Semanas atrás, el expresidente José María Aznar había pedido a su partido un liderazgo fuerte, una exigencia que se interpretó como un cuestionamiento abierto a Pablo Casado. Aznar había señalado que la oferta populista era atractiva porque los españoles "no tienen un referente fuerte en el que confiar" en la centroderecha. Al día siguiente tuvo que salir a aclarar que apoyaba a Casado. Este martes volvió a criticar al líder de los populares, pero a través de FAES.
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La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, que lidera el exmandatario, publicó un informe elaborado por el profesor Ángel Ribero, quien asegura que la derecha española debe prestar atención a los recientes comicios en Portugal, donde el Partido Socialista se hizo con la mayoría absoluta a costa del declive de la centroderecha. "La oposición amable ha sido castigada en las urnas sin misericordia", advierte el informe.
"Los portugueses han castigado la moderación en la derecha, y han transferido una parte significativa del voto de centro derecha a partidos populistas como Chega o a partidos como Iniciativa Liberal", indica FAES. La línea del análisis apenas difiere del pensamiento de Aznar, que en privado juzga demasiado complaciente el liderazgo de Casado, volcándose por una figura más intransigente como la de Isabel Díaz Ayuso, que ha sabido controlar a Vox en la Asamblea de Madrid.
Se trata de una observación que Aznar pretende difundir desde su Fundación para evitar las repercusiones, en especial cuando parece sugerir una alianza con Vox al aducir que "la derecha fragmentada en partidos no suma, sino que resta". "Solo así revertirá una fragmentación que la debilita internamente y que actúa como elemento de movilización en la izquierda", apunta el informe con la firma de Ribero.
En el mitin del sábado 30 de enero en Valladolid, Aznar había indicado que "construir es integrar, no fraccionar; es sumar, no restar; es unir fuerzas, no dividir". Semanas después el informe de Ribero confirma este lineamiento. En ese momento, fue interpretado como una alusión a Vox, a cuyos votantes el exmandatario sueña con recuperar para llevarles de regreso al PP. Pero también un aviso a Casado sobre el rol de Ayuso.
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"A veces oigo que hay que ganar para llevar a no sé quién a La Moncloa, al palacio de no sé cuántos o al convento de no sé quién, pero, oiga, la pregunta es ¿para hacer qué? Se gana para construir", dijo entonces Aznar. La presidenta madrileña salió en su defensa casi de inmediato. "Cuando va a un mitin siempre sienta cátedra, es un hombre reflexivo y doctrinal. Si alguien quiere un discurso de palabras vacías, que no le llamen Si quiere decir algo a las claras, lo hace", zanjó.
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