"Estamos preocupados". La frase se repite en Moncloa desde que la Guardia Civil destapara un escándalo de corrupción que involucra a la mano de derecha del exministro de Transportes y diputado del PSOE José Luis Ábalos, quien aprovechando sus influencias cobró diez millones de euros en comisiones con los contratos de mascarillas durante la pandemia.
Se trata de Koldo García Izaguirre, asesor en los últimos siete años de Ábalos. Según las pruebas recolectadas por una investigación dirigida por la Fiscalía Anticorrupción y el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno -iniciada en 2021 por una denuncia del PP de Madrid-, habría incurrido en los delitos de concesión de adjudicaciones irregulares y posterior blanqueo de capitales con el dinero recibido.
También ha sido detenida su esposa, Patricia Úriz, que llegó a trabajar como secretaria en el Ministerio de Fomento en la etapa de Ábalos.
La trama crece a medidas que se van conociendo los detalles de la investigación. A última hora de este miércoles, agentes de la Guardia Civil se presentaron en el Ministerio del Interior para interrogar al número dos de esta cartera a Rafael Pérez, por el contrato de 3,4 millones adjudicado a la empresa clave del caso, cuyo eje sería Koldo García.
Detienen a la mano derecha de Ávalos por el fraude de las mascarillas
También se ha conocido que el Govern de Francina Armengol, hoy presidenta del Congreso, realizó un contrato de emergencia por valor de 3,7 millones de euros en abril de 2020 a la empresa del asesor del exministro y que luego, en 2023, le reclamó 2,6 millones de euros por presuntas irregularidades.
En el Gobierno reconocen el "shock" y la "sorpresa". Califican de "vergüenza" los datos que se van filtrando. "Vamos a ser absolutamente contundentes", ha adelantado la portavoz Pilar Alegría.
El PP ya ha relacionado la trama con la destitución de Ábalos en 2021, decidida de forma sorpresiva por Sánchez. Koldo García, que pasó de chofer y escolta a hombre de máxima confianza del exministro, fue nombrado al inicio de la legislatura pasada consejero de Renfe Mercancías.
Cuando Raquel Sánchez asumió como nueva ministra de Transportes decidió el inmediato cese de Koldo. No se descartan posibles amaños también con contratos de Adif.
Desde Rabat, Sánchez ha tenido que responder a la pregunta del PP, traslada por los periodistas españoles que viajaron junto con la comitiva oficial. "Esto significaría que yo lo sabría", se ha desligado, molesto y con enfado, el presidente de Gobierno. "Por supuesto que no, rotundamente no", ha zanjado sobre su conocimiento del caso.
Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo colaborará con la justicia y ha manifestado toda su reprobación y reproche del Gobierno a "cualquier intento de enriquecimiento a través del cobro de comisiones durante la tragedia de la pandemia de la covid".
El escándalo amaga con dejar al Gobierno sin una de sus grandes prédicas: la "transparencia" y la "ejemplaridad" frente a las decenas de casos de corrupción que salpican al PP, detonante de la moción de censura contra Mariano Rajoy.
En muchos mítines, Sánchez ha hecho gala de esa "fortaleza". Suele contraponer la gestión limpia del PSOE frente a la "corrupción y utilización de las instituciones en beneficio propio de la derecha".
Tras el traspié en Galicia, Sánchez quiere acelerar la aprobación de la amnistía pero Junts no cede
Encima, la trama irrumpe tras la debacle en Galicia y las críticas internas por el descalabro territorial y por una estrategia de acumular poder -un híper-liderazgo sostenido por fuerzas nacionalistas y regionalistas- que, a juicio de estas voces, "vacía" al partido en casi todas las comunidades autónomas.
Sánchez sabe que ahora, además de la presión redoblada por su pacto con el independentismo catalán y la aprobación de la amnistía -que el PSOE da por segura más allá de que el acuerdo con Junts aún no está cerrado-, el PP, crecido tras las urnas gallegas, utilizará la trama del asesor de Ábalos para hurgar en un agujero que estaba cerrado: el de la corrupción de Moncloa.
"El PSOE tiene una cosa muy clara: la corrupción no la aceptamos. Vinimos al Gobierno de España quitando a un Gobierno corrupto", se ha defendido este jueves en el Congreso Santos Cerdán, número 3 del PSOE, quien conocía a Koldo García de Navarra y se lo "traspasó" a Ábalos.
En su tetris para llegar con vida a 2027, Sánchez contemplaba el malestar social por la amnistía y la pérdida de votos en el calendario electoral de 2024 (Galicia, europeas y País Vasco), pero no un caso de corrupción, un "cisne negro" que amenaza con hacer mucho daño al Gobierno.
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