Las elecciones generales del 23 de julio si dirimen en dos grandes narrativas. La que predica la derecha, el "fin del sanchismo", y la que intenta instalar la izquierda: evitar que la ultraderecha entre en Moncloa.

A valer por el último barómetro de junio de la consultara 40db para El País y  la Cadena Ser, el primer relato logra a 33 días de los comicios movilizar mucho más que el segundo, por lo que el PP y Vox ya rozan la mayoría absoluta.

Según esta encuesta, el PP ganaría los comicios con un 33% de estimación de voto y 136 escaños, 47 más de los que tiene ahora en el Congreso y a 30 de distancia de la segunda fuerza, el PSOE, que, con un punto porcentual menos del voto obtenido en 2019 (28,3%), perdería hasta 14 diputados (se quedaría en 106).

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Los populares aumentan casi 5 puntos su estimación de voto tras el 28M, mientras que el PSOE no logra captar nuevos votantes. La candidatura de Alberto Núñez Feijoo abosorbe lo poco que quedaba de Ciudadanos, se queda con el 9% de los votos socialistas de hace cuatro años y consigue el 14% de las abstenciones de 2019.

En el juego de las trasferencias, el PSOE pierde casi 700.000 votos que se van a Sumar, otros 600 mil que pasan a manos del PP y más de 300 mil que migran a Vox. Solo seis de cada diez socialistas mantiene su voto. En el PP está fidelidad supera el 80%.

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Según el sondeo, los mensajes de campaña de la derecha calan mucho más profundos que los de la izquierda. La mayoría de los votantes del PP pone como principal motivo para colocar esa papeleta en la urna la necesidad de "acabar con el sanchismo". 

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Para los votantes del PSOE y Sumar, en tanto, el deseo de "frenar a Vox en las urnas" es la quinta y la sexta razón, respectivamente.

Con estos números, si Feijóo cerrase un pacto con Santiago Abascal, el bloque de derecha reuniría 174 escaños, dos menos de la mayoría absoluta. 

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En tanto, los socialistas y Sumar se quedarían en 141. Sumando los votos de todas sus formaciones aliadas (PNV, BNG, Teruel Existe, ERC y EH Bildu), el bloque llegaría cuanto mucho a los 165. 

En este escenario, alcanzaría con que Coalición Canaria y UPN, que en 2020 se opusieron a la investidura de Sánchez, apoyasen al caudillo gallego para provocar un cambio de gobierno.

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