esperando la decisión que adopte Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, es decir, si acepta la entrada de Vox al gobierno o si opta por invitar a los socialistas. El posible adelanto electoral en Andalucía es un test que dará idea de la fuerza que conserva el PP. Todavía está muy fresca la guerra en el bando de la oposición. En Moncloa se inclinan por la cautela.
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