Isabel DÃaz Ayuso es una ajedrecista. No improvisa ningún movimiento. Todo es estrategia, cálculo. Cuando la partida está servida (disputa con Pablo Casado) ataca en la búsqueda del jaque mate. Cuando la partida está más reñida (su incipiente pulso interno con Feijóo) espera el error de su contrincante para golpear.
Esta segunda táctica es la que puso sobre el tablero en las últimas horas. Ayuso sabe que necesita posicionarse a la derecha de su jefe polÃtico para saltar de la polÃtica madrileña a la polÃtica nacional. Por eso se frotó las manos cuando escuchó al alfil de Feijóo, ElÃas Bendodo -coordinador general del PP-, decir que España es un Estado plurinacional, término que suelen utilizar las formaciones de izquierda.
"Yo creo que, efectivamente, España es un Estado plurinacional. Creo que imponer idiomas es limitar posibilidades. Un paÃs, cuanto más idiomas tenga, más rico es", dijo el número 3 de Génova en una entrevista concedida a El Mundo al ser consultado por la sentencia judicial que obliga a limitar el catalán.
Un Estado plurinacional, según la RAE, es un Estado que tiene más de una identidad nacional. La idea -anhelada por el progresismo- es aborrecida por la derecha más conservadora y por la ultraderecha, defensora de "España para los españoles".
Las crÃticas a Bendodo, como era de esperar, no se hicieron esperar. El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, acusó al PP de asumir el "nacionalismo de Podemos, ERC o PNV con sus cesiones al independentismo". "Al PP le pedimos coherencia", instó el lÃder de Vox, Santiago Abascal, quien también cuestionó al 'catalanismo' de Feijóo en Cataluña. "Este tipo de declaraciones demuestra su poca fe en la nación", dijo el ultraderechista.
El resbalón del coordinador general de los populares fue "grave" por el "contenido y el momento", a juicio de los barones del partido. El PP se disputa con Vox los votos del electorado andaluz (comicios a la vuelta de la esquina) que está a la antÃpodas de todo lo que representa el gobierno de coalición.
Ayuso utiliza el metro de Madrid para abrir un nuevo pulso contra Sánchez
"Con declaraciones como esas le estamos regalando los votos a Vox", lamentaron muchos en Génova tras la escalada de la polémica. Tanto fue el ruido que el propio Feijóo tuvo que corregir el "error" de su compañero de equipo. "España no es un Estado plurinacional. Ni lo es ni lo será", aclaró. Y zanjó: "El debate no existe".
Asà y todo, Vox continuó con sus ataques. "A ver si lo señores del PP se aclaran primero sobre cuántas nacioncitas hay en España y luego ya hablamos seriamente de las Comunidades Autónomas", tuiteó la cuenta de la ultraderecha.
Al cruce de la polémica salió Ayuso, quien volvió aprovechar una disputa ajena para llevar agua a su molino. La lÃder madrileña se mostró inflexible en su discurso antinacionalista. "España es una única nación", dijo este miércoles al ser consultada por el tema. Y citó el artÃculo 1 de la Constitución para zanjar el debate: "El PP es un partido nacional que atiende las peculiaridades de las CCAA".
Su nuevo "empoderamiento" ocurre a horas de convertirse en la presidenta del PP de Madrid, cargo que Pablo Casado le negó durante su mandato en Génova, uno de los detonantes de su feroz disputa. Con otras formas y otros métodos, Ayuso empieza, de a poco, a corroer el liderazgo de Feijóo.
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