La estrategia de confrontación con Isabel DÃaz Ayuso demostró ser un error de cálculo de la dirección nacional del PP. Pablo Casado está exasperando a los barones territoriales y a las figuras del partido que ven en él un liderazgo errático y desgastado. La convocatoria a un congreso extraordinario se consolida como la única opción para superar la crisis, pese a que Casado se muestra dispuesto a frenar la iniciativa.
El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, busca ejercer presión sobre Casado para que tome "decisiones que no serán fáciles, serán decisiones complejas, pero que deben ser urgentes". Los lÃderes populares no quieren menguar aún más la conducción de Casado, pero insisten en la dimisión de Teodoro GarcÃa Egea. "Él sabe lo que pienso y, por tanto, le corresponde tomar esa última decisión", apuntó.
Feijóo habló incluso de evitar un "colapso", una palabra que habilita la celebración de un cónclave urgente para zanjar la crisis. Casado pidió al núcleo duro del PP, reunido este lunes en el comité de dirección, cerrar filas en torno a su liderazgo y retrasar una solución definitiva hasta el congreso de julio. El presidente de los populares no quiere dar el brazo a torcer a los barones. El problema para Casado es que solo puede encontrar eco en el comité, compuesto por sus leales.
La ausencia del alcalde de Madrid, José Luis MartÃnez-Almeida, no asistió pese a tratarse portavoz nacional del PP. Nada puede resolverse en una reunión en la cual no están convocados los presidentes autonómicos, como Feijóo o la propia Ayuso. El titular del PP del PaÃs Vasco, Carlos Iturgaiz, salió del ostracismo para despegarse de Casado. "Yo estoy con las siglas del Partido Popular, que están por encima de cualquier persona y personalismo, por las que muchos entregaron su libertad y su vida", aseguró.
Casado cierra el expediente contra Ayuso para salvar su propio liderazgo
Entre los lÃderes territoriales se ha generalizado la idea de que Casado no solo no está buscando una solución a la guerra contra Ayuso, sino que está agravando la crisis. La descomposición parece haber empezado por la AlcaldÃa de Madrid. Trascendió que MartÃnez-Almeida quiere dejar la portavocÃa nacional. La vicealcaldesa Begoña VillacÃs avisó que "la ciudad de Madrid no se va a usar para los intereses de Génova".
Casado no convocará un congreso extraordinario, pero puede hacerlo la Junta Directiva Nacional con una mayorÃa de dos tercios. Este órgano partidario reúne a prácticamente todos los dirigentes populares y, de activarse, se podrÃa concretar un cónclave para finales de marzo. Ayuso también pidió un "giro absoluto". Pero ni ella ni Feijóo quieren estar al frente del proceso, aseguran. La crisis debe ser asumida por el lÃder del partido, y si apenas puede contenerla, los populares ya tienen previsto forzar a una nueva conducción.
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